"En realidad, todas las historias que nos cuenta el cine ya estaban dentro de nosotros", declama Cayetana Guillén Cuervo en el Teatro Pérez Galdós, después de abrirse paso desde el patio de butacas hacia el escenario en una entrada mítica. "Admiramos a los creadores porque, sin conocernos, pueden conseguir que nosotros nos conozcamos mejor en una sala oscura iluminada solo por la tenue luz de un proyector". La defensa del poder transformador del cine, su configuración como un espejo que esculpe el tiempo y la memoria de lo que fuimos y lo que somos, se entreveraron este viernes por la noche en la ráfaga neorrealista de Fellini y el soplo de libertad de Jonas Mekas en el acto inaugural del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria.

La 19ª edición de esta cita anual de referencia nacional con el cine de otras latitudes, lenguajes y miradas subió el telón en una velada conducida por la carismática actriz y presentadora de Versión Española, quien desgranó las distintas secciones y ciclos que nutren una selecta programación de 157 películas, que se proyectará en las pantallas del Pérez Galdós, los cines Monopol y el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología hasta el 31 de marzo. Esta invitación a embarcarnos como espectadores en este viaje por distintas cinematografías de universos propios y lejanos se proyectó en el escenario con un montaje de ilustraciones visuales a cargo de la cineasta grancanaria Macu Machín. Ambas trenzaron un diálogo que arroparon las relecturas de las bandas sonoras fellinianas de Nino Rota bajo el prisma del rock progresivo de la banda tinerfeña GAF y La Estrella de la Muerte, rebautizada en jerga festivalera como Monkey Business Gaf.

Esta experiencia sensorial de interrogantes, sueños y homenajes en torno al séptimo arte, que rubricó un comienzo a la altura del casi vigésimo capítulo del certamen, se fraguó bajo la dirección de Rafael Rodríguez y José Luis Massó, de la compañía 2RC Teatro, a partir de un guión del periodista y dramaturgo Paco Sánchez.

Éxito

Las invitaciones para el acto volaron horas antes del inicio del acto, que congregó a numerosas presencias de cineastas y personalidades vinculadas al cine y la cultura en las islas, así como a varias autoridades del Ayuntamiento capitalino, impulsora del evento. Pero quizás el éxito principal de la gala inaugural del Festival de Cine radique en que, desde su renuncia a la alfombra roja y el imperativo mediático de las estrellas de cine, ha conseguido espejar lo que, bajo la dirección de Luis Miranda y desde su equipo de programación, aspira a ser: una apuesta sólida por el cine diverso, plural, autoral y universal, con espacio para la música, la creatividad y el encuentro con el otro. En el marco de su discurso, Miranda hizo un guiño a los "visionarios" del arte que se han ido, transitando desde Fellini y Mekas al actor Bruno Ganz o el escultor Martín Chirino, cuya Lady Harimaguada constituye el símbolo del Festival de Cine y de su máximo galardón.

Con todo, a falta del despegue de la Sección Oficial el próximo lunes, las películas de las secciones fijas Canarias Cinema, Panorama, Panorama España, Linterna Mágica y Monopol Music Festival, así como los ciclos Déjà Vu: Siete mujeres y Cine y Filias, y las retrospectivas David OReilly y Cattet&Forzani, ya desfilan en las pantallas, junto con las jornadas del MECAS en el Teatro Guiniguada y las de Cima Canarias, al grito de #MásMujeres, en el Gabinete Literario. Y después de las películas, las Monkey Nights afinan el punto de encuentro festivalero con las mejores bandas en directo y djs de las islas en The Paper Club. Este viernes por la noche el pistoletazo de salida tiene voz de mujer, con las formaciones Flor de Canela, Cintia Lund y Tremenda Jauría, porque esta también es la edición en que las mujeres toman la palabra.

Nos vemos en las salas, pues tal como cifraron las últimas palabras de Guillén Cuervo, "siempre nos quedará el cine".