Sólo la portada ya vale su precio en oro. La imagen de Los del Río rodeado de personas desperdigadas por el suelo (¿dormidas o muertas?) te transmite que aquí hay mucho doble sentido y segundas lecturas. Lo cierto es que el tercer disco de esta banda madrileña agrupa una serie de canciones que se mueven entre el punk de Los Nikis y el pop castizo de Gabinete Caligari. Sea como fuera, ambas referencias son muy recomendables. Y así podemos disfrutar de su sutil ironía sobre sucesos cotidianos en las sensacionales El mejor amigo del hombre o Accidente donde muestran su dominio del powerpop en su vertiente más elegante y refrescante.
