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El Premio Planeta corona el amor de Santiago Posteguillo por Julia Domna

El autor triunfa con 'Yo, Julia', sobre la lucha de la mujer por la igualdad

El Premio Planeta corona el amor de Santiago Posteguillo por Julia Domna

La inteligencia de una mujer en un mundo de hombres. La vida de Julia Domna en el Imperio Romano. Ese homenaje a un personaje histórico que puede encajar en la sociedad actual coronó anoche en el Palau de Congressos de Catalunya a Santiago Posteguillo como ganador del Premio Planeta 2018. Su novela Yo, Julia -presentada como El ascenso bajo el seudónimo de James Sussex- fue la obra elegida por el jurado compuesto por el canario Fernando Delgado, Alberto Blecua, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs y Belén López para tomar el relevo de Javier Sierra -triunfador el año pasado con El fuego invisible- y embolsarse algo más de 600.000 euros por el galardón.

En el palmarés del Premio Planeta, en el apartado de 2018 y a la vera de Santiago Posteguillo, aparecerá el nombre de Ayanta Barilli. Hija de Fernando Sánchez Dragó, actriz en los años 90 y periodista literaria durante los últimos años en diferentes programas de radio, anoche alcanzó la categoría de finalista con la novela Un mar violeta oscuro, una obra -presentada bajo el seudónimo de Sandre Glesser y el título de El Adiós- en la que da forma a una saga familiar trepidante que conjuga una historia de lucha, superación y supervivencia de tres generaciones de mujeres de una misma familia. En el relato, una figura masculina despiadada aboca a la locura a las protagonistas mientras la narradora intenta comprender su pasado para reconciliarse con el presente. Por su trabajo, la editorial le recompensará con 150.000 euros y la publicación del libro.

Hombre de la casa y superventas, el Premio Planeta da más lustre a la trayectoria de Posteguillo (Valencia; 1967). Reclamado por el público por sus trilogías sobre Escipión el Africano - Africanus: el hijo del consul, Las legiones malditas y La traición de Roma- y Trajano - Los asesinos del emperador, Circo máximo y La legión perdida-, la obra por la que fue galardonado anoche da un volantazo en cuanto a temática. Yo, Julia narra el ascenso fulgurante de una mujer en un mundo de hombres inmersos en la lucha por el poder político de Roma. En ese ambiente de marcado carácter machista el liderazgo sólo tiene nombre de varón, un obstáculo contra el que la protagonista de la novela maniobra hábilmente para conseguir sus objetivos.

"Quiero dar las gracias al jurado por confiar en Julia, a mi mujer y a mi hija, por el tiempo que esta labor nos roba y, sobre todo, a a la propia Julia" apuntó anoche Posteguillo, autor también de La noche en la que Frankenstein leyó el Quijote al recoger el Premio Planeta. "Julia es un personaje que enamora", agregó, "porque de cien emperatrices, ella fue madre de césares, madre de emperadores, madre de ejércitos. A ningún otro emperador le dieron tanto porque nadie tenía su habilidad e inteligencia. Y en esa lucha mortal por el poder en Roma, lo único que no pudo controlar fue el miedo a perderlo todo. Incluso a la persona que amaba. ¿Merece la pena? La respuesta está en el libro. Espero que eso lo descubran con Yo, Julia".

Barilli (Roma; 1969), que antes de Un mar oscuro violeta sólo había publicado dos obras - Un año de amor, trabajo en el que recopilaba cartas de amor enviadas a uno de sus programas radiofónicos, y Pacto de sangre, escrito a cuatro manos junto a su padre sobre las relaciones paterno-filiales, reveló que "que una noche estaba sentada ahí, al lado de mi padre -soy hija de un dragón-, y un periodista me preguntó qué quería ser en la vida. Me quedé perpleja y sólo pude decir 'por lo menos ser finalista del Premio Planeta'. Y esta noche eso ha ocurrido".

La escritora admitió que "para escribir este libro me inspiré en una historia familiar". "Cuando murió mi abuela", detalló, "fui a la funeraria y me preguntaron por el nombre de su padre, mi bisabuelo. Y me sorprendí al responder que se llamaba Belcebú. Con esta historia, como cuarta generación de mi familia, espero que se ponga fin a una enfermedad que ha afectado a los hombres, que no han sabido tratar a sus mujeres". "Ojalá", puntualizó, "en estos tiempos que corren, hombres y mujeres logremos alcanzar la reconciliación, nos tratemos de igual a igual y seamos leales los unos con los otros".

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