El proyecto Territorio CAAM regresa al centro de Vegueta con una reinterpretación de la obra de la artista Concha Jerez. Las Interferencias de la Premio Nacional de Artes Plásticas 2015 y Premio Velázquez de Artes Plásticas 2017, han sido el punto de partida de un grupo de alumnos de segundo de Fotografía y de primero de Diseño de Interiores de la Escuela Superior de Arte y Diseño de Gran Canaria, y cuyo trabajo se plasma en la colectiva Territorio CAAM, que inaugura hoy el espacio museístico, a las 20.00 horas, en la sede de la calle Los Balcones, 9.

"Esto funciona casi como un vivero de artistas, para ver como funcionan los nuevos creadores", puso de manifiesto ayer Orlando Britto, director del CAAM, en la presentación de esta muestra, junto a buena parte de los alumnos que exhiben en el centro hasta el próximo 28 de enero, y dos de los profesores de la Escuela: Guanarteme Cruz y Marta Delgado.

La de 2017 es la edición número 19 de Territorio CAAM, proyecto que nació en 2008 con el nombre de Territorio Okupado, y que comparten la Escuela de Arte y Diseño y el Departamento de Educación y Acción Cultural (Deac), del CAAM, que coordina Inmaculada Pérez, con la premisa de que estudiantes, artistas en construcción, se implicaran en la dinámica museística, en la producción y montaje de una exposición de arte contemporáneo.

Para el CAAM, "estas colaboraciones son fundamentales porque generan sinergias entre un centro de arte y las escuelas, en este caso de arte, el espacio donde se desarrollan los futuros artistas o creadores en distintas disciplinas, y la idea es que podamos seguir desarrollando colaboraciones en otros proyectos que desarrolle el CAAM", señala Orlando Britto.

Es en conjunto, una crítica hacia los medios de comunicación, la saturación de contenidos, la viralidad de las noticias direccionadas, y en definitiva, el ruido mediático que genera las interferencias que presiden la retrospectiva de Concha Jerez. Cuatro salas de Los Balcones 9, y el patio son ocupadas por las distintas interpretaciones de los alumnos de Fotografía y de Diseño de Interiores.

El visitante se encuentra con un Espacio interferido en el patio, una intervención efimera armada por un grupo de estudiantes de primer año de Diseño de Interiores a partir de la obra Fragmentos de memorias de Julan, un encargo del crítico Antonio Zaya a la propia Concha Jerez para el Centro de Interpretación del Parque Cultural del Julan. Con esta instalación los alumnos rinden igualmente homenaje a la pieza que Jerez dedica a Zaya en Interferencias.

Las piezas fotográficas y dítpicos que se adueñan de los tres espacios habilitados en el marco de Territorio CAAM, abundan en "el concepto de verdad e interferencia" en la era digital, tal como fue detallando la profesora Marta Delgado. "Se hizo un trabajo intenso en en aula a partir de material audiovisual de los archivos de RTVE, y los alumnos tuvieron claro hacia donde dirigían la obra alrededor de los conceptos de la comunicación, el ruido y las interferencias", explicó Delgado. Además, el encuentro de los alumnos con Concha Jerez, que les brindó una visita guiada a Interferencias, fue "reveladora" de cara al resultado de una exposición de "alto nivel", según Orlando Britto. Y de la mano de Miguel Pons, responsable de montaje del CAAM, los jóvenes artistas "conocen los mecanismos de producción y presentación de la obra y cómo dialoga la obra con el espacio".

De cualquier manera, no ha sido tarea fácil llegar al ideario de Concha Jerez, y a partir de esa asimilación generar obra nueva con las mismas coordenadas como referente. El vicedirector de la Escuela de Diseño y profesor de Fotografía, Guanarteme Cruz, subraya la complejidad del reto artístico: "No es fácil acercarse a la obra de Concha Jerez, y los trabajos que son más conceptuales los interiorizas de otra manera, pero los alumnos tienen formación suficiente para este proyecto, y la relación con el artista también ayuda."

Comida rápida que se consume con la misma voracidad que las noticias que se generan; el aislamiento desde el absurdo; el poder de las redes sociales y la construcción de la falsa identidad; la imposibilidad de escapar de la sombra del pasado; la lectura y sus interferencias; o la dependencia de la telefonía móvil -los hombres/mujeres luciérnaga- cuyo halo de luz se posiciona como la única ventana a una realidad construida , son las distintas metáforas plásticas que han plasmado alumnos de fotografía como Alejandro Robaina, Sara Moreno, Isabel Ojeda, Victor Roch, Lara Navarro, Adrián Santiago, Brígida Santana, Jonathan Herrera o Adrián Suárez.

Controlar la mirada

Los alumnos de segundo de Fotografía han aportado otra instalación performática a este Territorio CAAM que, con el título de Infoxicación, desarrolla los mismos conceptos de comunicación e interferencias. "Nuestro fin es controlar la mirada del espectador, para crear la inteferencia, y nuestra intención es crear como un camino de ovejas con esta propuesta", señala Alejandro Robaina acerca de esta instalación sembrada de pantallas, que vomitan el ruido mediático.

Es Infoxicación una instalación que se contamina de manera certera del discurso de Concha Jerez. Un singular laberinto de reducidas dimensiones donde el espectador experimenta como los medios posicionan y desorientan a su antojo, y cómo se altera su percepción de la realidad que también viene impuesta. "Una comunicación entendida desde los mass media y también desde las redes sociales, en las que la ciudadanía asume el rol de informante y puede generar interferencias a través de la desinformación o el adoctrinamiento", se afirma desde el propio CAAM acerca del concepto de la pieza en cuestión.

Los alumnos proponen aquí un acercamiento en tres escalas, que son a su vez las tres partes en las que organiza la instalación. Una primera denominada El laberinto en la que el camino está claro para quien se adentra, y hay opción de retorno, y donde surge el concepto de rebaño al que alude Alejandro Robaina. Una segunda parte, El camino a la muerte, donde el público se mueve como puede entre cortinas de plástico que parecen conducir a un matadero ficticio. Aquí no hay ganado alguno que sacrificar, sino que la verdad que encierra el hecho informativo, la que tiene fecha de defunción.

El recorrido de Infoxicación acaba en la tercera escala,y que presidida por el rótulo de El ruido y la desinformación, postula desde lo colectivo una "desfiguración de la realidad" que tiene efectos distintos en los comportamientos particulares.