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Entrevista | Coque Malla

"Juzgar una canción con esquemas éticos y legales puede ser muy peligroso"

"En la música nacional falta que llegue alguien y dé un golpe en la mesa para romper con la estética compartida" afirmó el cantante

Coque Malla, en directo. LA PROVINCIA / DLP

Su nuevo disco ha supuesto un cambio evidente en su estilo ya que se acerca al sonido de las big bands. ¿Hasta qué punto quería iniciar una nueva etapa?

No hay un intención directa en ello porque ha sido un cambio que se ha producido poco a poco, de manera sutil. Y yo diría que donde se notó con más claridad fue más bien con el anterior disco, El hombre en la Tierra, que fue una obra más sinfónica ya que introdujimos muchos instrumentos de cuerdas y metales. Con Irrepetible lo que hemos hecho es trasladar esos logros al directo con la presencia de muchos invitados. Reconozco que ahora me he lanzado a investigar en la música sin miedo a probar otras armonías, a investigar otras producciones, a no quedarme sólo atrapado en el rock'n'roll clásico. Pero El último hombre en la Tierra es más sinfónico que jazzero, no lo veo mucho de big band.

¿Y por qué eligió, precisamente, como título Irrepetible ?

Porque estábamos seguros de que era un disco que no se iba a repetir jamás. No eran invitados muy fáciles de conseguir y menos juntarlos en una misma noche. Nos dimos cuenta que iba a ser irrepetible por el cumulo de acontecimientos que coincidieron en ese concierto y así lo anunciamos, y nos pareció un buen título. Pero no hay que olvidar que el rock es la base absoluta de nuestro sonido, por mucho que incluyamos cuerdas, vientos o metales a nuestras canciones y por mucho que las composiciones se hayan vuelto más complejas. Voy a seguir investigando porque ese camino me apasiona. Me gusta arriesgar y experimentar aún más en el futuro.

¿Le ha sorprendido el éxito del single Me dejó marchar ?

Reconozco que un poco sí. Ese un millón de reproducciones del vídeo marea un poco. Pero aparezco con Iván Ferreiro y él, de por sí, ya tiene mucho tirón. Pero, precisamente, los mejores momentos de la grabación ocurren cuando se incorporan algunos de los invitados que, aparte de Ferreiro, incluye a Jorge Drexler, Neil Hannon, Amable Rodríguez y Dani Martín.

¿El concepto de este disco es algo parecido a lo que ya ocurrió con su proyecto Mujeres ?

Es totalmente diferente, aquello era más una perfomance que un concierto. Era como un álbum de fotos en el que realizaba nuevas versiones a dúo de algunas de mis mejores canciones y reflexionaba a través de ellas sobre mi relación con las mujeres en mi vida. La similitud es que allí también participaban algunas amigas mías.

Aún está latente la polémica de Maluma por sus letras que hacen apología del machismo. Pero Los Ronaldos llegaron a ser incluso mucho más explícitos.

A mí me parece un tremendo error decir que las canciones son apología de nada. Las canciones son ficción y entran en el mundo de la ficción y pueden tener 30 millones de interpretaciones que muchas veces ni el propio autor sabe muy bien cuál es. Entrar a juzgar con los esquemas morales, éticos, y con los sistemas legales, que es todavía peor, una canción, que es en definitiva la fantasía, me parece un tremendo error y además que puede ser muy peligroso.

Y ahora está el caso del rapero Valtony procesado por atacar a la corona con sus letras.

Si damos permiso a eso también podemos entrar en casos muchos menos claros y no saber dónde está el límite. A mí me parece fascismo puro y una autocensura muy peligrosa. He leído muchísimas estupideces en las redes sociales con ese asunto. Las canciones, las películas, las novelas, las poesías, no hacen apologías de nada, son fantasías y están sujetas a la interpretación de cada uno. Y hay estúpidos que leen letras y hay genios que leen letras. Y la interpretación de un estúpido y un genio es absolutamente diferente. No es lo mismo un estúpido delante del Guenica, que un genio haciendo una interpretación de ese mismo cuadro. Y entrar a juzgar éticamente y legislativamente las canciones y la fantasía, me parece nefasto.

Sin embargo, Loquillo ha reconocido que no canta su tema La mataré precisamente porque no es políticamente correcta.

Si cree que la hizo con una intención violenta, me parece bien que lo haga. Pero los oyentes son libres de interpretar las canciones que les de la gana y a los cantantes decir a su vez lo que también nos de absolutamente la gana.

¿Cómo recuerda la época de Los Ronaldos?

No la recuerdo casi. Ocurrió hace mucho. Pero hay mucho mito sobre aquello. No nos tocó vivir los años setenta en los Estados Unidos, por lo menos en nuestro caso. Vivíamos en una España todavía bastante gris, con una industria muy muy cutre, y éramos currantes del rock and roll. Como orquesta de lujo, tocábamos en el ayuntamiento o en la plaza del pueblo gratis para que la gente bailase y bebiese, pero tampoco había tanto rock and roll. Pero estoy orgulloso de los discos que hicimos.

¿Cómo definiría la evolución de sus trabajos en solitario?

Soy un astronauta más fue el disco de comienzo y lo que primaba era el vértigo de verme solo por primera vez, por lo que era un disco de búsqueda existencial. Me lo pagué e hice yo todo, pero tuve la suerte de encontrar a una compañía que me lo publicara. Sueños fue un álbum en formato de disco-libro editado por El Europeo, en el que habla sobre la realidad y los sueños. La hora de los gigantes fue un disco de puertas hacia fuera, ya que después de haber estado mucho tiempo encerrado, se abrían muchas posibilidades. En Termonuclear hay un cambio en la voz muy importante y empiezo a buscar otros acordes y melodías. Mujeres fue una reflexión entre la relación entre hombres y mujeres, y no siempre amable, porque había muchos demonios de los que quería hablar. Cantar a Rubén Blades mostraba mi pasión por su música desde hacía años, era algo que sentía de muy dentro ya que sus canciones me habían acompañado desde hacía muchos años y era una manera de sacarlo hacia afuera. El último hombre en la tierra es a la música clásica adaptada a melodías tipo Beatles o Bowie.

¿Cree que el cambio más importante en su carrera se produjo en 2009 cuando publicó el disco La hora de los gigantes ?

Puede ser, porque al principio ocurría que la gente no entendía bien qué estaba haciendo. Y por eso los primeros dos discos, sobre todo, pasaron bastante desapercibidos. A raíz de ese disco mis canciones se empezaban a defender por sí solas y no necesitaba recurrir al repertorio de Los Ronaldos.

Usted ha actuado en películas como Nada en la nevera, El efecto mariposa o Todo es mentira . ¿Tiene previsto algún papel?

No, por el momento. Y más ahora que estoy totalmente volcado en este nuevo trabajo.

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