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Entrevista | Emma Ozores

"Mi padre sigue vigente porque la comedia está como él la escribió"

"Es una obra original porque jugamos mucho con la sorpresa en el humor al aplicar el ingenio", manifiesta la actriz protagonista de '¡El último, que apague la luz!'

La popular actriz Emma Ozores, protagonista de la comedia '¡El último, que apague la luz!' LA PROVINCIA / DLP

Con tantas figuras del cine y el teatro español en su ficha familiar, ¿se considera predestinada al oficio de actriz o ha sido una elección personal?

Han sido las dos cosas. Como soy de la sexta generación de actores y admiro a mi familia, cuando tuve que pensar a qué me quería dedicar lo que más me gustaba era lo que hacían ellos. Por eso decidí hacer lo mismo. Ya los abuelos de mi padre trabajaban en esto.

¿Qué sensación produce representar una comedia de su padre, Antonio Ozores, tan poco tiempo después de su muerte?

La verdad es que supone algo muy entrañable porque, de alguna manera, él puede seguir haciendo feliz a la gente a través de su trabajo, del de Juan Anillo, quien me acompaña en el escenario y de mí. Es algo muy bonito porque esta obra fue premio nacional. Ha sido galardonada también en el festival de Edimburgo y en el de Nueva York y está teniendo mucho éxito. No habíamos contado con la oportunidad de llevarla fuera porque como gustaba mucho en Madrid prorrogábamos. Ahora ya por fin podemos realizar una gira en condiciones. Siempre antes de salir a escena digo: "Papá, va por ti" porque para mí, es una obra muy divertida que está gustando mucho y donde la gente se ríe muchísimo. Viene también el público de mi padre, gente que lo quería y a la que, como yo también, nos une ese cariño. También pueden venir niños a partir de cinco años que disfrutan mucho. Es una comedia para todos los espectadores donde lo pasan muy bien. Para mí es mucho más que un trabajo.

No sólo la obra, también la dirección paterna se conserva en estas representaciones. ¿Es una manera de homenajear su memoria o sigue vigente a todos los efectos?

Sigue vigente porque la función está tal y como él la escribió y dirigió. La verdad es que como gusta mucho siempre va a estar de actualidad ya que, pase el tiempo que pase, igual que con las obras de Miguel Mihura y de Jardiel Poncela, la gente siempre se ríe por estar escritas con talento e ingenio.

Dicen que las obras de humor son las más difíciles de llevar a escena. ¿Por qué?

Porque es muy difícil conseguir que la gente se ría. En esta obra sí que ocurre. Cuesta lograr lo que hemos hecho, que la gente al final de la función se ponga de pie aplaudiendo con una amplia sonrisa.

¡El último, que apague la luz! , ¿es una pieza lineal, o está integrada por variados sketches sobre distintas formas de atracción amorosa?

No hay un argumento durante toda la obra sino que se trata de sketches diferentes, muy graciosos, sin relación unos con otros. También hay momentos en que la gente tiene que usar mucho la imaginación porque por ejemplo, decimos: "Aquí hay un señor vestido de bombero o aquí hay una parada de autobús", y el público se lo tiene que imaginar. Jugamos también mucho con la capacidad de sorpresa en cuanto al humor porque se dicen cosas ingeniosas y diferentes a lo habitual. Es una obra original.

Con su compañero de reparto, Juan Anillo, ¿cuáles son las variables de la pareja que representan?

A veces somos dos actores que hablamos al público y contamos lo que era antes el teatro cuando, por ejemplo, no gustaba algo y los espectadores pateaban sobre el suelo para mostrar su disconformidad. El actor recita un verso muy mal y yo invito a patear, con lo que se provoca un ruido terrible al hacerlo todo el patio de butacas a la vez. En otro momento de la obra somos dos padres primerizos que llegamos a casa con el bebé por primera vez y se nos forma un lío espantoso. En otro sketch somos dos viejecitos de 90 años que nos hemos llevado siempre de maravilla, un matrimonio perfecto que nunca ha discutido y él le cuenta a ella de repente que ha estado con muchas mujeres, lo cual la mujer no sabía. Se encuentra con un marido totalmente diferente al que pensaba conocer en todos esos años. En otra ocasión contamos también que hay que divertirse, que la pareja no puede caer en la monotonía. Así que él inventa que es un espía de la KGB que se llama Ravioli porque es italiano, una parte de la obra muy divertida. No hay tiempo para aburrirse. Se trata de un humor blanco.

¿Qué resortes son infalibles para hacer reír a los públicos?

Eso te lo hubiera podido responder mi padre en su día. Ni yo lo sé. En esta obra aparece mucho la capacidad de sorpresa en cuanto a ingenio, que te cuenta cosas en las que no se te ocurre pensar. También hay mucho de intentar ligar. Hay momentos en que hablamos con el público y donde este interviene bastante también.

Desde su debut en 1979 ha hecho 25 películas, 12 series, seis programas de TV y 10 obras teatrales, con títulos muy populares en todos esos medios. ¿En cuál de ellos desarrolla mejor sus dotes de actriz?

Me suele gustar lo último que estoy haciendo porque es con lo que más me encariño. Cuando hago televisión me gusta ese medio. A los que nos dedicamos a esto siempre nos gusta mucho el teatro porque tienes al público al lado, lo estás compartiendo todo, está sucediendo en ese momento. Escuchas cuando se ríen y cuando aplauden. Se produce una unión entre los espectadores y nosotros, una magia que existe cada día que se realiza una función porque los diálogos que tú ya has repetido para quien asiste supone la primera vez que los dices. De modo que es como hacer todo cada día de forma distinta siendo la misma obra y el mismo texto. Puedes interpretarlo cada jornada de modo diferente. Eso hace que trabajar siempre sea divertido. Que las personas que vengan al teatro puedan desconectar durante hora y media y coger fuerzas para seguir con sus vidas es algo bonito e importante. El cine es más frío porque no ves a la gente.

¿Qué personaje que no haya hecho le gustaría interpretar?

No tengo muchas ambiciones en este tema, ningún personaje en especial que quiera interpretar. Hice ya La dama boba por la que me dieron el premio Ojo crítico y me gustó mucho interpretarla.

¿Cuáles son sus compromisos inmediatos en los distintos medios?

Lo que voy a hacer es continuar con esta obra y hacer la siguiente, que también es de mi padre. De todas formas, esta no la voy a dejar porque gusta mucho. Por ejemplo, a Sevilla ya hemos ido cuatro veces. En Granada acabamos de estar y nos la han vuelto a pedir.

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