Los beneficios del hábito de la lectura son bien conocidos. Los libros nos guían, nos transforman, nos nutren. Solo tenerlos cerca resulta beneficioso: crecer rodeado de libros, sin que importe tanto cuántos, mejora los resultados académicos y las habilidades futuras de los adolescentes.

Lo demuestra un estudio realizado por Joanna Sikora, de la Universidad Nacional Australiana, y M. P. R Evans y Jonathan Kelley, de la Universidad de Nevada, que concluyen que crecer en una casa llena de libros mejora la alfabetización, la capacidad aritmética y las competencias tecnológicas de los adolescentes. Rodearse de libros no sólo facilita el éxito profesional, sino que también ayuda a crear hábitos que mejorarán su educación personal durante toda la vida.

El estudio, publicado en la revista 'Social Science Research' en octubre de 2018, explica que los adultos que crecieron con muchos libros en la casa de sus padres pero no accedieron a la educación superior tienen un nivel académico-cultural igual de alto que aquellos que obtuvieron un título universitario pero tuvieron a su alcance menos libros durante la adolescencia.

Las cifras fueron extraídas de un grupo de 160 mil personas de entre 23 y 26 años de más de 31 países, y muestran además que los adultos encuestados de países escandinavos y algunas sociedades post-comunistas son aquellos que recuerdan tener las bibliotecas más grandes en la casa de sus padres. Para hacerse una idea, en España la cifra media de libros en las bibliotecas de casa es de 152, mientras que en Noruega, en cabeza, es de 212, y en Turquía, en último lugar, es de 62.

Sikora apunta en el artículo que, en una sociedad que avanza con rapidez en lo tecnológico, que usa cada vez más los 'e-book' a la hora de la lectura, esta técnica de medición quedará pronto obsoleta. En el futuro, deberán tenerse en cuenta, además de libros físicos y digitales, los audiolibros.