"La Policía venía a llevarse los libros con la pistola, sin orden judicial", recuerda Carlos González, uno los socios fundadores de Océano, creada en 1975, la primera librería revolucionaria de Gran Canaria, cuya sede ocupa hoy la editorial Cam-PDS Editores / CanariaseBook, que ayer le rindió homenaje con la colacación de sus placas originales. "Si eran libros prohibidos, la Policía venía y, simplemente, se los llevaba. Los policías eran burócratas que no querían tener problemas", añade González. "Aquí la Policía funcionaba muy mal", tercia Ezequiel Antúnez.

También se producían, cómo no, secuestros de libros. "Y además, varias veces. Eso nos pasó con el libro Sima de Jinámar, relata Juan Manuel Rodríguez.

"Eran momentos confusos. No se encontraban libros", recordaba con nostalgia Ezequiel González, otro de los fundadores. Y rememora, riéndose: "Quienes estábamos o pasábamos por aquí éramos todos comunistas. Algunos más chinos, otro más rusos. Pero todos comunistas". Así, recuerda Antonio Méndez: "Aquí teníamos reuniones clandestianas del Partido Comunista, entrando a cuentagotas. Estamos hablando de 1975/76, todavía un periodo de transición". "Nos legalizaron en 1980", tercia Carlos González, que insiste: "Aquí todos éramos comunistas militantes, sin apellidos. Había hasta curas. Todos los libros marxistas estaban aquí". Por allí pasaron, entre otros, el histórico dirigente de Coalición Canaria, Gonzalo Angulo.

"Océano se abrió con un préstamos de 1,5 millones de la Caja Postal, que por supuesto devolvimos", confesaba Méndez, que enumera otro hito: "Conseguimos que, por primera vez, las editoriales nos dejaran libros en depósito. Eran una ventaja importante, pues no había que pagarlos hasta que todos estuviesen vendidos. Esto era, claro, una ventaja imporante". El cierre de famosa librería se produjo en 1980 "por el boom, entre otros aspectos, de los centros comerciales. Nosotros nos reservábamos un porcentaje de solo el 15%, lo cual empezó a ser infusiciente porque aquí había dos perdonas que vivían de esto".

Ezequiel conserva fresco en su memoria el carácter participativo de Océano. "Estábamos para todo", asegura rotundo. SI había algún acto importante, cerrábamos la librería. Recuerdo que, incluso, nos fuimos de la Feria del Libro cuando tuvo la muerte del estudiante Quesada".

Desde 1980, Océano continuó su labor como distribuidora de libros, con Juan Manuel Rodríguez al mando. "Pedí que en Canarias se sacaran todos esos libros que estaban encerrados en los almacenes. El primer libro que vendimos fue uno de Agustín Millares Carló". "Tengo, con sello del Cabildo, un manual para preparar todo tipo de drogas en Canarias", confiesa, y muestra, divertido. Pero hay más: "Estaba el libro Otro volcán, pero una vez lo abrías te encontrabas dentro con el libro blanco de Cubillo".