"Estoy muy satisfecha con este trabajo que ya durante el rodaje, aunque fue una experiencia durísima, nos dio muchas alegrías tanto al equipo de dirección y producción como a los actores", cuenta Tatiana Hernández, la tinerfeña responsable del vestuario de Oro, la épica película de Agustín Díaz Yanes, que se ha colocado a nivel nacional entre las cinco largometrajes que más espectadores ha reunido en las salas de cine.

Para realizar el vestuario que en la película, basada en un texto inédito de Arturo Pérez Reverte que relata una expedición española en la selva amazónica durante la Conquista, lucen los actores Raúl Arévalo, José Coronado, Bárbara Lenni u Oscar Jaenada, entre otros, Tatiana Hernández, además de consultar material del mucho que existe sobre el vestuario entre los siglos XV, XVI y XVII, llegó a la conclusión de que "debíamos plantear nuestros diseños como si se tratasen de la ropa de unos warriors -guerreros- más que unos viajeros de antaño; no se trataba de una película de época ni un biopic", añade.

La diseñadora buceo también en muchos cómics de los cuales se confiesa admiradora "además de consultar muchas publicaciones de moda con el fin de contemporizar el vestuario para que resultara atractivo al espectador de hoy. Luego", reconoce la ganadora de un Goya a Mejor Vestuario por Lope, en 2011. "viene la parte de la imaginación".

Selva, humedad, barro, mosquitos, frío, lluvia... "Las incomodidades" que surgían de rodar en un lugar como el Parque Natural de Anaga, en Tenerife, en pleno mes de febrero, casi que se convirtieron en un protagonista más al que Tati Hernández tuvo que adaptarse.

"Cada personaje", explica, "lleva en la mayoría de los casos un único vestuario, pero hubo que multiplicarlos porque entre la lluvia y las propias condiciones del rodaje se mojaban o se estropeaban". Cuenta Tatiana que el primer día de filmación "llovió muchísimo y a eso habría que sumarle que las localizaciones eran de acceso muy complicado con lo cual tampoco podíamos contar con un espacio físico en el cual cambiar a los actores y mantener resguardada la ropa".

La diseñadora de vestuario recuerda que "ya el primer día se estropearon todas las botas y el resto del calzado del elenco, debido al agua, y hubo que enviar a un zapatero parte de las piezas para que las reforzara" porque, literalmente, el cuero se estalló.

"Fue un rodaje muy complicado técnica y emocionalmente porque rodar en febrero en Anaga bajo la lluvia y con una humedad, bruma... fue un desgaste para todos. Sin embargo", reconoce, "la situación encajaba con la imagen tan dura que se relata en Oro".

Oro es una aventura de época inspirada en las épicas expediciones de los conquistadores españoles del siglo XVI, Lope de Aguirre y Núñez de Balboa, a través de la selva amazónica en busca de una mítica ciudad que, según se creía, estaba hecha completamente de oro. La película retrata con crudeza la violencia existente tanto en los acontecimientos como en las personalidades de aquellos españoles que se embarcaron en la mayor proeza de la historia como fue el descubrimiento y la conquista de América, y la permanente búsqueda del mítico El Dorado.

Un barranco de Tenerife, por tanto, se convirtió en la selva Amazónica pero la lluvia, inesperada con semejante intensidad, "complicó todo de tal manera que incluso creamos un camión secadora con ventiladores de aire caliente para secar la ropa y mantener así a los actores secos en la medida en la que se podía. De hecho", dice sobre su responsabilidad de mantener a los actores lo más confortable posible, "en el caso de los indígenas, que salen casi desnudos en la película, se idearon unos anorak de cuerpo entero para mantenerlos seco entre toma y toma".

Algodón, cuero, seda y tintes naturales

Tatiana Hernández explica que el vestuario, "que partió de cero", recuerda, "se confeccionaba y luego se machacaban para que tuvieran el aspecto de ropa usada que reuqería la película, aunque siempre teniendo cuidado para que se mantuviera bien todo el rodaje".

Para la confección de largo centenar de piezas creadas para Oro la tinerfeña empleó algodón, seda, cuero y tintes naturales "que yo puedo manejar a mi antojo para que las prendas no tengan un aspecto perfecto, como industrial, sino más acorde a aquella época".

Tatiana Hernández dice, además, que la película de Agustín Díaz Yanes relata "una aventura cuado ya ha transcurrido buena parte de la expedición, al menos ya han soportado la durísima travesía en barco desde España a América, con lo cual la ropa tenía que parecer, por lo pronto, usada".

La diseñadora de vestuario habla también maravillas de la colaboración que tiene con Leticia Palomares, responsable de la ambientación de la película: "muchas veces tiras también de ella y su visión", dice la tinerfeña. Y no se deja atrás ni a Mónica G. Lancha ni Javier Pan Alvaro ni a Rodrigo Zaya, el responsable de los bocetos finales que crea Tatiana -y que se reproducen sobre estas líneas-.

"Ha sido un trabajo muy bonito de hacer y fue apasionante ver el entusiasmo de los actores", cuenta sobre el elenco, a quienes, para evitar que enfermaran durante el rodaje debido al agua y la humedad, en muchas de las escenas que no salen de cuerpo entero llevaban botas de agua para mantenerse secos durante las escenas.

La diseñadora del vestuario de Oro, pelñicula que aún está en las salas de cine, destaca también lo importante que fue para sus creaciones "el haber tenido en cuenta la personalidad y el físico de cada uno de los intérpretes". En especial destaca a Oscar Jaenada, "que es capaz de llevar cosas muy diferentes, es muy 'moda'; eso nos permitió jugar más con su vestuario". De Raúl Arevalo destaca "su presencia en pantalla" y de Coronado, "que es un tipo generoso además de un galán".

Eso sí, sobre su trabajo con la actriz Bárbara Lenni, Doña Ana en la cinta, dice "estar muy satisfecha; también es verdad que es la que más ropa luce de todo el elenco", bromea esta canaria afincada en Madrid que cuenta con uno de los currículum más interesantes del panorama nacional. Además de su Goya por Lope, ha sido nominada por películas como El Niño, de Daniel Monzón; Los Amantes pasajeros, de Pedro Almodóvar; o La Gran Aventura de Mortadelo Y Filemón, de Javier Fesser. Asimismo, cuenta entre su filmografía destacada con títulos como Intacto o Intruders, de Juan Carlos Fresnadillo (con quien comenzó en el cine); La gran familia Española, de Daniel Sánchez Arévalo o La vida secreta de las palabras, de Isabel Coixet.

Tatiana Hernández tiene también pendientes de estreno El cuaderno de Sara, de Norberto López Amado, y Yucatán, de Daniel Monzón. "No me puedo quejar de como me trata mi profesión", dice sobre un trabajo, que califica de "apasionante" pero reconoce que también "tiene una parte dura y aburrida quizá, que es la parte de gestión y que el público desconoce", habla del lado menos conocido de la labor del responsable del vestuario.

En Oro, además de la ropa, también son creaciones de Tatiana muchos complementos, como los collares. Mientras, el atrezzo ha sido cedido por el Director de Arte de la peli y las espadas fueron cedidas por la empresa de efectos especiales Reyes Abades.

¿Y el director, Agustín Díaz Yanes, le dió alguna indicación?

"Sí; me pidió que incluyera a algún personaje, como homenaje, el casco de Aguirre, la cólera de Dios. Y es uno de los que lleva Juanjo Ballesta en la película. Tano y yo somos muy fans de esa película", concluye la figurinista canaria.