La banda neoyorquina lo ha vuelto a hacer. Ha sido capaz, como en sus cuatro anteriores trabajos, de agrupar una multitud de estilos con el común denominador de su sello personal. Diez canciones y otras tantas referencias maravillosas. Ya solo el tema inicial, Never coming back, con su mezcla de gótico, krautrock, post-rock y noise avisa de que lo que viene a continuación mantiene la excelencia. Por tanto, no es una exageración decir que Execution tiene lo mejor de Bauhaus y Siouxsie. O que Too tough to kill conserva el dulce dream-pop de Cocteau Twins y Lush. Sin olvidar las referencia slowcore hacia Slint o Bedhead que alberga Wasit electric.
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