Campeones, la oda a la diversidad dirigida por Javier Fesser, se alzó anoche como la Mejor Película en la 33ª edición de los Premios Goya y sumó un total de tres galardones, mientras que El reino, de Rodrigo Sorogoyen, la lúcida y doliente radiografía de la corrupción política española que también partía como favorita, recogió siete estatuillas en las categorías principales, incluyendo las de Mejor Dirección, Mejor Actor y Mejor Guión Original. Entre las grandes competidoras, Carmen y Lola, de Arantxa Echevarría, se hizo con dos galardones, mientras que Todos lo saben, de Asghar Farhadi, y Entre dos aguas, de Isaki Lacuesta, que también competían como mejor película del año, se fueron de vacío.

En los apartados interpretativos, Antonio de la Torre se hizo por fin con su anhelado Goya a Mejor Actor Protagonista por El reino y Susi Sánchez conquistó su primer galardón por La enfermedad del domingo, mientras que en el apartado de reparto debutaron Carolina Yuste, por Carmen y Lola, y Luis Zaheri, por El reino.

Así se dibujó el mapa de los grandes premiados en esta trigésimo tercera gala, que se desarrolló a lo largo de más de tres horas pero que glosó episodios memorables en su traslado al Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla, con Andreu Buenafuente y Silvia Abril como entrañables y discretos maestros de ceremonias.

El primer galardón de la noche, que entregó el aclamado equipo de Campeones con el objetivo de "acojonar a Sorogoyen", pulverizó la única cuota canaria que concurría en esta edición: la actriz extremeña Carolina Yuste se hizo con el premio a la Mejor actriz de reparto por su papel en Carmen y Lola en detrimento de la actriz grancanaria Ana Wagener, que competía por su papel en El reino. Sin embargo, El hombre que mató a Don Quijote, la película maldita de Terry Gilliam, rodada en parte en Canarias, se hizo con dos Goya.

Uno de los momentos más emotivos de la noche se enmarcó en el discurso de Eva Llorach, Goya a la Mejor Actriz Revelación por su papel de Violeta en Quién te cantará, de Carlos Vermut, que invitó a las mujeres del público a ponerse en pie, "quiero compartir el premio con vosotras, porque es muy difícil ser mujer". "Y sobre todo, quiero pedirle a las guionistas creadoras y productoras que creemos historias con protagonistas femeninas; sobre todo, en los años en que nos volvemos invisibles a partir de los 40". En esta línea, también Arantxa Echevarría, Goya a la Mejor Dirección Novel por Carmen y Lola, brindó un emocionante discurso sobre la libertad de amar. También a lomos entre la reivindicación y el orgullo, el actor Jesús Vidal, Mejor Actor Revelación por Campeones y primera persona con discapacidad visual en recibir un Goya, enarboló, entre aplausos, "las tres palabras que se me vienen ahora a la cabeza: inclusión, diversidad y visibilidad".

Entre las anécdotas, aunque prometía el descenso de los cielos de Berto Romero y David Broncano, que entregaron el premio a Mejores Efectos Especiales suspendidos en el aire -y que obtuvo Laura Pedro por SuperLópez, primera mujer premiada en esta categoría-, les superó Máxim Huerta, ex ministro de Cultura, en la entrega al Goya a Mejor Corto de Ficción: "No os preocupéis, que yo suelo ser breve", declaró. Y entre los minutos musicales que detuvieron el tiempo, la cantante Rosalía, una de las voces más veneradas del panorama nacional, bordó una personalísima versión de Me quedo contigo, el mítico himno de Los Chunguitos y banda sonora de Deprisa, deprisa, de Carlos Saura, que interpretó junto al Cor Jove del Orfeó Catalá, y que despertó una emocionadísima ovación.