El aprendizaje del timple cuenta con una herramienta que permite a los intérpretes que manejan el instrumento, a quienes lo estudian y a los quieren acercarse a él, trabajar con el legado de la primera generación de maestros. Se trata de Partituras para timple, un proyecto didáctico que reúne partituras de piezas de Totoyo Millares, José Antonio Ramos, Argelio Rojas Sabina Rojitas y Juan Valerón. Una colección de partituras con su transcripción en solfeo y en cifrado, y un Cd con los protagonistas de cada pieza.

Un proyecto que parte de una idea del timplista majorero Domigo Rodríguez El Colorao, y que ha realizado la Asociación del Timple Canario que preside el también timplista Germán López, y que se presentó este viernes en el Conservatorio Profesional de Música de Las Palmas. "Este trabajo es una propuesta de la Asociación del Timple para implementar las enseñanzas del timple en el Conservatorio a nivel elemenetal, nos plantearon el interés y la necesidad de recuperar las partituras de siete timplistas de cara a las nuevas generaciones", explica la consejera de Educación y Universidades, Soledad Monzón.

La titular de Educación aprovechó el acto de presentación de Partituras de timple para anunciar que el próximo lunes se lleva a la comisión correspondiente del Ministerio de Educación el real decreto para implantar las enseñanzas de timple en el nivel profesional, "el paso previo a que apruebe en consejo de ministros y que se puedan implantar estas enseñanzas el próximo curso académico", según dijo. Además, desde la Consejería "se aprobará una resolución para los centros educativos que impulsen proyectos ligados al timple, y que pueden tener dotación económica para la compra de instrumentos, y extender el timple a los centros escolares". Según la consejera, "la demanda existe y el instrumento es caro para muchas familias y creemos que es una buena oportunidad.

La idea fundamental de Partituras de timple es "que este legado no se perdiera". Una idea en la que abundaron tanto Soledad Monzón como los timplistas Germán López y Domingo Rodríguez. "Un pueblo sin raiz está condenado al fracaso, hay un auge del timple y veo a muchos niños que no conocen la base, la raiz, y antes de nosotros hubo una generación que sacó el instrumento de su lugar, paso de ser un intrumento de parranda y acompañamiento a ser un instrumento de conciertos, y que merecen todos nuestros reconocimientos, y las futuras generaciones tienen que beber de todas estas fuentes", manifestó Domingo Rodríguez.

El timplista majorero sostuvo que "los autores son los más conocidos y cada uno con su personalidad diferente, unos más guitarristas, porque antes tocaron la guitarra que el timple, y otros, sobre todo los de Fuerteventura y Lanzarote, vienen del rasgueo de la música popular y que es lo que caracteriza al timple". A su juicio, "esto no quita que puedan haber más en el futuro, y ojalá que el timple siga avanzando a la par que la música popular".