El cuento de Hansel y Gretel adaptada a una realidad más cercana al momento actual donde el bosque es sustituido por la ciudad, los árboles por edificios y los senderos por carreteras. Así es el musical que la compañía 2RC Teatro representa en el Teatro Pérez Galdós del 22 al 24 de diciembre. Los dos primeros días con funciones a la 12.00 y 17.00 horas, y el tercero con un único pase a las 12.00.

Rafa Rodríguez dirige esta versión del famoso cuento de los Hermanos Grimm, adaptada por Luis O´Malley y Maykol Hernández, que cuenta con las actuaciones de Iván Álamo, Alicia Ramos, Nati Vera y Abraham Santacruz, y en la que destaca el trabajo del autor de la música Paco Marín. El espectáculo está dirigido a un público familiar que va de los 3 hasta a los 80 años y en el que el trabajo videográfico es fundamental porque es el que indica cada cambio de cuadro y le da un aspecto de impresionante modernidad al montaje.

Iván Álamo, que interpreta el papel de Hansel, ha trabajado, entre otros, en El mago de Oz, y ha dirigido montajes como Nela o el musical Ranpuzel. Para el actor grancanario la acción de la obra recae en estos dos niños en un clásico de los cuentos infantiles del que 2RC hace su versión, "aunque el esquema sea siempre el mismo". En su opinión, Luis y Maykol lo extrapolaron al día de hoy al convertirlo en dos niños que viven una aventura en Las Palmas de Gran Canaria. "En realidad sucede algo que le puede ocurrir a cualquiera", aclara.

"Los dos niños se enfrentan con un problema que hay en casa, y es que la madre no tiene trabajo, pero aunque ella no quiera que esto les afecte, ellos no pueden seguir sufriendo esa situación y buscan una solución desde la visión de un niño". Por eso, según el actor, ambos "son conscientes del problema e intentan resolverlo a su manera".

Escenario

Álamo, que debuta en este espectáculo que ya se representó el año pasado por estas mismas fechas y en este escenario, también destaca que la representación incluye una música que puede ser de ambiente o de situación, pero que es cantada en un 80%. Unas melodías que sirven para subrayar el humor, el miedo o la risa ya que cada uno de esos sentimientos están descritos a través del ritmo y de la tímbrica de sonidos muy dispares: una obertura de corte clásico, un rap cantado por unas ratas irreverentes, una canción de amor de corte pop, o un personaje muy malo que se presenta a través de un vals. Cada uno tiene su canción en la que se muestra cómo es en realidad su auténtica personalidad.

Alicia Ramos, que hace de Gretel, ya estuvo en el montaje original de esta obra de 2017. Ella es además de actriz, cantante, y quizás ese fuera uno de los motivos por los que Rafa Rodríguez la seleccionó finalmente. Ha actuado en óperas como Così fan tutte de Mozart, en el primer proyecto con los estudiantes artísticos de Las Palmas.

"La obra está ambientada en una sociedad actual donde aparece una madre soltera que tiene que criar a dos hijos, y como la economía está tan mal, ella no consigue un trabajo, y nosotros no tenemos qué comer, por lo que decidimos buscarle un empleo a mamá y nos perdemos en la ciudad".

La moraleja es muy actual y se resume en que no hay que confiar en los extraños. Los protagonistas se ven perdidos en un bosque diferente, el de una cuidad moderna, en el que se encuentran con simpáticos seres, pero también se enfrentan a situaciones extrañas que acaban en la tienda de golosinas de Evilino. "Los niños aquí se encuentran con una especie de bruja de hoy y lo pasan tan mal que la moraleja es que no te puedes fiar de los desconocidos", señala. Pero para Alicia hay otro mensaje incluso más interesante para los niños, y es que "aunque la intención de ayudar a la madre era muy buena, en el fondo no hay que olvidar que eres un niño con 10 y 11 años y no es recomendable meterte en líos", aclara. Y todo en una obra que originalmente incluye "muchos mensajes subliminales para adultos".

Ambos actores destacan lo divertido del montaje y su ritmo trepidante, pero, sobre todo, el trabajo de Rafael Morán para la construcción del espacio lumínico. La construcción de los personajes ha sido desarrollado por Raúl Ravelo, quien juega con la simbología y la contemporaneidad de la historia. Una sutil mezcla, en definitiva, entre la tradición y la modernidad.