"Un tren que parte es la cosa del mundo más semejante a un libro que se acaba. Cuando los trenes vuelvan, abríos, páginas nuevas", anuncia Benito Pérez Galdós al final de Tormento (1884). La inmensa obra del escritor grancanario más universal, que retrató los caracteres, derrotas, debilidades y pasiones humanas en los diversos vagones sociales de la España decimonónica, recorrió ayer su ciudad natal en un viaje literario con paradas en museos, bibliotecas, plazas y salas culturales.

Nacido tal día como ayer hace 175 años, Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 1843 - Madrid, 1920) se erige en el referente y restaurador universal de la novela realista española y, en el marco del Bienio Galdosiano, que celebra el 175º aniversario de su nacimiento este 2018 y el primer centenario de su fallecimiento el próximo 2020, la capital grancanaria se embarca en un itinerario largo y multidisciplinar alrededor de la obra de Galdós con el objetivo de abrir sus páginas a la sociedad, a los jóvenes y al resto del mundo.

El pistoletazo de salida al programa de acciones en torno a esta doble efeméride, impulsado por la consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, restalló ayer en la Biblioteca Insular con una lectura continuada de textos galdosianos a cargo de personalidades de la política, la cultura y el patrimonio artístico de Canarias. El presidente de la citada corporación insular, Antonio Morales, inauguró este maratón literario con la lectura de unos párrafos de La Fontana de Oro, primera novela publicada por el autor y cuyo manuscrito original se conserva en la Casa-Museo Pérez Galdós. También el consejero de Cultura del Cabildo, Carlos Ruiz; la consejera de Igualdad, María Nebot; el director general de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos, Oswaldo Guerra; la directora de la Casa-Museo Pérez Galdós, Victoria Galván; la directora de la Casa de Colón, Elena Acosta; el director del Museo Néstor, Daniel Montesdeoca; o la directora del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, Carmen Gloria Rodríguez, se sumaron a esta lectura colectiva de fragmentos correspondientes a más de 40 obras, novelas o ensayos que concibió este autor, tan certero e incisivo como polifacético.

Entre los extractos, el discurso feminista de Tristana, la sensibilidad en cada diálogos de Fortunata y Jacinta, el desencanto que rezuma Misericordia o la cartografía sociohistórica que dibujan los Episodios Nacionales pusieron de manifiesto la vigencia de un legado que glosa la España del siglo XIX, pero que también habla de nuestro presente. Además, las lecturas también repasaron fragmentos de La sombra, Trafalgar, Una noche a bordo, La batalla de los Arapiles, Gloria, Marianela, La desheredada, El amigo manso, Tormento, La de bringas, Miau, La incógnita, Una industria que vive de la muerte, La mula y el buey, La princesa y el granuja, Theros, Tropiquillos, ¿Dónde está mi cabeza?, Ciudades viejas, El Toboso o Ángel Guerra.

Por otra parte, el patio de la Casa-Museo Pérez Galdós acogió a partir del mediodía por otra lectura colectiva protagonizada una treintena de alumnos de 4º de E.S.O. del Colegio San Vicente de Paúl, quienes leyeron una serie de escritos galdosianos, pero también textos propios en homenaje al autor grancanario bajo la mirada de sus profesores y de algunas madres. "Creía que con encerrar a su hija en un colegio bastaba", leyó una de las alumnas, que recoge el capítulo Cómo educó a su hija de la novela Gloria (1876-77).

Y si algo caracteriza la programación del Bienio Galdosiano (2018-2020), cuyo catálogo comenzó a difundirse ayer, no es sólo su focalización en el público joven, sino también su carácter transversal, que busca aproximarse a la obra de Galdós a través de distintas disciplinas y perspectivas.

En esta línea, también el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se sumó ayer a la celebración del aniversario galdosiano con una triple propuesta de música, arte y teatro. El Palacete Rodríguez Quegles fue escenario de un concierto de la Banda Sinfónica de Las Palmas de Gran Canaria, que introdujo con un pequeño pasacalles en la calle Escritor Benito Pérez Galdós -donde se enclave el edificio- con un repertorio compuesto por Fanfarria para el hombre corriente, obra más popular de Aaron Copland; las piezas Cádiz y Sevilla, de la Suite Española Op.47 de Isaac Albéniz; el aire melancólico de Rikudim de Jan Van Der Roost y Episodios de Javier Montero Falcón.

El concierto culminó en el patio del palacete a la sombra de una escultura de arte efímero de Galdós realizada con madera de pino por el decorador y escenógrafo italiano Luigi Stinga. Se trata de la misma técnica con la que construyó un ejemplar de Rocinante en este mismo espacio con motivo del cuarto centenario de la muerte de Miguel de Cervantes, el pasado 2016. Además, el proyecto Es jueves, es teatro programó el montaje Relatos de Marianela de la compañía Fabián Lomio, protagonizado por Hermi Orihuela y Albano Matos, toda vez que el patio del Rodríguez Quegles acoge también hoy el show familiar Benito y el Teatro embrujado, una propuesta de música, títeres y juegos de clown de la compañía Espíritus de Sal.

Por último, la asociación Ateneo Ciudad Galdós dedicó un programa intensivo al cumpleaños galdosiano desde primeras horas de la mañana con actividades infantiles con el escritor como eje temático en la Plaza de Don Benito. Le sucedió una representación de la obra La conjuración de las palabras, a cargo de la compañía grancanaria Profetas de Mueble Bar y, por último, la jornada culminó con una ofrenda floral ante la estatua de Pérez Galdós y una actuación de los alumnos de la Escuela Municipal de Educación Musical. Pero este no fue el final, sino el comienzo, pues el resto de la programación anual de la ciudad está trufada de encuentros, talleres, convocatorias de premios y obras de teatro en torno al gran escritor inmortal.