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La estela de las grandes damas

La australiana Jen Cloher publica un cuarto trabajo en el que están presentes la huella de damas de la canción como Patti Smith, PJ Harvey o Alison Moyet

La estela de las grandes damas

Tras tres discos de corte más oscuros e intimistas, en los que a veces incluso rozaba el mimetismo hacia Lucinda Williams, la artista australiana Jen Cloher desvela su adoración hacia Patti Smith en este trabajo donde los ritmos adquieren una fuerza insólita en su carrera como compositora hasta el momento. Son temas de desarrollo largo, equilibrados, sin tiempo para los cambios drásticos de géneros ni la distorsión o florituras.

A pesar de que el cambio ya se intuía a modo de transición en su anterior In blood memory, Cloher se fija aquí principalmente en la primera época de la cantante neoyorquina, aquel periodo en el que la musa del punk publicó los sensacionales Horses y Radio Etiopía. Así ocurre con títulos de rock setentero como Analysis paradise en las que también hay algo de PJ Harvey y Lou Reed. Y sobre todo en la equilibrada Regional echo que parece rememorar los grupos de la new wave americanos tipo Sniffin' and the Tears.

Pero también está presente la atmósfera de otras cantantes cercanas a ella como Chrissie Hynde o Rickie Lee Jones en Sensory memory. Incluso reproduce un rock del tipo de Shoegazer o Kinda biblical, que bien podría estar en los discos de los setenta de los Rolling Stones como Sticky fingers o Exile on main street. Pero la energía se desata en la sensacional Strong woman más cercana a otras grandes damas como Alison Moyet o Toyah Wilcox. Pero Cloher también crea melodías más multitudinarias en forma de medios tiempos en los que recita más que canta como Kinder Biblical y Great Australian bite en donde la música de Bill Callahan conecta sin problemas con los Crazy Horses. La cantante de Melbourne se despide con temas como Waiting in the wind y Dark art en los que se acercan más al pop sesentero de Byrds o Small Faces. Un detalle a destacar es la ortodoxia de la cantante teniendo en cuenta que viene de las antípodas, un lugar del que suelen salir combos como Midnight Oil, INXS, o The Church que siempre incluye un punto excéntrico en sus ritmos y letras. El resultado, como no podía ser de otros modo, es un disco para introducirse en la pureza del rock sin complejos, algo que se echa de menos en el cada vez más mestizo mundo de la música moderna. Hoy en día se puede afirmar que los discos de Jen Cloher son un verdadero refugio para todos aquellos que busquen volver a la esencia de las cosas, al rock químicamente puro con su mirada bien puesta en Neil Young o la Velvet Underground.

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