El Teatro Cuyás cuelga una vez más esta temporada el cartel de ‘todo vendido’, en esta ocasión con la comedia Por los pelos, de Paul Pörtner, que se representa mañana y el sábado a las 20.30 horas. La obra, que es la más representada en la historia de Estados Unidos, llega a España de la mano de los creadores de Imprebís y los productores de éxitos como La cena de los idiotas o La ratonera, y sigue la estela dejada por los conciertos navideños de la Gran Canaria Big Band y Paquito D’Rivera, Cinco horas con Mario, protagonizado por Lola Herrera, o Rojo, con Juan Echanove y Ricardo Gómez, espectáculos que en las últimas semanas también han llenado el patio de butacas del recinto del Cabildo.

Por los pelos es una obra policíaca para morirse de risa sobre un crimen con cuatro sospechosos y dos policías encerrados en una peluquería, y en la que el público decide quién es el asesino. De esa forma, cada día hay un final diferente para esta propuesta, que ya ha entrado en Libro Guinness de los Récords por sus miles de representaciones, explican sus responsables, que animan al espectador “a morirse de risa y a decidir quién será el culpable”.

Por los pelos, que ha sido presentada por uno de sus protagonistas, Juan Gea (Ernesto Jiménez en la serie de televisión El ministerio del tiempo) y el director artístico del Cuyás, Gonzalo Ubani, es la comedia no musical que más tiempo se ha representado en Estados Unidos. Se estrenó de la mano de Bruce Jordan y Marilyn Abrams en el Charles Playhosuse de Boston en 1980. Posteriormente, en 1987, se presentó en el Kennedy Center de Washington y, desde hace años, triunfa en el New World Stages de Broadway, desde donde saltó a Coreo, Grecia, Francia o Polonia.

En España, integran su reparto Rafa Alarcón, Carles Castillo, Lola Moltó, Carles Montoliu, Juan Gea y Marta Chiner, un elenco dirigido por Santiago Sánchez (L’Om Imprebís), uno de los directores más activos y reconocidos de la escena nacional de los últimos años, con trabajos que van desde grandes clásicos (Cervantes, Zorrilla, Chejov o Brecht) al teatro más contemporáneo (Monty Python, Albert Camús o Wajdi Mouawad).

La trama es muy simple y divertida: la famosa pianista Isabel Sczerny, que vive en el piso de arriba de una peluquería, aparece asesinada en el local. Allí, encerrados, están cuatro de los posibles autores del crimen y dos policías que vigilan el edificio, pero, además, les acompañan múltiples testigos (los espectadores) que cada noche ayudan a descubrir quién es el asesino de Isabel.