La programación de la Sección Oficial del 18º Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria reúne una muestra del estado actual de cine de autor contemporáneo en las cinematografías del mundo, pero, entre los 12 largometrajes a concurso, este año no compite ninguna película española y, tal como valoró Luis Miranda, director del certamen, durante la presentación de sus contenidos, "habría que preguntarse si el cine español necesita una revuelta".

Sin embargo, ese "otro cine español" que se desmarca de las convenciones narrativas para brindar una mirada autoral diferenciada en la creación cinematográfica cuenta con un espacio destacado en el Festival de Cine al abrigo de la sección Panorama España. Esta edición, además, ha contado con la presencia de todos los cineastas en el apartado de largometrajes, cuyos filmes transitan en los márgenes de la industria pero que, poco a poco, se abren camino en el circuito de festivales internacionales.

El cineasta madrileño Adrián Orr, que hace doblete en el certamen como miembro del jurado oficial de cortometrajes, presentó su ópera prima Niñato, que atesora un destacado recorrido en festivales. Además, la joven Nila Núñez presentó Lo que dirán, otro interesante debut sobre identidades y prejuicios; Antonio Morales introdujo Marisa en los bosques, también ópera prima, en la que cristaliza el universo de los actores; y Miguel Ángel Pérez Blanco presentó la lisérgica Europa. Además, se proyectaron los cortometrajes Aliens (Luis López), Areka (Colectivo Atxur Animazio), La inútil (Belén Funes), Les bones nenes (Clara Roquet), Los desheredados (Laura Ferrés) y Matria (Álvaro Gago), con la presencia de Funes.

Entre ellos, el proyecto del largometraje de Adrián Orr, Niñato, concurrió como work in progress en la primera edición del Mercado del Cine Casi Hecho (MECAS) en la pasada edición del Festival de Cine de Las Palmas y, meses después, se alzó con el premio a Mejor película internacional en el Festival de Buenos Aires de Cine Independiente (BAFICI) y en el Festival Internacional de Cine de Quito (FICQ), entre otras distinciones.

"La historia de Niñato nació de mi cortometraje Buenos días, resistencia, porque sentí que se podía ampliar ese material y profundizar en los personajes ", revela Orr. "Sobre todo, me interesaba la dicotomía de David, protagonista y amigo de siempre, porque, desde que fue padre, he admirado esa pasión que mantiene aún por la música y que, de alguna forma, es la misma que manifiesta cuando está con los niños, como si ambas pasiones se retroalimentaran", revela. Para Orr, "esa dicotomía de un padre joven que está aprendiendo a ser adulto pero que, al mismo tiempo, mantiene sus sueños de adolescencia, y que enseña a los niños a tener una autonomía que posiblemente él mismo no tenga, tal como se espera de un adulto en esta sociedad, refleja las contradicciones que tenemos muchos".

A caballo entre el documental y la ficción, filmada en el transcurso de seis años, Orr celebra que Niñato haya tenido "muy buen feedback" y que, además, se estrenará en salas comerciales el próximo mayo. Al respecto de ese "otro cine español", creado con más imaginación que recursos, Orr sostiene que " es muy evidente que existe esa realidad, porque en España el cine está muy dejado por parte de las instituciones públicas".

"Creo que hay muchas formas de ayudar al cine, no sólo a través del apoyo directo, sino también a proyectos en desarrollo o a las vías de exhibición", explica. "Pero, aunque sucede en general, en España es especialmente evidente que es muy difícil hacerse hueco con una película pequeña, sin campañas de publicidad de televisión masivas. Y sin embargo, creo que este cine de autor es el que está más vivo en España, porque cuenta mucho mejor quiénes somos y dónde estamos a nivel de país y de cinematografía frente al cine comercial más estereotipado, que repite el mismo formato y que, en realidad, podría hacerse en cualquier parte del mundo".