La mítica revista 1984 tenía títulos a que los lectores acudían inmeditamente por su calidad. Y una de ellas era El último recreo. Y lo era, además, porque representaba mejor que ninguno el miedo a lo que sucedería tras una hecatombe nuclear en la que sólo morirían los adultos. Trillo y Altuna firman una de sus grandes obras, un clásico reeditadoen formato de lujo que pueden disfrutar los que no conocieron la revista.