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CRÍTICA Teatro Pérez Galdós

Ovaciones y bravos en 'La huella de Lothar Siemens'

Ovaciones y bravos en 'La huella de Lothar Siemens'

El concierto de homenaje a Lothar Siemens con base en sus propias composiciones ha tenido un extraordinario nivel de interpretación. La iniciativa de la Fundación Auditorio-Teatro en colaboración con la Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria y el apoyo del Ayuntamiento capitalino y el Cabildo insular es, por ahora, la más completa y generosa de cuantas han celebrado en todo el Archipiélago la imborrable huella creadora de Siemens. Acudieron al teatro Pérez Galdós destacadas representaciones de la vida cultural canaria: compositores e intérpretes de Promuscan, académicos de Bellas Artes, directivos o docentes universitarios y del Conservatorio Superior, socios de El Museo Canario y de Amigos de la Opera, filarmónicos de varias generaciones, familiares y amigos, unidos en la memoria del señero artista, musicólogo y promotor grancanario.

El concierto recorrió todo el catálogo de Siemens, tomando de su medio centenar de títulos una muestra de cada género. En la entrega de los intérpretes descuella el pianista Nauzet Mederos, admirable a solo, en acompañamientos y en conjunto instrumental por su rigor técnico, musicalidad y compenetración con el personalísimo estilo y la poética del homenajeado. Con él, la culta soprano Estefanía Perdomo, su voz extensa y suntuosa, su oído perfecto en la muy difícil escritura interválica y los agudos omnipresentes de los Seis cantos de Urganda la desconocida (obra póstuma de Siemens), y en la no menos exigente ópera de bolsillo Aulat en Tindaya con toda su carga de ironía. Completaron la parte solística del concierto el barítono Augusto Brito, predilecto del autor para sus Tres momentos de Don Quijote -tan sabios como diferenciados en carácter- y para el operístico y atribulado Aulat; y el tenor Juan Díaz, brillante y valiente en el expansivo lirismo de tres de las Ocho canciones sobre poesías de Saulo Torón. Inmejorables, como siempre, las versiones del Coro de Cámara Ainur y su directora Mariola Rodríguez, reiterados ganadores del Gran Premio Coral de España, en la magistral polifonía de Para el viento nocturno y en la gracia elegante del villancico Un canto de alcaraván. La sesión había comenzado con dos piezas pianísticas a cargo de Nauzet Mederos, llenas de ingenio en el realismo descriptivo de Toccata en moto para Nefe y en el aroma disonante de una secuela del clavecinismo dieciochesco: Escarlatina destemplada. Con Mederos, impecables en la "ópera brevísima" los instrumentistas de cuerda y viento Idaira López, Ana Gil, Lara Cabrera y Antonio León.

Impagable iniciativa del Teatro, también editor de un completísimo programa de mano, y acendrado tributo de los intérpretes, aplaudidos y braveados en sus piezas y en la salida final de todos al escenario. Indudablemene, la huella es profunda.

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