"Mi máximo objetivo diplomático fue convertir la embajada en una plataforma, un espacio de intercambio y diálogo entre España y Estados Unidos (...) integrándola (...) en el conjunto de la sociedad española", cuenta en sus recién publicadas memorias James Costos, embajador americano en nuestro país durante la era Obama, que recuerda una reunión en Madrid entre Anne Wintour, "la editora de Vogue y la mujer más poderosa de la moda contemporánea", y "el ministro de Industria, José Manuel Soria", en septiembre de 2015.

"A la industria de la moda" en España, dice Costos en El amigo americano que le dijo Wintour a Soria en su encuentro, "le falta una organización que la represente(...) en el extranjero" y "pidió más apoyo a la industria desde el Estado y sugirió colocar la semana de la moda española en un momento más propicio del año, entre otras citas europeas", añade.

"Disfrutando de nuestra estancia en Las Palmas de Gran Canaria", describe James Costos en sus memorias, escritas en colaboración con el autor, dramaturgo y periodista peruano Santiago Roncagliolo, una fotografía junto a su pareja, el interiorista Michael S. Smith, tomada en la fuente del Pilar Nuevo, en el barrio de Vegueta.

El embajador americano, que ocupó su cargo en España desde el 4 de abril de 2014 hasta el 20 de enero de 2017, visitó oficialmente Canarias en dos ocasiones: en febrero de 2015 y en junio de 2016.

Sin embargo, de ninguno de ambos viajes hace referencia en sus memorias españolas salvo la inclusión de la imagen captada en el casco histórico de Las Palmas de Gran Canaria pese a que en su primera escala canaria se reunió con autoridades y empresarios de las Islas para promover contactos y posibles negocios entre el Archipiélago y EE UU e, incluso, acudió como invitado a la Gala Drag Queen del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, una petición personal de James Costos, reconocido defensor de los derechos del colectivo LGTBI.

En su segunda estancia en Canarias, en junio de 2016, recibió la Medalla de Oro de la Comunidad Autónoma en la entrega de los Premios Canarias celebrada en el Auditorio Alfredo Kraus.

"Traer Hollywood a España"

Los contactos en el sector audiovisual estadounidense de James Costos, que antes de aceptar el encargo de Obama para ocupar el puesto de embajador americano en España trabajaba en las oficinas neoyorquinas del gigante internacional del entretenimiento HBO, jugaron un papel fundamental, según cuenta en El amigo americano, para que las Islas Canarias acogieran el rodaje de Exodus y El caso Bourne.

"Traer Hollywood a España" fue otra iniciativa promovida por Costos y que le relacionan con el Archipiélago. "Gracias al trabajo de delegaciones comerciales que se reunieron en Hollywood y Madrid al más alto nivel, El caso Bourne se rodó en escenarios naturales de las Islas Canarias", cuenta en sus memorias Costos que, como fruto de dichas gestiones, también logró que Ridley Scott filmara Exodus en Fuerteventura y Almería.

En El amigo americano, el exembajador americano en España no aclara si conocía Canarias antes de ocupar su cargo como diplomático pero la estrecha relación laboral y personal de Obama con el grancanario Juan Verde, asesor del expresidente estadounidense, sumada a la pasión viajera de Costos, invitan a pensar que tenía referencias de las Islas.

Esa afición por los viajes, de hecho, supuso un problema cuando el FBI investigaba su idoneidad para convertirse en embajador. Un viaje a Colombia que por olvido no reseñó en la lista de los países que había visitado, casi frena su nombramiento. "¿Por qué viajó a Colombia?", dice que le repetía con insistencia un funcionario del servicio de inteligencia.

La última referencia canaria en las memorias de Costos vuelve a tener al exministro Soria como protagonista "cuando inauguramos el campus Google en Madrid (...) La capital española se convirtió en la cuarta ciudad del mundo que acogía una comunidad de start ups bajo la sombra del gigante tecnológico", recuerda sobre un evento de 2015 en El amigo americano.

El por entonces embajador americano en España decidió que en el acto inaugural, donde estaría presente el Rey Felipe VI, iba a saltarse el protocolo institucional, que dictaba ubicar en la mesa presidencial con el monarca a los altos cargos del Gobierno español, por un modelo que permitiese sentar junto a cada responsable gubernamental -incluido Felipe de Borbón- a un joven emprendedor.

"Mi idea era que el rey y, en general, todas las grandes personalidades españolas que asistieran, se rodeasen de jóvenes creativos y emprendedores llenos de juventud y energía", dice Costos en su libro.

Cuenta el exembajador que ante la negativa de todas las partes decidió ponerse en contacto con Felipe VI, que finalmente aceptó la idea del estadounidense. "Aún con su aceptación, hizo falta negociar con sus subordinados", dice sobre los funcionarios de la Casa Real y el personal ministerial, "la mayoría de ellos orgullosos de ser unos aburridos".

"Hoy nadie está sentado con gente de su nivel", recuerda que dijo esa noche inaugural en su discurso. "Hoy cada invitado tiene a su lado a una persona de la que puede aprender y con la que puede crear nuevas redes y nuevas ideas", concluyó.