El festival Womad es mucho más que música en directo. La programación de talleres infantiles y de adultos, que tienen su localización en el Edificio Miller, rebosa en participación. Desde las 16.00 horas de hoy entraba en materia con los talleres infantiles que dirigen Urban Outdoors, colectivo de origen británico y brasileño; y los canarios de Purple Moon Arts. Los adultos tuvieron su espacio con ejercicios de danza kumina y percusión jamaicana.

Primero la chiquillería, y luego los mayores, por ese orden. El público menudo de Womad, acompañado por adultos, fue el primero en pisar Santa Catalina con dirección al escenario Miller, donde comenzaron los talleres infantiles. Desde las 16.00 hasta las 19.00 horas, los colectivos Urban Outdoors y Purple Moon Arts animaron a los niños y jóvenes a construir peces y elementos ligados a la fauna marina y terrestre susceptibles de ser llevados en las manos, y a modo de tocados en cabeza; y otras piezas efímeras que serán mostradas en público en el tradicional pasacalles, previsto el domingo a mediodía.

"Hemos recuperado al león como seña de identidad del festival", explicaba ayer Miguel Medina, uno de los miembros de Purple Moon Arts, además de construir "un centauro gigante" y recrear "la vida salvaje" de Gran Canaria. Un proyecto que según dijo "nace de Womad", que ha estado en Cáceres, en Inglaterra y en dos ediciones del festival en su etapa en Fuerteventura.

Para los integrantes de Urban Outdoors, el Womad se entiende como "una experiencia para todos los públicos", en una clara invitación a que los mayores se dejen contaminar por la dinámica de los talleres.

Mientras la música comenzaba a brotar del escenario principal, Miller cambiaba su aforo infantil por el público adulto, hasta el filo de las 20.00 horas, con una doble propuesta que invitaba a descubrir la danza kumina y la percusión, de la mano de los jamaicanos Ripton Lindsay y Ras Happa. La pareja de jamaicanos estuvieron este mismo año en el Womad de Cáceres. Lindsay se debe a la tradición de la danza kumina que se practica en Saint Thomas y Portland. Impulsor de la compañía Nkiru, de la que fue director artístico y coreógrafo hasta el 2000, sus coreografías se mueve a ritmo de reggae, rap y jazz. Ras Happa es un percusionista también jamaicano que trabaja con Lindsay. Una pareja que calentó la temperatura de Miller.

Mañana sábado se repiten estos talleres durante toda la jornada en este mismo espacio, junto a otros de marionetas, y de gastronomía.