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Entrevista | Saro León

Saro León: "Soy bastante loca y llevo arte innovador como debe haber siempre en una feria"

"Represento a Eli Cortiñas, que trabaja con la videocreación, y a Nira Santana, que creará un videojuego", afirma la galerista de arte

La galerista de arte Saro León en el despacho de su centro de trabajo. Andrés Cruz

¿ Ha sido invitada a participar en la Feria de Arte de París, el próximo abril. ¿Asistirá a título privado, o con obra de los artistas de su galería en Las Palmas?

Una feria es para galerías privadas. La feria se llama Art París. Este año está dedicada a Latinoamérica y a las mujeres francesas que han sido obviadas durante todo el siglo pasado hasta ahora. Hay una gran exposición colectiva que va desde los años 20 hasta la actualidad y es sólo de mujeres. Yo no trabajo con las francesas sino con las africanas en la diáspora que viven en Francia. Al estar este año dedicado a Latinoamérica vienen todos los países de dicho entorno. Para la feria han elegido a la artista Betzabee Romero de Ciudad de México para que hiciera una gran instalación en la fachada del Grand Palais. Yo soy su galerista. Por ello me otorgan a mí un lugar preferente y con mejor precio que al resto de los stands porque la feria es carísima. Es una oportunidad única. El stand va a consistir en una instalación suya con dos artistas canarias, mujeres muy potentes, una que trabaja la vídeo creación y la otra el videojuego. Eli Cortiñas trabaja el vídeo, un ensayo sobre la situación actual política en el mundo. Nira Santana va a realizar el único videojuego de toda la feria. El videojuego se está encaminando ya por el mundo del arte, por el mundo de la creación artística, como llegó a ser el vídeo vinculado en un momento dado más al cine. Tratará sobre la violencia de género.

Esta convocatoria en el Grand Palais, ¿es análoga a la feria madrileña Arco?

Sí, viene siendo lo mismo. En París cuando comienza la primavera se organizan las exposiciones más importantes de todo el año. En el Grand Palais se organiza la feria Art París.

¿Cree que los resultados de estas ferias marcan tendencias estéticas, además de vender obra presentada?

Creo que hoy en día nada marca tendencias estéticas porque en todas las ferias se repite lo mismo. Aunque en Arco haya una parte temática pienso que no se crean tendencias porque todo el mundo va a vender. Yo soy bastante loca y llevo cosas realmente innovadoras que es lo que debería ser una feria, aunque todos queramos vender. De hecho, he tenido que frenar mi participación en ferias porque me descapitalizaría y no podría mantener mi galería. Aunque es verdad que ni siquiera en las bienales hoy en día se está creando tendencia. Está todo excesivamente parado y no hay riesgo. Siempre se ve lo mismo.

En las Palmas sólo quedan tres o cuatro galerías privadas, alguna de ellas muy discontinua. ¿Cree que se recuperará la actividad de otras décadas?

Esperemos porque los que continuamos estamos mayores y tiene que haber un relevo. Somos muy pocas galerías en relación a la cantidad de población.

El galerista es una pieza clave en la exhibición y también las ventas. ¿Qué criterios sigue en su selección de expositores?

Es una pieza fundamental en la cadena del mundo del arte, donde el principal es el artista, luego el vendedor y después, el museo o el centro de arte. En las últimas décadas esto ha cambiado de una manera radical. Tanto los centros de arte como los museos se han inmiscuido de alguna manera. Están jugando al descubrimiento, cuando el museo siempre ha sido el que consolida. El descubrimiento hasta ese momento lo hacía el galerista y mostraba, pero ahora es al revés, por lo que no hay mercado del arte porque en un museo o un centro de arte no se puede vender. Al pasar por un museo te vas forjando un currículum que se traduce en elevar el precio de la obra, con lo que cuando te la llevas a la galería ya es más cara y no consigues tantos compradores como cuando estás descubriendo y apostando por una persona porque ya tiene un valor más alto. Y hay que vivir y comer y vender... Está todo muy enrarecido y mezclado. Hace falta un cambio, se ha llegado a una situación insostenible.

¿Ha tenido que rechazar ofertas de exposición que no le interesaron?

No, porque quien elige las muestras que se hacen soy yo. Los artistas me presentan sus dosieres o yo acudo a los estudios o se producen encuentros donde veo a artistas que me gustan y les pido que expongan en mi galería. No es que yo rechace como en un museo donde se presentan proyectos y se eligen o no. En mi caso soy yo la que busco lo que me interesa.

¿Cuáles son los canales de inf ormación internacionales para estar en la última hora de tendencias y estilos?

Ahora mismo con las redes sociales te enteras de muchas cosas. También, a través de las bienales principalmente y las galerías, o las ferias y los centros de arte. No se puede hablar de tendencias como en la moda porque ahora mismo significa encasillar el mundo del arte, pero este va evolucionando. Si tú tienes tu estilo predeterminado vas a evolucionar con él, no vas a seguir de repente una tendencia nueva. El artista tiene que tender a crear su propio estilo.

Hay periodos en que su sector apuesta por nuevos nombres y otros en que sólo interesan los valores seguros, con cotizaciones estables o en alza. ¿En cuál de esos momentos está ahora el mercado internacional?

En los valores en alza, pero para mí eso no es galerismo sino una multinacional que vende la marca. Hay galerías medianas o pequeñas como la mía que hacemos la labor de sabuesos de buscar. Si tiene éxito en el mercado ellos lo acaparan y elevan de categoría. El mercado mundial está en el valor consagrado, aunque pienso que es algo relativo porque yo acabo de venir de Asia y hay muchos coleccionistas asiáticos jóvenes que ahora mismo apuestan por el arte asiático joven. Hasta ahora seguían los cantos de sirena de los reconocidos occidentales, pero es un error.

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