Mucho se ha escrito y hablado de la partida de Francisco Franco de Tenerife el 16 de julio de 1936 para dirigirse a Gran Canaria y de allí a Marruecos (día 18) en el avión Dragón Rapide con el fin de dar el golpe de estado contra la República. Pero poco se sabe de cómo fueron los 127 días que permaneció Franco en Canarias como comandante militar, de los que 120 los pasó en Tenerife. El libro ... y Franco salió de Tenerife (Editorial Laertes), de Ramiro Rivas García, doctor en Historia por la Universidad de La Laguna, viene a cubrir ese vacío en la memoria.

"Todos los acontecimientos desarrollados en Canarias que desembocaron en el alzamiento militar y la Guerra Civil son muy conocidos pero no tanto lo que hizo Franco justo antes", asegura Ramiro Rivas, quien remarca: "Canarias y Tenerife en particular -porque Franco estuvo aquí- entran a formar parte importante de la historia contemporánea con aquellos acontecimientos decisivos. Lo que ocurre aquí va a tener trascendencia no solo en el Archipiélago, sino en el conjunto del Estado y a nivel internacional. Son los prolegómenos nada menos que de la Segunda Guerra Mundial".

La publicación de Ramiro Rivas, que se presenta hoy jueves en el Club LA PROVINCIA, a las 19.00 horas, es el resultado de una investigación de Rivas y de una tesis doctoral sobre la Guerra Civil en Canarias. "Porque en Canarias sí hubo Guerra Civil, con unas características específicas, eso sí, pero sí la hubo dentro de la retaguardia. Además, es la primera guerra civil entre canarios", matiza. "En esta obra descarto ficciones, falsas tradiciones y nuevos mitos, y me baso en documentos oficiales y testimonios", asegura el autor, que fue profesor de Geografía de la Universidad de La Laguna y profesor de Historia en el instituto Andrés Bello de Santa Cruz de Tenerife.

En la primera parte de ... y Franco salió de Tenerife, Ramiro Rivas analiza la triple vida en la Isla del que poco después se convertirá en dictador durante 40 años y responsable de miles de asesinatos y desapariciones. "Está por un lado la faceta de alto funcionario del Estado como jefe militar del Archipiélago, que le obliga a llevar una vida familiar metida en una guarnición y con grandes medidas de seguridad, y luego están la faceta de paladín de la derecha en las Islas y la tercera de conspirador y organizador del Golpe de Estado a nivel estatal", explica el historiador, quien quiere dejar claro que "es mentira que fuera enviado a Canarias como un destierro".

Según relata el doctor en Historia, "Franco no solo organiza el Golpe de Estado, sino que lucha contra los partidos y organizaciones de izquierdas en Tenerife. El Primero de Mayo, Franco saca las tropas a la calle, con operativos en Puerto de la Cruz, La Orotava y La Laguna. Era una especie de cata para ver cómo le funcionaban los despliegues de tropas".

"La sociedad tinerfeña se rebela liderada entre otros por el alcalde de Buenavista del Norte, Francisco Camejo, que luego será desaparecido, como tantos líderes de izquierdas tinerfeños", rememora Rivas, quien ha escrito otras publicaciones sobre la historia de Canarias como T enerife 1936: sublevación militar, resistencia y represión (1999) o La evolución de la propiedad de la tierra en el Noroeste de Tenerife (2006).

Intento de asesinato

La segunda parte de su nuevo libro se ocupa de dos de los hechos más controvertidos de la estancia de Franco en Tenerife: los dos intentos documentados de asesinarlo. "Hay uno primero que organiza la Federación Anarquista Ibérica (FAI). Llegan hasta la puerta de la habitación de Franco en la sede de Capitanía de Santa Cruz y este sale despavorido. Los asaltantes huyen por los jardines bajo el fuego del personal de seguridad. Ocurrió 13 de julio de 1936 por la noche".

Cuenta que hay un segundo intento cuando unos pistoleros intentan entrar en Capitanía el mismo día que se marchó de Tenerife para ir a Gran Canaria a iniciar el Golpe de Estado, el 16 de julio de 1936. "Dos de los que participaron en ese intento fueron desaparecidos. Pudo estar organizado por los comunistas y republicanos".

La fotografía que ilustra la portada es especialmente significativa. En ella, Franco aparece con dos líderes tinerfeños que el propio franquismo asesinó después del Golpe de Estado: José Carlos Schwartz Hernández, último alcalde republicano de Santa Cruz de Tenerife y que sigue desaparecido, y Manuel Vázquez Moro, gobernador civil de la provincia tinerfeña fusilado tras ser condenado a muerte por los golpistas acusado de "rebelión". "No es una foto inédita pero no se ha visto mucho. Es del 14 de abril de 1936. Me la da Isabel Pérez Schwartz, nieta de José Carlos Schwartz. Se toma en el desfile cívico-militar por el quinto aniversario de la proclamación de la República. Seguramente es la avenida del 25 de Julio, de Plaza de los Patos a Plaza Weyler".