A sus quince años, es usted filósofo, poeta y enamorado. ¿No va demasiado deprisa?
Me lo suelen decir bastante, pero yo creo que no me estoy adelantando a nada. Pienso que con quince años que he cumplido recientemente, está bastante bien haber escrito este libro, trabajar en este proyecto y ser poeta. La gente me pregunta mucho por qué digo que soy filósofo. Es como una metáfora porque yo al escribir textos me hago muchas preguntas.
¿De qué experiencias vitales nacieron las Historias de un filósofo enamorado que acaba de publicar?
Muchas historias salen de mi vida, de mis experiencias en el amor, pero otras muchas, de mi cabeza, de mi imaginación.
Empezó mucho más joven a escribir acerca de todo, hasta que perfiló su forma poética. ¿Quiénes han sido sus modelos literarios?
Con ocho años escribí un libro de narrativa sobre la vida de un piloto. Acabé en la poesía porque creo que es la forma de escribir con la que mejor expresaba mis sentimientos. Antes de empezar a escribir poemas leía muchos, tanto clásicos, a Federico García Lorca, como contemporáneos, a Defreds o Brandon. Son personas que me han gustado mucho. Pensé que quería expresar mis emociones del mismo modo.
¿Y cuáles son los principios de su filosofía?
Mi filosofía es la de amar y sentirme amado. Creo sinceramente que mi experiencia vital no sería lo mismo sin el amor, no tendría mucho sentido. Me gusta mucho. Y no tiene por qué ser sólo a otra persona sino, en general a la vida, a enamorarme de un momento o de algunas palabras.
Se confiesa buscador de la belleza, al fin encontrada en ella. ¿Es una persona real o una ensoñación?
No es real. Ojalá lo fuera. Sigo buscando. Encuentro la belleza en muchas cosas, en momentos, lugares y personas, pero no he encontrado la belleza en sí. Quiero seguir buscándola y encontrarla en prácticamente todo.
¿En qué medida se ha dejado influir por las realidades de Gran Canaria, su isla natal?
Todos los textos los he escrito en Gran Canaria. No hay cosa que me guste más que sentarme en frente del mar a escribir. Además, cerca de mi casa en Telde hay una playa, la de La Garita, a la que suelo ir bastante y situarme con mi bolígrafo y una libreta. Es mejor que escribir en casa. Si estuviera en Madrid no podría hacerlo, así que lo valoro mucho.
¿Y qué ha visto en su obra la editorial madrileña Edición personal para publicar este, su primer libro?
Les enviamos el manuscrito y enseguida contactaron con nosotros y nos dijeron de quedar físicamente en su editorial en Madrid. Al principio no sabían que yo tenía 15 años y les atrajo más enterarse porque creo que nunca han publicado a nadie tan joven. El editor me dijo que le gustó mucho la inocencia, la chispa que tenemos en la adolescencia. Además, ellos apuestan mucho por la poesía.
Sus versos son muy largos y de rima libre. ¿Podemos calificarlos de prosopoemas?
Sí, porque no son cortos ni buscan normalmente la rima tanto asonante como en la vocal. En muchos sólo espero que queden como algo literario bonito de leer.
Dígame en pocas palabras su concepto del amor.
Como ya he dicho anteriormente lo es todo. Nos movemos por amor porque está en todas partes y en cualquier etapa de la vida.
¿Qué otros libros tiene en elaboración?
Estoy escribiendo un nuevo libro. Voy, aproximadamente, por la mitad. Aún desconozco el título. Me encanta mi primer libro, pero en el próximo observo un poco más de madurez en mis textos. Están mejor elaborados, son más bonitos. Estoy escribiendo todos los días. Me sale solo y me apasiona. En cualquier momento del día me llega la inspiración y me pongo a escribir. Llevo ya redactados unos 30 poemas.
