La Fundación Canaria para el Desarrollo de La Pintura (FCDP), con sede Domingo J. Navarro, nº 32, en la capital grancanaria, explora el uso de los colores blanco y negro en el arte contemporáneo a través de 16 obras que pertenecen a su colección, y que se presentan en público bajo el epígrafe de Inequívoco.

La exposición, que se inauguró anoche y permanecerá en dicha Fundación hasta el próximo 16 de mayo -abierto al público los jueves, y resto de días mediante cita previa- reúne piezas de Antoni Tápies, Pablo Palazuelo, Christoph Steinmeyer, Erick Beltrán, José Bedia, Juan Gopar -único artista canario presente en la muestra-, Juliao Sarmento, Paco Pomet, Vânia

Mignone, Juan Muñoz, Raúl Domínguez, Santiago Ydáñez, Juan Uslé, Fernando Bryce, Adam Pendleton y Sandra Cinto.

Es Inequívoco una invitación a descubrir distintos lenguajes y sensibilidades en el arte contemporáno a través de un nexo común, que no es otro que el "cromatismo neutro" que empareja a las 16 obras y sus creadores. Y es que la gama cromática que se aplica a cualquier obra, según los responsables de la entidad, condiciona la representación pictórica en función de los colores que utilice el artista.

"Tras la explosión de color que tuvimos con Jiri Doukoupil -la anterior muestra a Inequívoco- ya estaba preparada una exposición con fondos de la colección basándose en el blanco y el negro, su dualidad", explica Yaiza Tranche, directora de la Fundación Canaria para el Desarrollo de la Pintura. En su opinión, "la unión de estos dos colores genera un efecto psicológico fuerte, como puede ser la verdad, lo absoluto, lo inequívoco, y de ahí el título; hemos querido rendir un homenaje a estos dos colores tan mágicos y es una combinación bastante cromática pese a que sean en colores blancos y negros".

Según detalla Yaiza Tranche, este proyecto posibilita realizar "un recorrido por distintos años y artistas nacionaes e internacionales y distintos estilos, teniendo en cuenya que la obra más antigua en esta exposición es la de Juan Muñoz, un grabado de 1994 - Interior de gabardina Ej.4/35-, y la más reciente es de Adam Pendleton, de 2017 - A Victim of American Democracy , serigrafía y pintura en spray sobre lienzo- que reflejan distintos estilos y etapas, siempre dentro del arte contemporáneo".

La elección de las obras entre una colección que ronda las 700 piezas no ha sido tarea fácil. "Se hizo con las obras que tenemos según estilos, colores y artistas que permitieran un discurso narrativo que fuese entrelanzándose con lo que queríamos hacer con esta exposición", destaca la directora de la Fundación.

"Ha sido complejo a la hora de elegir las 16 obras que componen la exposición, y las que no se exhiben ahora se usarán en próximas. La colección gira en torno a las 600 y 700 obras, distintos formatos y autores, el fondo está ahí y se pueden hacen infinidad de proyectos".

De las piezas que encuentra el visitante en la galería de la Fundación Canaria para el Desarrollo de la Pintura, la directora Yaiza Tranche repara en primer lugar en la obra de Pablo Palazuelo. Del madrileño fallecido en 2007, destaca su "abstracción lineal, mínima, aunque él intenta crear una abstracción con sentimiento" para la que encontraba inspiración en disciplinas como la filosofía o las matemáticas.

Junto a Palazuelo, se sitúa el estadounidense Adam Pendleton, que "hace una continua reivinidicación de los derechos afroamericanos en Estados Unidos, unos derechos que según él están reconocidos pero no están aceptados, y llama a sus obras Black Dada, utiliza el lenguaje siempre para hacer un discurso político y reivindicativo". La figura de Antoni Tápies emerge igualmente con autoridad en Inequívoco, y su obra Muntanya Blanca, pieza mixta sobre madera de 2004, conducen todas las miradas. "Es uno de los padres del informalismo, un artista muy matérico, que juega con muchos elementos, el collage, el rascado, la superposición de piezas en las obras, con sus símbolos característicos".

Gopar y 'Nidos'

La obra de Juan Gopar es la única de cuño canario, y aquí emerge una obra Sin título, tinta sobre papel entelado de la serie Nidos, de 1997, en las que "refleja las arquicturas naturales", en este caso un nido de aves, que se antoja como una crítica a la dictadura del cemento.

No todas las piezas de las 16 incluídas en esta exposición juegan a experimentar con el trazo mínimo y el concepto de que menos es más. Es el caso del artista jienense Santiago Ydáñez, que hace un guiño a la imaginería barroca en Judith y Holofernes, acrílico sobre lino de 2016, en la que formular una reinterpretación de Caravaggio.

La brasileña Sandra Cinto con su "naturaleza onírica para escapar de la urbe"; o el discurso irónico del granadino Paco Pomet con Breaking News; o la Bahía industrial, estampas de carbón y grafito sobre papel, son otros ejercicios de arte contemporáneo aquí presentes.

La Fundación abrió sus puertas en julio 2016, y ha conseguido fidelizar a un público que repite visita a cada exposición. Con cinco exposiciones, incluyendo Inequívoco, el balance es satisfactoria. "Esto es una prestación cultural a la ciudad al mostrar nuestra colección, porque ni vendemos obras ni cobramlos entrada", sentencia la directora.