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Escenas de la vida cotidiana

Navidad, familia, adopción y adolescencia en una novela de Laura Kasischke

Escenas de la vida cotidiana

Laura Kasischke es una autora estadounidense; Una noche de invierno es su décima novela, y, hasta donde me he podido informar, la primera traducida al español. Tres de sus novelas han sido llevadas al cine: Suspicious River (dir.: Lynne Stopkewich, 2000), La vida ante sus ojos (dir.: Vadim Perelman, 2007) y White Bird in a Blizzard (dir.: Gregg Araki, 2014), presentada en el Festival de Cine de Gijón de 2014. Kasischke ha recibido varios premios por su narrativa y su poesía en Estados Unidos y en Francia, donde goza de una fama notable.

Una noche de invierno comienza como una narración intranscendente, una mañana invernal en una casa cualquiera, donde lo más notable es que es el día de Navidad y vienen varios familiares a comer. Poco a poco, el contenido de la novela se va haciendo más denso; a pesar de que, en ese momento, sólo están en casa una madre y su hija, sus discusiones, sus roces y los recuerdos que se van acumulando en el ambiente conforman una vida familiar progresivamente alterada. El final (no caigan en la tentación de leerlo antes de tiempo) aclara muchas cosas y confiere unidad y lógica a toda la novela.

La madre, con aspiraciones de escritora, se debate entre la felicidad de tener una hija adoptada, muy deseada, y el desasosiego de una mente creadora que, atrapada en el día a día de ama de casa y administrativa, ha dejado de escribir. El tiempo que arranca a sus "deberes" de esposa y madre no le basta para concentrarse en la escritura, a la vez que le hace sentirse culpable por el tiempo que desvía para sí misma.

La obra comienza con la escritora frustrada frente a una hija adolescente, una transmutación de aquella bebé feliz que acunó en sus brazos y de aquella adorable niña que pasmaba a padres y abuelos con su sabiduría. La adolescente se encierra en sí misma, en su habitación, y abre un abismo de culpabilidad y reproches en su madre adoptiva, quien experimenta la desazón del miedo a algo intangible que la acorrala cada vez más y que produce en quienes leemos una creciente inquietud.

La madre vuelve una y otra vez al pensamiento de que escribir le ayudaría a exorcizar el mal que le acecha: "escribir, hacer o crear o tejer algo con el material de su psique", que es, al fin y al cabo, lo que está haciendo al narrarnos, pormenorizadamente, si bien de manera fragmentada, la historia de su vida.

El impacto que la novela nos produce se deriva de la cotidianidad de todo lo que nos cuenta, de manera que es fácil reconocerse en alguna de las fases de esta familia estadounidense de clase media, en un pueblo sin características distintivas y con una relación "normal" con todo su entorno. No menos importantes son los temas que subyacen a esta rutina cotidiana, tales como la enfermedad, la esterilidad, la adopción y el difícil tránsito de la adolescencia.

Si leen esta novela de Laura Kasischke, comprenderán que la autora ha llegado a nuestro idioma para quedarse.

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