La poética subterránea de La ciudad oculta, la nueva película del cineasta Víctor Moreno (Santa Cruz de Tenerife, 1981), se alzó ayer con el Premio Richard Leacock al Mejor Largometraje en la La ciudad oculta,La ciudad oculta19ª edición del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria.El jurado compuesto por la gestora cultural y cineasta Andrea Guzmán; la productora ejecutiva y coordinadora de programación del FestivalMárgenes, Annamaria Scaramella; y el crítico de cine, Manuel Zapata, premió este viaje documental al entramado invisible del subsuelo urbano que, tal como recoge su fallo, "nos sumerge en un viaje a las entrañas de la civilización a través de una propuesta estética impecable, de un cuidado y pulcritud sobresalientes, donde destaca un potente tratamiento sonoro".

"Este premio me hace muy feliz porque, además, competían trabajos muy valiosos", declaró el cineasta tinerfeño, ganador del Premio especial del Jurado Nuevos directores en el certamen capitalino por su documental Edificio España (2014), que también le valió una nominación a los premios Goya. Sin embargo, esta es la primera vez que se alza con elpremio Richard Leacock en la sección Canarias Cinema, en la que concurren los trabajos de autoría o producción canaria, y donde Moreno competía este año con otros tres largometrajes: En busca del Óscar, de Octavio Guerra; Milagros, de David Baute; y Platón, de Iván López. El de Guerra, por su parte, recibió una Mención Especial por parte del jurado. La ciudad oculta, producida por José A. Alayón (El Viaje Films), quien también ejerce como director de fotografía, así como por Rinoceronte Films (España), Pomme Hurlante Films (Francia), Dirk Manthe yFilms (Alemania) y Kino Pravda (España), y coescrita con los cineastas Nayra Sanz, quien competía en el apartado de cortometrajes con la obra En esas tierras, se estrenó en las secciones oficiales del Festival de Cine Europeo de Sevilla y el Festival Internacional de Documental de Amsterdam.

"Mis películas siempre se mueven en el espacio como centro narrativo", declaró el ganador. Además, el filme vivió su premiere americana en el Lincoln Center de Nueva York de la mano de la prestigios a revista cinematográfica FilmComment. Tras su estreno en su Archipiélago natal, La ciudad oculta continuará su recorrido porfestivales internacionales.

A juicio del cineasta, su nuevo largometraje constituye un paso hacia adelante con respecto a su trabajo anterior, Edificio España, que glosa el proceso de cambio protagonizado por uno de los rascacielos más emblemáticos de Madrid, símbolo de prosperidad en el franquismo, toda vez que La ciudad oculta, que plantea la apertura del mundo subterráneo al espacio sideral, se inscribe en el sello autoral de su anterior trabajo.

"A nivel conceptual son películas parecidas, porque ambas se mueven siempre en el espacio como centro de la narración", indica el cineasta. "Pero en La ciudad oculta me planteo llevar ese juego a un lugar más imaginario y, a pesar de que la raíz también sea documental, quise construir un imaginario a partir de ese territorio que no se ha explorado mucho en el cine, que es el subsuelo de una gran ciudad".

Con todo, el documental En busca del Óscar, de Octavio Guerra, que sigue la estela de Óscar Peyrou, crítico de cine y Presidente de la Asociación de Española de la Prensa Cinematográfica, reconvertido en un referente real por la osadía ingeniosa de escribir críticas cinematográficas sin ver las películas, sino basándose únicamente en el cartel, recibió una mención especial por parte del jurado. El fallo valoró que el largometraje "satiriza acerca del papel de quienes nos dedicamos a juzgar el trabajo de los demás y celebra una visión desprejuiciada de este, nuestro mundillo, sin dejar de lado un poso de profundidad y trascendencia".

Por último, el cortometraje 300 Todo incluido, de Pablo Fajardo, protagonizado por una gran Mari Carmen Sánchez, se hizo con el premio Richard Leacock en su categoría, por "el uso inteligente de los recursos de una narrativa fílmica que juega con el ritmo, la elipsis y el montaje para contar una historia marcada por la ausencia".Y el cortometraje Mi profesora de salsa, de Rafael Navarro Miñón, asiduo del certamen capitalino, se hizo con el Premio de Distribución Digital 104, que concede este sello canario y que garantiza su distribución en festivales internacionales. "Estoy sorprendido y emocionado", manifestó ayer el cineasta y arquitecto grancanario."Esto es maravilloso".