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Albelo debuta con el "voluptuoso y arrogante" 'Réquiem' de Verdi

El tenor tinerfeño interviene en el elenco de la monumental misa el domingo en el Kraus

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Presentación del 'Requiem' de Verdi en el 35 Festival de Música de Canarias

El tenor tinerfeño Celso Albelo debuta este domingo, a las 20.00 horas, en el Auditorio Alfredo Kraus, con el "voluptuoso y arrogante" Réquiem de Verdi, dentro de la programación del 35 Festival Internacional de Música de Canarias, y un día después de su interpretación en el Auditorio de Tenerife.

Así describió esta obra ayer el cantante canario durante la presentación de un título que interpretará la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, bajo la dirección de Karel Mark Chichon, con las participaciones del Coro Estatal de Kaunas, miembros del Coro de la Ópera Nacional de Lituania, y que contará como solistas con las presencias de, aparte de Albelo, la soprano Mariangela Sicilia, la mezzo Marianna Pizzolato, y el bajo galés Bryn Terfel. "Yo destacaría de esta misa esa manera directa de acercarse a Dios al que le habla de una forma muy arrogante, muy italiana, de tú a tú, y en la cual en ciertos momentos quizás se da cuenta de que es demasiado sincero para pedirle perdón, y de ahí es de donde vienen esos cambios de dinámicas", aseguró el cantante.

Albelo hizo estas declaraciones en una presentación en la que estuvo acompañado por el director del Festival, Jorge Perdigón; la directora general de Cultura del Gobierno de Canarias, Aurora Moreno, y el consejero de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Carlos Ruiz. El público interesado en conocer más detalles sobre esta producción puede asistir a la charla introductoria que se ofrecerá una hora antes del concierto en los mismos auditorios, a cargo del divulgador Ricardo Ducatenzeiler,

"Verdi nos pone a prueba", añadió el tenor. "Pasa de dos pianissimos a cuatro fortissimos en medio compás, y esa manera que tiene de afrontar la música hacia el Divino tan directa es algo que no encontramos en el Réquiem de Brahms que es mucho más homogéneo y místico. Y eso nos impacta", añadió.

Una obra que, en 2008 en este evento, interpretó la Philarmonia Orchestra, bajo la batuta de Riccardo Muti, con el Orfeón Donostiarra y la soprano Tatiana Serjan, la mezzo Ekaterina Gubanova, el tenor Giuseppe Sabatini y el bajo Petri Lindroos en los roles vocales.

El cantante, al comparar este título con la producción operística del compositor italiano, afirmó que "el Réquiem te lleva más al fallo porque las armonías cambian continuamente al tratarse de la relación entre lo humano y lo Divino", a lo que añadió que "en la ópera es todo mucho más dilatado ya que allí estamos tres cuarto de hora hablando del amor o el odio, y todo surge más sencillo, pero aquí hay más sentimientos encontrados, requiere un plus que no siempre es sencillo para las cuatro voces. Es una prueba técnica constante".

El tenor subrayó que una ópera "está mucho más estructurada, los sentimientos muchas veces se esconden y las voces dan una vuelta para llegar a lo que quieren. Pero aquí se habla de manera directa, de una forma más monumental. Hay un respeto a la hora de acercarse a Dios que no encontramos en las óperas, que son cosas muy mundanas", aseguró.

Verdi, al recordar sus óperas, llegó incluso a declarar a su manager: "Estoy trabajando en mi Misa y lo hago con placer, pero me siento como si me hubiera convertido en un ciudadano respetable y ya no soy el payaso del público". A este respecto, Albelo le quitó importancia y recordó que Verdi "era muy hábil para vender su música".

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