En el certamen participan compositores españoles o residentes en España. Todos los temas a concurso versan sobre la escultura de Chirino "Herramienta poética e inútil" , situada en un cubelo del Castillo de la Luz, y la obra ganadora -con una dotación de 4.000 euros- se oirá en ese enclave con carácter permanente. Tomás Marco es autor de importantes estudios musicales, como "Pensamiento musical y siglo XX " (2003) o "Historia Cultural de la Música" (2008), y en esta entrevista habla del singular diálogo entre música y escultura impulsado por la Fundación Martín Chirino
¿Qué opinión le merece esta singular iniciativa de la Fundación Chirino: La música como atmósfera de ese concreto emplazamiento, el cubelo que la acoge, el diálogo con una determinada escultura??
Creo que es una manera excepcional de interrelacionar escultura y música y, si la composición es adecuada, puede ser una original obra de arte conjunta.
¿Cómo vería un proceso de fusión permanente de imagen y sonido, a la manera de la Rothko Chapel de Houston?
La obra de Feldman para ese lugar no fue fruto de un concurso sino de un encargo a alguien que conocía bien la obra del pintor. Aún así, el resultado del concurso puede ser igualmente positivo si los compositores tienen en cuenta el objetivo.
Como historiador musical, ¿cómo definiría la relación entre música y escultura a lo largo de la historia?
No hay tantos ejemplos de relación como con la pintura o la arquitectura, pero cuando lo han hecho ha sido una relación muy sólida. Yo mismo soy autor de una obra, "Movilidad de la escultura " donde desfilan desde la Victoria de Samotracia hasta Korés, Chac-Mool mexicano, la Pietá Rondanini de Miguel Ángel y otras más. Por cierto, una de las piezas es "Viento de Chirino meciendo un móvil de Calder".
De la música de cámara del primer certamen, pasamos a la sinfónica del segundo. ¿Cree que el tercero, que será a nivel internacional, debe dar un paso más sumando a la orquesta coros sin palabras, o sería mejor asimilar la música vocal (lied o polifonía) sobre textos poéticos alusivos a la obra de Martín Chirino?
La presencia de un coro sin texto estaría muy bien, como ocurre en la obra sobre la Rothko Chappel. Pero desaconsejo canto con palabras, porque la música puede potenciar la escultura pero los textos introducirían otro campo semántico que distraería inevitablemente en vez de concentrar.
¿Conoce iniciativas similares en España a este diálogo entre escultura y música?
Hay algunas, como las obras de Carlos Galán sobre Venancio Blanco o la González Acilu sobre Oteiza, además de la mía, que es sobre varias esculturas u otras que hice sobre Torner o Sempere. Pero creo que no hay nada tan amplio y fuerte como lo que puede ser esta propuesta.
En general, ¿qué opinión le merece el panorama actual de la creación musical en España y el mundo?
A nivel creativo es excelente, a nivel difusión desigual según países y el nuestro es uno de los más deficitarios.
¿Y qué opinión le merecen, asimismo, los actuales compositores canarios, un ámbito que usted conoce muy bien?
Creo que hay un gran talento con una amplia selección de autores, y también de importantísimas autoras, que están entre lo mejor del panorama español y tienen en muchos casos rango internacional.
Usted ha sido un excelente divulgador de la música a través de Radio Nacional de España, ¿Cómo juzga la atención que le prestan los medios de comunicación, en general, ayer y hoy, a la difusión de la música?
Deficiente, poco comprometida y nada informada. Eso ocurre con todo lo que es cultura de una cierta altura pero resulta peor en la música.
En Canarias abundan los programas televisivos sobre folclore musical? ¿Qué le parece esa insistencia? Y, por otro lado, ¿puede hablarse hoy en día de una frontera clara entre música de culto y música popular?
Las fronteras nunca son nítidas y están para saltarlas. En cuanto a confundir identidad con folklore es una ingenuidad puramente comercial. Más identitario es Shakespeare que todo el folklore inglés
En términos generales, ¿cómo definiría su faceta de compositor? ¿Qué le inspira? ¿Cómo crea?
En mi caso, todo es motivo de inspiración. Todo lo que me rodea, sucede, leo, veo o vivo puede desencadenar una idea musical. En cuanto al modo de creación, Mi principal obsesión cuando compongo es quitar lo que sobra. Casi todo el mundo añade para perfeccionar, yo pulo dejando lo esencial. Creo que cada composición requiere una atención específica. Me interesa alejarme no sólo de las modas sino también de mi propia trayectoria anterior. Me gusta dar a cada instante su propio paisaje sonoro que puede ser muy distinto del resto.
¿Cómo definiría sus propias raíces musicales?
La respuesta a esa pregunta es difícil de acotar, pero la sintetizaría en varias líneas maestras: La gran música universal de todos los tiempos, las culturas exóticas y la fascinación por el sonido. También el sentido del tiempo y los mecanismos de la percepción sonora.
¿Tiene algún compositor de cabecera u obra que le haya marcado especialmente?
Mi cuarteto sería Monteverdi, Bach, Debussy y Stravinski pero en realidad son muchos otros según el momento. Hay incluso autores muy secundarios que en un determinado momento te pueden motivar.
Finalmente, ¿Cómo es España con sus creadores, les valoramos lo sufi-ciente?
Para la memoria histórica de los nuestros somos desastrosos. Sin necesidad de referirnos a los vivos ¿Qué orquestas españolas programan cada año obras de Esplá, Del Campo, Turina, Ernesto Halffter, Montsalvatge, etcétera. Y estamos hablando de los grandes nombres de hace no tanto tiempo. De otros menos conocidos ni hablo. Aquí se pasa de la plena actividad a convertirse en una página de diccionario y, a veces, ni eso.
