La artista Yapci Ramos cuestiona lo que somos y se busca en lo que fuimos. Y ese diálogo que confronta y solapa los interrogantes del presente con los rostros del pasado respira en el corazón de Know us, el segundo vértice de la trilogía expositiva de la videoartista y fotógrafa tinerfeña, comisariada por la historiadora del arte Yolanda Peralta.

El espacio CAAMinauguró ayer este hipnótico juego identitario, que conforma el capítulo segundo del relato expositivo que descubre el universo creativo de esta artista internacional, por primera vez y de forma escalonada, en su Archipiélago natal. La exposición Show me inició este periplo por las arterias artísticas de Ramos el pasado octubre en el TEA Tenerife Espacio de las Artes con una poética especular sobre la relación con los otros y, después del asalto introspectivo de Know us, que ve la luz en primicia en la capital grancanaria, culmina el viaje con Welcome her, un ejercicio de inmersión contextual que espeja su estrecha relación con el continente africano y que inaugura el próximo 22 de marzo en Casa África.

El primer recorrido de Know us en la planta baja de San Antonio Abad aloja un enigma fotográfico que baila y muta ante nuestros ojos, como si la artista manifestara que la identidad es una construcción en movimiento, que se revela en distintas direcciones según el lugar en que nos situemos para mirar. Las fotografías de este apartado se corresponden con retratos del álbum familiar de Ramos, desde su madre y su padre a sus dos tías, pero cada rostro se difumina como un holograma evanescente hasta redibujarse en el rostro de la propia artista.

Esta dualidad o analogía familiar imprime en su fisonomía las reminiscencias de un "legado transgeneracional inconsciente", que revive en la expresión de las cejas, una media sonrisa o una forma de mirar. "Esta transición o metamorfosis entre cada personaje de mi familia y yo es la búsqueda formal que me permite traer al presente ese pasado, que forma parte de mí", declara la artista, quien señala a su vez que "en el proyecto Show me lo importante era mostrarse y, en este caso, el proyecto de Know us tiene que ver con conocerse".

La artista reveló ayer que esta idea performativa de superposición de tiempos e identidades, donde se adueña de los gestos de cada retrato como una decalcomanía, conllevó "unas tres horas de trabajo por cada fotografía, porque no buscaba sólo la conexión física, sino también la emocional para poder llegar a ese momento en que fue tomada". "En este ejercicio de búsqueda nunca encuentras todas las respuestas, pero lo que importa es el viaje", manifiesta Ramos, toda vez que invita a embarcarse en esta propuesta narrativa que "podría ser la de cualquier familia canaria" en el marco común territorial, migratorio y cultural de las islas.

Este pasaje desemboca en el patio de San Antonio Abad con una instalación sonora que arropa la exposición con el canto de un pájaro en Tegucigalpa (Honduras), una de las numerosas ciudades que conforman el mapa de acciones de la artista. "Este sonido recrea un momento en el que me sentí físicamente atrapada por las circunstancias y donde emprendí un diálogo entre ese canto y el silbido, que conecta a su vez con nuestra comunicación ancestral, que tiene ver con el concepto de la libertad", indica la artista. Así, esta pieza denominada Freedom subraya que reconocerse a través de las ramificaciones familiares no ha de comportar ataduras. "Esta obra evoca las palabras de mi abuela, que me dijo: sé libre".

Por último, la planta superior de San Antonio Abad exhibe la videoinstalación Red-Hot, que la artista inauguró en la Galería Catinca Tabacaru de Nueva York el pasado 2018. Esta pieza visceral y orgánica muestra a la propia artista dibujando sus interrogantes en 24 palabras en la pared de mármol de la ducha con la tinta de su sangre menstrual: go, why, how, time, true, you, que diluye a continuación en el agua como símbolo de purificación. Su vocación de pulverizar los tabús asociados a la menstruación para sublimar, liberar y sangrar sus propias dudas, vivencias y resignificación como mujer se reproduce en un rito que desarrolló a lo largo de dos años y que, a su vez, remite al ritual de purificación de las aborígenes canarias en el mar antes de la reproducción. "No pensaba convertirlo en una obra de arte, pero la manera más clara para vehicular mi angustia era a través de una materia que pudiese sacar de dentro de mí y que, en este caso, fue la menstruación", revela la artista, quien afirma que esta acción primaria de creación y destrucción no obedece a una voluntad de provocar, sino que "salió de mis entrañas".

Mujeres

Con 20 años de trayectoria a sus espaldas, esta artista tinerfeña que vive a caballo entre Barcelona y Nueva York, y que ha desarrollado su trayectoria artística en numerosos países como Moscú, Honduras, República del Congo o Senegal, entre muchos más países africanos, descubre su trabajo por primera vez en Canarias. El director del CAAM, Orlando Britto, quien trabó contacto con Ramos en la Bienal de Damako hace 10 años, destacó "la gran calidad de su trabajo" y su "capacidad de inmersión empática en contextos".

Su exposición Know us en San Antonio Abad se inscribe en la línea de reivindicación y exhibición del trabajo artístico de las creadoras canarias en este espacio del CAAM. A este respecto, Yolanda Peralta, referente en el trabajo de visibilización de las mujeres en la Historia del Arte, celebró "la labor que lleva a cabo el CAAM en los últimos años en pro de la visibilización artística femenina, no solo con exposiciones individuales, sino también con la incorporación de obras de creadoras a su colección", sobre todo, después de que el último informe de la asociación Mujeres en las Artes Visuales (MAV) reflejase un marcado descenso en la presencia de las creadoras en la pasada edición de ARCO. "El mercado del arte es complicado y si, además, eres mujer, tienes más de 40 años y te dedicas al videoarte, estás el 1%", río Ramos, "muy feliz" desde la segunda página de su trilogía.