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Entrevista | Xoel López

Xoel López: "Mi futuro pasa por fusionarlo todo, como también soy en la vida"

"A la tercera va la vencida y tuve que hacer tres discos para poder ir a Las Palmas con la banda" afirmó el músico

Xoel López, en Madrid, en noviembre del pasado año. JJ GUILLÉN/EFE

Regresa al Festival Cero esta vez con banda para defender el que es el disco número 14 en su carrera profesional. La trayectoria de Xoel López ha sido un viaje cultural y emocional, y cada paso es espejo del tiempo.

Sí, nos hacemos mayores y seguimos haciendo discos. Y de hecho, no lo podría definir mejor. En mi caso, digamos que los movimientos emocionales han sido explicitados por los propios viajes. Ha habido una evolución y un camino hasta físico incluso. He recorrido países y kilómetros que son un claro ejemplo o reflejo de lo que ha sido también mi viaje emocional, cómo ha ido evolucionando todo, cambiando, recorriendo los diferentes espacios de mis propias emocions y digamos, acompañándolo todo eso de nuevos colores, paisajes, experiencias, gentes, culturas y ritmos.

¿Cómo ha funcionado el disco en directo y qué Xoel López se va a encontrar esta vez el público grancanario?

Estoy especialmente contento porque las dos últimas veces que había ido a Las Palmas de Gran Canaria lo hice solo, y la última fue quizás la más importante, y quiero pensar que por haber hecho aquello ahora llega esta oportunidad. El hecho de que fuera antes y picar piedra, como quien dice, me permite ahora el lujo de poder volver con banda.

¿Una cuenta pendiente con las Islas y el público?

Eso es. A la tercera va la vencida en este caso. Tuve que hacer tres discos para poder ir a Las Palmas, había ido con Deluxe pero no como Xoel López. Me gusta pensar que hay una especie de justicia poética o así que al final te acaba recompensando, y sé lo difícil que es. Somos siete músicos en la banda, que no es poco, no tengo punto medio, paso de estar en formato de uno a esto. Da otra dinámica al concierto, y hasta me quito la guitarra. La gente me va a ver de estar en plan casi encarcelado en mi set, con el bombo en un pie, la pandereta en el otro, la armónica y la guitarra, los dos micros, a verme cantando de otra manera. Y dejé este formato porque el último concierto que hice solo fue en enero de 2017, en el Circo Price, fue muy bonito y fue la despedida, lo dejé aparcado durante un tiempo largo. No le he puesto fecha pero fueron muchos años trabajando solo, y en parte creo que ya tocaba hacer este formato, que como bien dice incluye todos los matices del disco. A mucha gente le gusta el formato solo, incluso más que con banda, pero es verdad que el que representa mejor los que tengo en la cabeza cuando saco disco es este.

Una producción limpia y cristalina, pero que llega a confundir la escucha por cuanto buena parte del repertorio se enrrabieta en términos instrumentales.

Una vez pasada la frontera de Deluxe, llevar al directo los discos con la banda siempre me estaba resultando complejo, requiere de gente, de músicos muy especiales. La mayoría son multiinstrumentistas con cabeza muy abierta porque tienen que conocer la música española, el rock británico y la música latinoamericana a la vez.

Este es el segundo disco de Xoel López con el productor Ángel Luján. Hace dos años, cuando comenzaba a maquetar Sueños y pan aventuraba que el nuevo álbum iba a ser una especie de Paramales 2.0 , pero da la impresión de que el nuevo repertorio va un paso más allá de aquel concepto. El disco se ha gestado en Madrid, hecho que a su vez le da la condición de fin de trayecto, o principio de una nueva etapa. Además se ha atrevido a cantar a Madrid.

Si, y respecto a esto último, tenía la duda si debería hacerlo. Me acuerdo que un día cenando con Ángel Luján le dije que tenía una canción que se llamaba Madrid. ¡Palabras mayores! Desde el clásico de Sabina y seis o siete más, es algo inevitable [risas]. Uno puede morirse tranquilo en plan carrera cuando ha hecho una canción a Madrid. De hecho, le dije a Ángel la primera frase, que es: "No sé si me abrazaste o me engulliste". En realidad, la canción era. "Madrid, no sé si me abrazaste o me engulliste", pero luego le quité la ciudad, estaba implícita en la frase, y cuando le canté el verso me dijo que le gustaba y que le interesaba lo que podía haber ahí. Era una idea muy a la gallega, y no deja ser un Madrid, que no sabes si subes o bajas [risas].

El álbum presenta un abanico de estilos pero todos con una producción y aroma de los años 80. Ecos de Radio Futura, y un poso británico en el que asoman Beatles, músicas que han forjado el carácter de Xoel López.

Es que yo creo que mi futuro pasa por fusionarlo todo, o sea, ser digamos musicalmente poliédrico como también lo soy en la vida, es mi forma de pensar. Y así con casi todo. No me verá nunca radicalmente en algo diciendo soy esto y nada más. Y en mi música pasa lo mismo, nunca rechazo lo anterior, siempre paso de una cosa a otra sin rechazar lo anterior. Lo digo porque mucha gente dice: ¡estoy harto de esto y ahora hago lo otro! Ocurre que paso por una etapa, luego voy a otra, siento que me estoy renovando pero siempre lo anterior sigue ahí, yo no dejo de escuchar la música que escuchaba hace años.

Cuando se acaba con un disco se agota, digamos, una etapa creativa, y desconozco si en su caso se produce una sensación de vacío. ¿Cómo se activa la inspiración o si de alguna manera le ocurre que escribe y compone más de lo que es capaz de publicar?

Me lo pregunta en un momento en el que por primera vez en mi vida, no, la segunda para ser realista, porque cuando me fui a América en 2009, después de Deluxe, en un año creo que hice un par de canciones nada más. Y a lo mejor hice algo más, pero fue un año poco productivo. Y lo fue así por descansar un poco la cabeza, y ahora me pasó que saqué el libro, el poemario Bailar cometas bajo el mar, y el disco casi a la vez, y la verdad que llevo una etapa casi de empacho. Ahora tengo tres o cuatro ideas y tal pero estoy muy tranquilo. Voy darle un pequeño lavado a mi estudio casero porque estaba pensando en comprar algunas cosas y como para empezar a ponerme. Pero es verdad que lo necesito, y tal vez nunca habiendo vivido esa hoja en blanco, o si la viví es porque entendí que era el momento de descansar, al final siempre acabo haciendo canciones, llevo toda la vida haciéndolo.

El poemario es fruto de esa vorágine creativa, y me llama la atención que la palabra cometa, que es también una de las canciones de Sueños y pan , esté en el título del libro. Una especie de metáfora del artista que se mueva según el viento.

Esa idea la dice la canción: "Yo fui hijo de todas las madres...". He hecho de cada lugar mi casa. Me he sentido parte siempre. Y creo que esa canción define muy bien mi personalidad y forma de entender el mundo, y tiene que ver con esa curiosidad eterna: "Yo vivía sembrando horizontes, del brebaje de otras montañas...". Se transforma la realidad a través de la música, la música como salvación un poco de la crudeza de la propia vida a veces. Y la idea de la cometa, que viaja, que fluye, que ve desde lo alto y no se queda quieta. A veces me tengo que forzar, quedarme quieto, estar un poco más tranquilo. Si me dejo llevar, ¡uff!, me tengo que decir que estar tranquilo también está bien.

El disco incluye dos canciones en gallego, Durme , una na na, y Serpes . ¿Difícil olvidar de donde viene uno?

Sabe qué pasa, los idiomas que yo he cantado, en varios además, es como cambiar de instrumento un poco. Igual que tocas la guitarra acústica o la eléctrica o la española, soy guitarrista con todas ellas y siento que son mis guitarras, las tres. Con el gallego me pasa lo mismo. De repente me sale muy natural, es parte de mi ADN y es fácil. Pero es verdad que a veces lo uso incluso para conseguir cosas diferentes, para poder llegar a un lugar nuevo donde no había estado. Y como veo que la gente reacciona tan bien a estas pinceladas de otro idioma me gusta, me motiva, y me parece que es muy bonito que celebremos la diversidad cultural que tenemos.

¿Qué le parece hacia donde camina el pop y rock en español. ¿Se recupera el oficio y la escena o estamos ante centenares de bandas que parecen cantar todos ellos la misma canción?

A veces tengo la sensación de que podríamos dar algunos pasos más en cuanto a las músicas que se oyen, es decir que hay un tipo de sonido de festival que se repite un poco. Creo que podríamos ir más allá, probar cosas nuevas, e incluso cagarla. Considero que me equivoco constantemente, con experimentos fallidos, y es importante arriesgar. Y por otro lado, hay grandes compositores, la escena nacional española es más diversa. Yo me crié en un contexto, igual que usted, donde la música era el mainstream y la radifórmula y ahora hay infraestructuras, o haces un repaso a todos los festivales que hay, y empezamos todos de manera muy precaria. Celebraría esto y el hecho de que hay muchos compositores, eso es positivo. Ahora hacemos más y mejores canciones que antes, pero reitero que habría que arriesgar más.

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