La soprano tinerfeña Raquel Lojendio es una de las voces protagonistas, junto al barítono Carles Pachón -ganador del Concurso Internacional de Canto Alfredo Kraus 2017- del concierto navideño Zíngaro que protagoniza la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria el jueves 21 de diciembre en el Auditorio Alfredo Kraus. Un concierto benéfico en favor de la Obra Social de Acogida y Desarrollo, dirigido por Christoph Campestrini y que cuenta además con el Coro de la OFGC, con Luis García Santana al frente, que lleva en programa piezas de opereta y zarzuela firmadas por Léhar, Moreno Torroba, Soutullo y Vert, Guerrero, Vives, Chapí, Dvorák y Smetana.

Raquel Lojendio es una soprano de amplio repertorio. De voz versátil se mueve con especial soltura entre las páginas de Bach, Mozart, Stravinsky Verdi, Shostakovich o Wagner. Y este concierto, "el último del año", le brinda la oportunidad da de actuar "con la Orquesta Filarmónica, que es maravillosa".

"Para nosotros, que siempre estamos del tingo al tango, estar en casa siempre es un placer, y este año, y en particular este diciembre, ha estado muy activo, y me gusta mucho, y creo que en una carrera como la nuestra es muy importante combinar el sinfónico con la ópera, y el concierto", asegura la cantante tinerfeña.

Una dinámica que le viene bien como cantante y que hasta la fecha le ha permitido trabajar distintos roles y repertorio. La" verdad es que siempre digo que no tengo una voz ni demasiado grande ni pequeña, y eso hace que pueda cantar", explica la soprano. Prueba de esa versatilidad está en su agenda última, que por ejemplo hizo que la pasada semana estuviera en el Festival de Música Antigua de Úbeda cantando barroco; o cambiar de registro hacia la ópera "como ocurrió hace poco en el Teatro Real con Plácido Domingo, y con otro canario, Airam Airam Hernández, y de momento mientras la voz esté sana y joven tengo que aprovechar todo", subraya la soprano.

Formación y técnica

Formada en el Conservatorio tinerfeño y en el Superior del Liceo de Barcelona con Carmen Bustamante, y perfeccionó la voz y técnica con María Orán, en Tenerife, y con Kristina Laki, en Barcelona. La soprano asegura que la formación ha sido la clave del éxito en su carrera. "Empecé haciendo mucho sinfónico, ahora hago más ópera, que curiosamente es al reves, y quizás sea por eso, porque la voz se ha mantenido sana, y me permite ahora, con la técnica adquirida estos años, abordar papeles operísticos más densos".

Lojendio detalla que, "al principio, cada vez que cobraba por un concierto, una parte lo destinaba a las clases con profesoras que seguía por todo el mundo. Esto era lo más importante, y todo lo demás era expresar tu duende, tu sentir, y creo que gracias a esa inversión que hice en técnica me ha permitido ir afrontando cada vez cosas más complicadas".

Tiene claro Raquel Lojendio que seguirá en la escena mientras su voz esté a la altura de cada reto. En la conversación, puntualiza que "cuando vea que no puedo afrontar ciertas cosas ya empezaré a pensar, pero mientras la técnica me lo permita seguiré". No ha frecuentado roles que no se adapten a su voz y técnica. Ahí está la inteligencia por parte del manager y por parte mía, e incluso en el caso de Wagner, siempre he hecho los roles más agudos, más dulces por así decirlo".

Con grabaciones para sellos como Deutsche Grammophon o Naxos, y con un currículo que incluye a las principales orquestas españolas, la Filarmónica de Berlín o la Sinfónica de Boston, la soprano tiene por delante, "un mundo de roles por hacer", sin prisa ni presión alguna. En este sentido, Raquel Lojendio señala que "por ejemplo, he tenido la suerte de hacer La Traviata varias veces, pero si me apetece hacer Mimi de La Boheme, y otras cosas que están ahí y que no puedo contar, cosas interesantes que posiblemente llegarán".

En cuanto al concierto del jueves 21 con la OFGC, Lojendio apunta que ha sido programado por el maestro Christoph Campestrini, asesorado por lo que a nosotros nos venía bien, y con el título de Zíngaro se engloban todas esas romanzas de zarzuela, opereta vienesa y alemana, que son de inspiración gitana, y creo que es un programa festivo y espectacular."

A Carles Pachón no le conoce, aunque le parece importante su condición de ganador del Concurso de Canto Alfredro Kraus. "Que no se olvide el nombre de Alfredo [Kraus], los jóvenes cantantes necesitan ayuda, y todo lo que sea un concurso, un premio, es un aliciente, tanto para los cantantes como para los instrumentistas". La soprano tiene claro que "la época de los grandes no volverá, Alfredo Kraus, Renata Tebaldi, esa época no la podemos repetir y está bien que así sea; quizás ahora hay más gente, priman otra serie de cosas, los valores son otros, hay cantantes fantásticos y en Canarias tenemos ejemplos como Yolanda Auyanet, Davinia Rodríguez, Airam Hernández, Celso Albelo, Jorge de León, hay una genaración buena, y además son buena gente".