Cada actor tiene una forma de comportarse cuando no está bajo los focos. Y una de las personas que más saben sobre todo eso es la periodista Rocío Ayuso que ayer hizo un recorrido por el mundo de Hollywood en el Cicca durante la primera masteraclass de Animayo. La periodista ofreció la charla Rocío Ayuso entrevistando a Hollywood con la presencia del animador Raúl García.

Rocío Ayuso es periodista y productora de cine, ha trabajado internacionalmente durante más de 30 años como corresponsal extranjera en Londres y Los Ángeles y es miembro de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood que anualmente organiza los Premios Globos de Oro. Raúl García, por su parte, es el primer animador español de Disney y miembro de la Academia de los Óscar. La periodista reconoció que su interés en el periodismo comenzó siendo prácticamente una niña cuando, viendo en la televisión a la rana Gustavo, pensaba "me hubiera gustado tener exclusivas como entrevistas a La bella durmiente, básicamente contar historias de otros", dijo.

La periodista recordó que, antes de irse a Hollywood, ya hacía prensa sobre cine, por lo que el mundo de la industria audiovisual siempre estuvo presente en su mente. "Los integrantes del Jurado de los Globos de Oro son vistos con reticencias porque somos periodistas extranjeros y además damos dinero", señaló. "Mi función, además, es reconducir a los galardonados antes y después de que ya han obtenido el premio", por lo que pocas personas como ella pueden hablar sobre la verdad de los integrantes de la industria. Ayuso reconoció que en los Globos de Oro "vemos la otra cara del actor". Así, "una persona tan elocuente como Denzel Washington se puede quedar paralizada sin saber qué decir si no tiene un guión delante". O el ver cómo el grupo U2, al ganar el premio a la mejor canción en la gala, "se reúnen en una esquina y rezan una oración en silencio" antes de salir al escenario. O recordar cómo la actriz Meryl Streep "estaba temblando el día de que tuvo que decir su discurso contra Donald Trump".

En este punto, Raúl García recordó que "los Oscars son más un negocio, una moneda de cambio en donde los actores saben que tienen posibilidad de acceder a más contratos", mientras que los Globos de Oro es "una fiesta en la que no hay tanta altanería".

Ayuso repasó su amistad con los famosos. De este modo, recordó que George Clooney es "un hombre muy serio en su trabajo", una de las estrellas más completas que hay en Hollywood al combinar las facetas de actor, guionista y director" pero también "alguien muy humano y cercano" que ha utilizado su fama para fines altruistas. A Tom Cruise como "el actor que se ha hecho a si mismo, más preocupado de saludar a sus fans que de atender a la prensa". O a Robert de Niro y a Harrison Ford "como ejemplos de actor gruñón, que apenas hablan en las entrevistas y contestan con monosílabos". Pero su mejor entrevista fue a François Truffaut, "una de las grandes mentes de todos los tiempos".