La final ante el público del VI Concurso Internacional de Canto Alfredo Kraus proclamó al barítono español Carles Pachón, de 22 años, ganador del primer premio y del premio al mejor cantante español dotado por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. El segundo premio fue para el tenor mexicano de 29 años Galeano Salas. Y el tercero, además del premio del público, para la española de 29 años Leonor Bonilla.

Después del intermedio del concierto, en el que los miembros del jurado celebraron en privado su votación mientras que el público asistente al Auditorio Alfredo Kraus depositaba en una urna sus nombres predilectos, salieron al escenario el presidente del Cabildo Insular, Antonio Morales, la concejala de Cultura del Ayuntamiento Encarna Galván, la presidenta de la Fundación Internacional Kraus, Rosa Kraus Ley, el director de la Fundación Canaria Alfredo Kraus Mario Pontiggia, los 11 cantantes finalistas y el Jurado.

Rosa Kraus leyó una entrañable carta de la gran mezzoprano Teresa Berganza, lamentando no haber participado debido a una reciente operación; y pronunció una breve alocución de gratitud a todos cuantos han contribuido al éxito de la convocatoria, tendiendo un puente entre la primera etapa del Concurso realizada en vida de su insigne padre con cinco convocatorias, de las que la última tuvo lugar hace ya 18 años, y la que ahora recuperaba la iniciativa en un ambiente extraordinariamente cálido y volcado en la indeleble memoria del artista titular del concurso, cuya imagen estuvo presente en una gran pantalla del primero al útimo minuto. Habló después Antonio Morales con alegría y satisfacción por la gran altura artística del certamen y el clima de plena identificación materializado en el entusiasmo del público. El Cabildo Insular está implicado desde la pasada legislatura en la FundacIón Canaria Alfredo Kraus, que cobra ahora un serio impulso tras el impasse motivado por cuestiones de equipamiento.

Nivel extraordinario

Fue Mario Pontiggia, rodeado por los 11 finalistas y los jurados, quien dio lectura a las actas del fallo oficial y el del público.

Los tres artistas que acapararon los cinco premios habían sido vitoreados en sus actuaciones de la primera parte, y esto anticipaba una coincidencia que se volcó en ovaciones al nominar a los premiados y cuando recibían las medallas, diplomas y cheques ganados por ellos. Concluyó la ceremonia cerca de la medianoche.

Después de la selección preliminar entre casi un centenar de cantantes presentados a concurso en audiciones celebradas en Florencia, Madrid y Las Palmas, llegaron a semifinales nada menos que treinta y cinco artistas, lo que da prueba de la alta calidad de los que se sintieron llamados por el nombre señero de Alfredo Kraus.

Las semifinales tuvieron lugar con piano acompañante en la sala de cámara del Auditorio los días 25 y 26 de septiembre. Un total de nueve horas duraron las interpretaciones de esta fase, que, por su altísimo nivel, decidieron al jurado a dar paso nada menos que a once finalistas. Y ganaron matrícula de honor a los dos pianistas repertoristas, un italiano y el grancanario Juan Francisco Parra.

Los días 27 y 28 fueron dedicados a los ensayos de los finalistas con la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria dirigida por el maestro José Miguel Pérez-Sierra.

En la final de viernes 29 comenzó la Orquesta con la obertura de Orfeo y Euridice de Gluck, y siguieron hasta el final las interpretaciones de los once solistas, admirablemente compenetrados con la batuta y los instrumentistas en un concierto que muchos asistentes calificaron de memorable. Menudearon en el entreacto las alabanzas a las voces, unas espectaculares, otras expresivas a tope, y todas nacidas de técnicas vocales admirables en el virtuosismo belcantista, la emisión sensible, el temperamento y la comunicatividad. Las arias de ópera y las romanzas de zarzuela que doblaron la prestación de algunos concursantes sonaron en toda su dificultad y belleza, con profesionalidad impecable.

Carles Pachón, primer premio y premio al mejor cantante español cantó el Largo al factotum de El barbero de Sevilla de Rossini y ¡Mi aldea! de Los gavilanes de Guerrero. El segundo premio, Galeano Salas, entusiasmó con los nueve do de pecho de A mes mis de La fille du Regiment de Donizetti y De este apacible rincón de Madrid de Luisa Fernanda de Moreno Torroba. Y Leonor Bonilla, tercer premio y premio del público, bordó una de las arias de la Reina de la Noche de La flauta mágica de Mozart y la Canción del ruiseñor de Doña Francisquita de Amadeo Vives. Una auténtica gozada.

Los 35 semifinalistas procedían de Perú, Mexico, Colombia, Alemania, Francia, Paises Bajos, Malta, Grecia, Eslovaquia, China, Corea, Nueva Zelanda, Rusia, Rumania, Ucrania y España.

Presidió el jurado el legendario tenor Jaime Aragall, uno de los favoritos, durante muchos años, del público operístico de las Palmas.

Junto a él, Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real da Madrid; Daniel Bianco, director del Teatro de la Zarzuela de Madrid; Ernesto Palacio, intendente y director artístico del Festival de Opera Rossini de Pesaro, Pierangelo Conte, coordinador artístico de la Opera de Florencia; Cesar Wonenburger, director artístico de los Amigos de la Opera de A Coruña; y Ulises Jaén, director artístico de Amigos Canarios de la Opera, de Las Palmas. Como miembros de honor, con voz y sin voto, Jerónimo Saavedra y Guillermo García-Alcalde.

Los mil detalles de la compleja organización fueron coordinados como un mecanismo de relojería por el gran profesional de la gestión musical y la dirección escénica que es Mario Pontiggia, director artístico de la Fundación Canaria Alfredo Kraus.