"No me considero un artista, la palabra me viene grande. Me considero simplemente una persona que hace cosas y reflexiona en público, en este caso a través del collage, de asuntos que preocupan". Antes de hablar del por qué de la exposición Hibridos, que descubre el martes 13 de marzo en el Club LA PROVINCIA, a las 19.30 horas, Óscar Valido deja claro que es un diseñador gráfico con un trabajo ligado a la publicidad, y que entre sus ambiciones no estaba ver su obra expuesta en una galería de arte. La muestra que inaugura en el espacio cultural de la calle León y Castillo nº 39, bajo, y que estará abierta al público hasta el viernes 23 de marzo, es "un ejercicio personal de creatividad e imaginación en el que trato de trasladar al visitante, al espectador, a un mundo paralelo donde los objetos cotidianos pasan a ser otro objeto, una invitación a la imaginación en estos tiempos tan revueltos que corren", explica Valido.

Es la primera individual que protagoniza, aunque no es su estreno en exposiciones, ya que el pasado año exhibió dos obras en la colectiva El Mar junto a otros artistas, que trabajan la pintura y la fotógrafía, en la Plaza del Pilar, en Guanarteme, en la primera edición del proyecto La Artzotea en la calle, que coordinó el propio Óscar Valido. Un total de 39 piezas presenta en el Club LA PROVINCIA en Híbridos, un título que tiene que ver no solo con la representación de objetos y su discurso plástico, sino también con la técnica que trabaja, el collage digital. "Creo que sería el término correcto para lo que estoy haciendo, que no es otra cosa que descontextualizar los objetos y darles otra categoría, de metáfora visual", decía Valido el pasado viernes en la galería de arte mientras tomaba la medida al espacio de cara a la distribución de las piezas, y que según revela, "había muchas más, y hubo que hacer descartes porque algunas se salían del motivo de la exposición".

Sin título

La obra de Óscar Valido, presentada en pequeño formato, se presta a múltiples interpretaciones: la que imprime el autor, y la que provoca en el público. "Se trata de eso", sentencia el diseñador gráfico, y ninguna de las 39 que reúne en Híbridos lleva título. Una licencia del artista que deja a decisión del público los nombres que a cada uno le sugiera. "Las obras las tengo con sus títulos correspondientes en el mundo virtual, donde me estrené, pero he preferido que cada persona que se acerque a la exposición le ponga el nombre que le sugiera", señala Valido.

El mundo virtual al que se refiere son las redes sociales, en particular su perfil en Facebook, la primera ventana a la que se asomo Óscar Valido con esta obra.

Lo que ocurrió después, al igual que esta exposición, le cogió por sorpresa. De alguna manera fue una motivación añadida para continuar trabajando en esta línea. Asegura Valido que en las redes sociales "se produjo un feedback, un retorno de la gente que participaba de forma espontánea aportando sus propios títulos y percepciones, y fue curioso como se generó esa dinámica, y que ocurriera esto fue satisfactorio, ya que era una manera de interactuar con la gente".

Este juego plástico de Valido tiene que ver con la voluntad de "seguir con la creatividad y extrapolar los conocimientos que manejo como diseñador gráfico y trabajar en otra faceta diferente". Todo empezó, según detalla, "como una diversión sin que existiera un fin expositivo, porque en el mundo digital me relaciono bastante con todo lo que tenga que ver con el mundo de la publicidad, y el arte, que siempre me ha interesado".

Reitera Óscar Valido que su acercamiento a una galería lo hace desde su condición de diseñador, o como le gusta decir, "simplemente una persona que hace cosas; llevo toda la vida descubriendo arte y yendo a exposiciones, y lo que hecho es expresar todo esto, y nunca estuvo en mi afán presentar la obra como ocurre ahora, y esta exposición se produce por la invitación que me hizo el Club LA PROVINCIA. Nunca pasó por mi cabeza llegar hasta aquí".

Las piezas de Híbridos no responden a un discurso uniforme ni a un desarrollo sobre una temática en particular, sino a la apropiación objetual que direcciona al otro, al espectador, con una estética crítica y satírica. Las relaciones personales y la política, y sus episodios de traición, el uso y abuso de la electricidad en ligazón con las energias limpias, el derroche del agua, el cambio climático, el maltrato animal o los transgénicos, se asoman de distinta manera y con desigual tratamiento a su obra.

"Con esto llevo unos seis o siete meses, y cuando llegó la propuesta busqué un nombre más artístico y con impacto, y el concepto Híbridos tiene que ver con las fusiones que había en la obra", puntualiza. Para entender como aplica todos estos conceptos y otros muchos, que se prestan igualmente a un cruce de palabras entrer los objetos fruto de esa hibridación, Valido subraya que "en publicidad, llega un cliente que tiene una marca y hay que crear un concepto para vender".

Una máxima ésta que ha aplicado a las ilustraciones digitales que manipula con programas de edición fotográfica. "Cuando empecé primero pensaba en un concepto que quería materializar en un objeto que no tuviera nada que ver, crear una metáfora de ese concepto por medio del objeto. Luego vinieron las fusiones con esos objetos que daban un doble sentido, y logicamente los temas sociales que me preocupan: las noticias de a diario me influyen mucho porque vivo en este mundo y no puedo ser ajeno".

La realidad de Canarias aflora sutilmente en estos collages."El discurso está en algunas piezas, no en todas, y ese discurso ha cogido dos caminos: uno de materializar los conceptos en determinados problemas sociales, como el agua, los campos de golf, el uso que se hace de la energía, el maltrato animal, la protección de la naturaleza, y otro digamos de asociación de objetos con un resultado irónico".

A esto se suma un singular "juego con las palabras", que al igual que ocurre con las imágenes que manipula, revelan esa dualidad.

La limpieza de las piezas, toda vez que el diseñador rehuye de composiciones recargadas, y el uso de una carta de colores en tonos pastel, entre ocre, marrón, gris y verde, dan como resultado "un collage limpio con colores particulares". Afirma Óscar Valido que "uso una capa en la ilustración, al terminar, a modo de veladura, todo con tonos muy sutiles, imitando esa cortina que se planta encima de los ojos, para romper la rutina de la retina, ese lagrimal que lo deja todo tenue y nada brillante".

Se cuestiona Óscar Valido si en la actualidad "sólo los artistas tienen derecho a expresarse", y si los creadores y creadoras de cualquier disciplina han de tener un compromiso con el tiempo que les toca vivir. En definitiva, la manifestación artística como herramienta de reflexión, crítica y denuncia.

"En mi caso, son imágenes que impactan a la gente, por lo que estoy viendo, y quizás ha tenido cierto impacto en las redes porque no es habitual de este tipo de arte en las exposiciones en Canarias. Hay autores como Joan Brossa o Chema Madoz, autoridades en el campo de la poesía visual, que trabajan con este tipo de imágenes, aunque la diferencia está en que ellos construyen el objeto, y yo lo hago a lo pobre".

Esta exposición no altera su devenir profesional. "No creo en un antes y un después, no lo se, ya me ofrecieron exponer en Agüimes y dije que no, no es mi misión meterme en este mundo artístico".