Los nostálgicos del heavy metal pudieron revivir la época gloriosa del género con el concierto que la banda sueca Europe ofreció ayer en el Gran Canaria Arena presentando su último disco de 2017 Walk The Earth. Fue casi como meterse en una máquina del tiempo y regresar cuatro décadas al pasado en un espectáculo en el que reapareció la esencia de ese rock duro que cada vez se echa más de menos, aunque fuese el germen para muchos estilos que están en boga hoy en día.

El grupo, que actuaba dentro del ciclo Legends Live Canarias e iniciaba su gira internacional con este arrollador directo ante 3.000 espectadores, interpretó su inmortal Carrie en el ecuador y dejó para el final su archiconocida The Final Countdown. Empezó con los dos temas más potentes de su nuevo trabajo, Walk The Earth y The Siege, a los que siguió ya uno de sus clásicos más conocidos, coreado por todos sus seguidores, Rock The Night, un medio tiempo que se desarrolla con los compases más identificativos de este estilo y tras cuyo final Joey Tempest pudo saludar a la audiencia con un "hola canariones" y realiza algún comentario en castellano. El grupo atacó de forma firme el Wasted Time después de que el cantante soltara ciertos alaridos, y , entres sus temas propios, tuvo tiempo de interpretar No Woman No Cry de Bob Marley.

Otros momentos arrolladores lo protagonizaron títulos como War Of Pigs con su alusión clara a Black Sabbath o Superstitious, más cercano a la onda Blue Oyster Cult. Un espectacular solo de batería sirvió como preámbulo al tema Heart Of Stone en el que Tempest no paró de sacudirse la minimelena y saludar de forma alegre y despreocupada a los asistentes de las gradas. Un buen directo, aunque sin esa nitidez imposible de lograr en un espacio de este tipo. Antes salió Hackers que presentó Empezar de cero con aroma de genuino AOR.

Antes de desplegar repertorio en el Gran Canaria Arena, tres de los cinco miembros de Europe tuvieron tiempo para hablar de música y de las escena sueca. Fue un encuentro con el bajista John Leven, el batería Ian Haugland y el teclista Mic Michaeli, junto al guitarrista de Hackers, Fran Alonso. La ausencia del cantante, Joey Tempest, se debió a los problemas con los vuelos de las aerolíneas de Norway Air. Ian Haugland respondió a casi todas las preguntas y, sobre la presencia de bandas de heavy metal en los países nórdicos, aseguró que "una de las razones por la que los jóvenes escandinavos son tan activos en la música es por nuestros inviernos son jodidamente oscuros y aburridos. Así que necesitas hacer algo si no quiere suicidarte", aclaró.

El batería aseguró que existen tantos subestilos ya que "hay largas distancias entre unas poblaciones y otras y las comunicaciones son a veces difíciles", y reconoció que la música que hacían en los ochenta suena diferente de la actual. Lo que hacemos en este momento se parece más al hardrock de los setenta, a nuestras primeras influencias", pero añadió que las baladas le dan acceso a un público más amplio. El teclista Mic Michaeli reconoció que el grupo conserva buena relación con los megaéxitos que hace tres décadas les hicieron famosos y que The Final Countdown fue decisiva "para poder romper en el mundo".