Después de escribir para sus alumnos como profesora de Lengua y Literatura, busca el interés del lector anónimo. ¿Cómo responde a su propuesta?
En realidad escribo desde ha-ce muchos años, pero publico desde 2016. Cada lector tiene sus escritores, su tipo de lectura. Me dirijo a un público determinado, es muy difícil abarcar al público en general. Tampoco busco ser comercial, sino decir algo. Todos tenemos el deber de mejorar un poco la sociedad en que vivimos. Soy bastante reivindicativa con el papel de la mujer en la misma y con la igualdad de género a la vez que realizo una crítica social, digo lo que pienso acerca de lo que nos rodea.
Viento del este , su cuarto libro, no incluye relatos para sus alumnos sino la historia de un crimen. ¿Se siente cómoda con esta temática?
Es la historia de cuatro crímenes. Sí, es una temática más para adultos. Me siento cómoda, no por los crímenes en sí sino por dar vida a cuatro mujeres en cuyas vidas otras muchas pueden verse reflejadas, pero la salida que buscan de crimen es una ficción, un poco de novela negra simplemente. Me siento bien al escribir sobre la realidad social y reivindicando a la mujer. Los otros libros míos son relatos cortos con un fondo de crítica social también esperando que las cosas cambien.
"Nada es inofensivo", constata la protagonista cuando regresa a su pueblo de juventud, ¿Qué ha cambiado?
La protagonista ha cambiado y sus amigos de juventud también. Ya no son los adolescentes de antaño. El camino de sus vidas, lógicamente, los ha transformado para mejor o peor.
Una atmósfera "estrangulada y cansina" pone a prueba su memoria. ¿Ha experimentado realmente ese shock?
No, es ficción, pero sí es verdad que la atmósfera de un pueblo de los años 80 estaba rodeada de muchos prejuicios y de estereotipos sobre las mujeres y lo que se esperaba de ellas.
Las amigas de entonces han tenido vivencias muy diferentes, pero confluye con ellas en una terrible realidad. ¿Es algo habitual en esos retornos?
Todos creemos que cogemos caminos diferentes, pero no pasa de ser una creencia. En realidad, en la vida de todos, a pesar del camino, hay más similitudes que diferencias. A todos nos mueven sentimientos y pasiones, como el amor por la familia o el trabajo, que en realidad no nos hacen tan distintos entre nosotros.
Dice que sus alumnos y alumnas han sido la mayor satisfacción de su vida profesional ¿Añora las aulas?
Un poco sí. Desde hace unos años soy inspectora de educación, pero el trabajo con el alumnado es muy bonito y a veces se echa de menos, aunque siga dedicándome al mismo campo, pero a otro nivel.
También dice en el primer capítulo que "el pasado siempre vuelve y nunca perdona". Una tesis muy pesimista?
Sí, realmente el libro contiene un toque pesimista.
El final es desolador: "No quiero conocerme, lo que encuentro me horroriza". ¿Es vivencia o literatura?
Literatura, ficción. Todos los libros llevan algo del escritor, pero yo soy bastante optimista. No obstante, todos nos estamos conociendo a lo largo de nuestra vida e intentando cambiar aquello que nos "horroriza" o no nos gusta tanto. Realmente, la protagonista se horroriza de que nunca pensó que pudiera asesinar a alguien.
¿Cree en una literatura femenina, o todo es igual si se hace abstracción del nombre?
Creo que las mujeres en todo lo tenemos más difícil, también en la escritura. Creo en una escritura femenina, pero que no se base en hacer novela rosa. Aunque sea mujer escribo para mujeres y hombres, aunque, evidentemente, con el punto de vista femeni- no del libro se ve claro que se ha hecho por una mujer. Todos sabemos que la manera que tene- mos de percibir la realidad las mujeres aporta un punto de vista femenino.
¿Qué cosas proyecta en su vida de escritora?
Estoy escribiendo un nuevo libro. No obstante, va lento porque lo tengo que compaginar con mi trabajo de funcionaria. Siempre en la misma línea de reivindicar a la mujer y describir la realidad social con una mirada crítica.
