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Música

"Me examino en cada concierto"

"Uno de mis sueños por cumplir es grabar un disco con Filarmónica de Gran Canaria", confiesa el cantante, José Vélez

"Me examino en cada concierto"

Cierra el año, a nivel profesional, en Fuerteventura, ¿qué balance hace de 2017?

Ha sido un buen año a nivel profesional. He ofrecido conciertos en Argentina y Colombia. Todos con éxito. Pero más allá de eso, que está muy bien, 2017 ha sido un buen año porque mi familia y yo hemos tenido salud. Eso es lo realmente importante. Que te llamen para trabajar, cuando ya llevas más de 40 años en este negocio, está muy bien. Mentiría si dijera que eso no es fantástico. Lo es y soy feliz por cantar y ofrecer recitales a mis fans. Pero lo mejor es tener salud y disfrutar de todo eso con la familia.

¿Cómo afronta una cita así? ¿Cuál es la rutina de los días previos?

No hay rutina; hay responsabilidad. Cuando me comprometo a dar un concierto, mi primer objetivo es estar a la altura de lo que esperan mis fans. No hay más. Hay un compromiso y una responsabilidad con ellos. Me examino en cada concierto, cada noche sobre un escenario es un nuevo reto. Además, la cita del 17 diciembre en Fuerteventura será la primera vez que cante en el Palacio de Congresos de Puerto del Rosario, un recinto del que me han hablado muy bien. Me apuntan que tiene muy buena acústica. Voy encantado

En los ensayos previos, ¿cuántas canciones maneja? ¿Cuesta desprenderse de alguna o tiene un setlist fijo que apenas mueve?

Trabajo con mis músicos de siempre, que son excepcionales. Es muy difícil variar el repertorio, aunque sí hago variaciones según el lugar. En Sudamérica me reclaman canciones que aquí no son tan conocidas y en Canarias hay algunos temas que no puedo dejar cantar. Por ejemplo, en países como Argentina o Chile gustan canciones que aquí son caras B. Pero al final todo gira a partir de mis clásicos de siempre.

Es como ir a ver a los Rolling Stones y que no toquen el (I Can't Get No) Satisfaction .

¡Claro! Hay canciones que no puedo mover, que hay cantarlas siempre. En Chile, por ejemplo, no puedo dejar de cantar Vino griego y aquí es imposible pasar por alto El canarito. Me siento afortunado porque cuento con un repertorio de muchas y buenas canciones, pero también soy consciente que mi música forma parte de la banda sonora de mucha gente. Y eso hay que respetarlo. Me debo a ellos. En mis conciertos veo a gente que me siguen desde hace 40 años y gente joven que conoce mis temas porque suenan en tenderetes o alguien las versiona en las verbenas.

¿Qué verán los espectadores que se acerquen a su concierto de Fuerteventura?

Como apuntaba antes, yo afronto cada concierto como un nuevo examen. Mi meta es que todo salga perfecto. A partir de ahí, sonarán mis clásicos y también habrá alguna sorpresa.

En los últimos años ha girado por Sudamérica con gran tirón, ¿cree que se le valora más en países como Argentina, Chile o Colombia que en España?

¡Es que no sonamos en ninguna parte! Hace 40, 30 años, los artistas de mi generación sonábamos en Los 40 Principales, nos invitaban a la televisión, estábamos presentes. Pero ahora todo ha cambiado. Y es lógico, es ley de vida. Yo tuve mi momento y lo aproveché y ahora es el momento de otra gente. A nosotros nos toca seguir viviendo de un público que nos quiere, que nos respeta.

Pero eso no sucede, por ejemplo, en los países anglosajones. Por ejemplo, en el programa que celebraba el 25 aniversario del show de Jools Holland para la BBC, coincidieron en el cuestionario Van Morrison y el rapero Dizzee Racscal.

Ya, pero España es diferente. Y no es un tópico. Es la realidad. En Argentina, por ejemplo, Sandro mantuvo el tirón hasta su fallecimiento, al igual que Estela Raval, de Los Cinco Latinos, en Chile. Eran artistas muy especiales y muy respetados. Pero aquí todo es diferente. En España, con 30 años, ya eres mayor. Hay que asumirlo y ser muy respetuoso y fiel a tus fans.

Usted forma parte de una generación de artistas vinculados a la canción ligera que no se ha vuelto a repetir, ¿a qué cree que se debe? ¿Prima más otro tipo de producto marcado por las discográficas o los talent shows televisivos?

El mundo ha cambiado. Para todo. Ahora, técnicamente, hay grandes avances. Es una maravilla el nivel tecnológico a nivel de aparatos para grabar o actuar en directo. Y facilita mucho el trabajo. Además, también creo que ahora cuesta menos llegar. Y eso es bueno, nosotros no lo tuvimos tan fácil. Me explico. Antes, para triunfar, había que dejar tu casa, desplazarse hasta una gran capital y trabajar mucho para que te abrieran una puerta. Ahora todo es más democrático gracias a las redes sociales. Puedes grabar tu canción y, de inmediato, darla a conocer al mundo gracias a internet. Eso está bien. Pero al mismo tiempo creo que parece que vale todo, que se hacen canciones para consumir y tirar, como si fuéramos a comer a un establecimiento de comida rápida. Luego está el problema de despreciar a artistas que triunfaron hace años por otros motivos que poco tienen que ver con su música.

¿Por ejemplo?

Camilo Sesto, por ejemplo. Camilo es un autor maravilloso de música romántica, tiene grandes temas. Y es muy respetado en Sudamérica. Aquí, sin embargo, se habla más de él por sus operaciones estéticas y otras historias. Al final creo que falta autenticidad y que se vuelve a beber de las mismas fuentes, que son esos artistas que llevan muchos años en la carretera. Cuando las cosas son buenas, no hace falta más. Juan Gabriel es otro ejemplo. Durante años, fue el más cuestionado. Los intelectuales se reían de él porque consideraban lo popular de segunda fila. Ahora, tras su fallecimiento, Estados Unidos y México se han volcado con él. Hasta Maná canta canciones de Juan Gabriel.

¿En algún momento ha valorado la posibilidad de volver a grabar sus éxitos junto a artistas canarios más jóvenes, como Efecto Pasillo, Los Vinagres o Said Muti?

No, no se me ha pasado por la cabeza. Pero lo haría encantado. Efecto Pasillo, por ejemplo, lo están haciendo muy bien. Su música es muy alegre y años en los que ha faltado la alegría ellos la han aportado. En Canarias hay gente joven con mucho talento. Hacer ese disco sería una posibilidad, aunque lo que sí me gustaría hacer y aún no lo he hecho, sabe qué es?

Cuénteme.

Aunque no sé si lo debería hacer público, porque al final igual no sale?

Usted decide.

Lo tengo en mente desde hace años: grabar un disco en directo con la Filarmónica de Gran Canaria. Pero quiero hacerlo bien, muy profesional. Y hacerlo en su momento, con una buena promoción y colocarlo en las plataformas adecuadas. Hace dos años publiqué un álbum que pasó desapercibido porque no se promocionó bien y no me gustaría que eso vuelva a suceder.

Los Vinagres tiene un tema con su nombre que se ha convertido en un hit, ¿qué se siente ante eso?

Mucha alegría, la verdad. Y lo hacen muy bien. He escuchado algunos temas suyos por internet y tienen un sonido muy particular, muy especial. Y eso no lo pueden decir todos los grupos que empiezan ahora. Cuando a uno lo recuerdan con cariño, y no con mala fe, es motivo de alegría.

¿Cuándo regresará a un estudio para grabar material nuevo?

No lo sé. Como comentaba antes, a partir de ahora, me gustaría cerrar detalles de la distribución antes de grabar. El negocio ha cambiado y es muy importante situar tu trabajo en las plataformas adecuadas para que no pase desapercibido. Pero me mantengo activo. En enero, el día 7, inicio gira por Argentina. Y en febrero daré el salto a Estados Unidos para cantar en Miami y Los Ángeles, donde la comunidad latina es muy importante. Y en junio hay algo previsto para Gran Canaria.

¿Qué música suena en la casa de José Vélez?

Más bien en el coche, porque en casa prefiero leer o ver la televisión. Pues escucho a Pablo Alborán, de quien considero que tiene una técnica fantástica. Por supuesto a Frank Sinatra, porque de alguien tan grande se aprende todos los días. Y aunque pueda parecer extraño, porque es rock, también reviso las canciones de Queen. Freddie Mercury era una vocalista fantástico.

¿A qué cree que se deba el tirón, durante los últimos años, de la música latina?

Sudamérica ha dado siempre grandes artistas y el problema es que aquí no se conocían. Un ejemplo: Celia Cruz, con la que coincidí en América Latina, se dio a conocer aquí cuando ya era muy mayor. Siempre han trabajado bien, lo que pasa es que aquí no se les promocionaba. Es más, aquí sonaban más artistas italianos que sudamericanos. Eso ha cambiado ahora. Y como comentaba antes, internet y las redes sociales han tumbado ese muro. En Sudamérica siempre hubo gente muy interesante. Me alegro y está bien que funcione ahora su música por todo el mundo.

¿Qué se siente cuando un grande como García Márquez alaba una de sus canciones?

Sí, le gusto mucho Por qué te fuiste pá. Me lo comentó. Eso te emociona y te da alegría, pero me sucede cuando me lo dice García Márquez o alguien anónimo. Para un artista, que le recuerden por sus canciones y por su trabajo, es lo máximo.

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