Es un proyecto teatral basado en una película de los ochenta, pero el musical Dirty Dancing, que se representa desde hoy y hasta el 20 de enero en el Teatro Pérez Galdós, es un título que ahora mismo adquiere otra nueva dimensión como precursor del feminismo y de otros temas sociales como el aborto, el racismo o la diferencia de clases.

La obra, producida por Lets go, ha pasado de la gran pantalla al mundo de los escenarios bajo la dirección de Federico Bellone, e incluye a un equipo de más de 60 personas, con 30 actores y 30 técnicos, que tras una larga gira de dos años por toda España, y con una ocupación media del 80 %, c oncluye ahora en la capital grancanaria con 16 funciones y pases doble los fines de semana. Dirty Dancing es conocido sobre todo por el clásico (I've Had) The Time of My Life que ganó el Oscar a la mejor canción, y otros títulos del tipo Hungry Eyes, Hey! Baby y Do you Love Me? La película ha dejado huella por la actuación de Patrick Swayze como el profesor de baile Johnny Castle, y Jennifer Grey en la inocente e idealista adolescente Baby Houseman. Ambos viven un romance en el hotel Catskill Mountain.

Curtido

El actor Christian Sánchez, que interpreta a Johhny Castle en esta versión, está muy curtido en montajes de este tipo porque ha interpretado títulos como High School Musical, Fiebre del Sábado Noche o Hair, del cual asegura que "era bastante parecido a Dirty Dancing". La autora Eleanor Bergstein quiso acentuar su dimensión social e incluyó para esta versión un par de escenas "que sirven para reivindicar más el tema social y el contexto histórico, pero el musical es calcado a la película", asegura el actor.

Christian Sánchez subraya que, al estudiar su rol, no ha partido del papel de Patrick Swayze. "La película la vi hace muchos años porque mi madre era muy fan de ella, pero una vez que supe que iba a hacer el musical no quise ver el largometraje otra vez. Intenté escapar un poco de lo que podría ser interpretar un personaje y basarme en las indicaciones del director Federico Bellone para generar un personaje que tuviera la misma esencia con lo que yo pudiera aportar".

Algo que Sánchez hace extensible a su compañera Laura Enrech que interpreta el papel de Baby Housman. "Ella sí que ha visto la película varias veces, pero intentaba huir de copiar. Es muy difícil estar a la altura de personajes tan icónicos e imitarlos porque no vas a estar a su altura. Puedes hacer algo parecido, pero queda mejor al final si es a nuestro estilo". El actor recuerda que Baby es uno de los precedentes de la mujer feminista y Johnny Castle es el contraste, ya que en su momento fue una novedad porque "es un hombre sensible, que baila, que se abre a una mujer, que hace lo que puede para poder salir adelante, aunque es tratado como un objeto. Pero gracias a ella consigue ser el hombre que quiere ser", asegura.

Sánchez reconoce que las canciones fueron un boom en su momento. " The Time of My Life ha conseguido entrar en los corazones de mucha gente, pero toda la música de Dirty Dancing es tan buena que se sigue escuchándose a día de hoy". Una pequeña orquesta de cuatro músicos son los encargados de interpretarla en directo. Y la escenografía es muy dinámica con tres plataformas que van cambiando para mostrar la cocina, la parte central, trasera e interior del hotel Catskill Mountains, además de las escaleras donde bailan, o la habitación de los dos protagonistas. El actor también destaca el esfuerzo físico que supone la obra. "Es bastante más exigente porque mi personaje no sale en dos horas y media, interpretando a un sex symbol del momento. Cada musical tiene su esfuerzo, y aquí se baila mucho". La historia es contada por Eleanor Bergstein, que recuerda lo que le sucedió a su hermana en aquel verano de 1963. "Hay momentos en que pasan diez años y tenemos que representarlo en dos minutos". Personalmente, a Sánchez le gusta, sobre todo, el final del primer acto "en la que consuman el amor ya que está hecho de manera muy bonita y sensual, y él se abre a contar cómo es realmente". Y luego el final, "ya que es un momento de subidón cuando todo el mundo se viene arriba".

Finalmente, el actor subraya el trabajo de vestuario que refleja totalmente la época y que lo trucos estén elaborados de forma natural. "El musical ha sido un gran éxito para los tiempos que corren de consumo cultural. Y sigue llenando, y eso es maravilloso, tiene algo que llega a mucha gente", señala.