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Un realista en el peor momento

Cinco escritores de talla internacional de las Islas opinan sobre la obra de Sánchez Ferlosio, a la que califican todos como "imprescindible"

Rafael Sánchez Ferlosio en 2007 durante la presentación de su libro 'Tú lo has querido' que acogía sus artículos de la guerra. lp

La obra de Rafael Sánchez Ferlosio ocupa un lugar de privilegio en la literatura española del Siglo XX. Y su legado, en la novela, refleja una España en la que había carencias de todo tipo, una escritura realizada en pleno franquismo con lo que ello conllevaba de dificultades para sortear la censura. Sin embargo, el estilo del escritor de la posguerra no ha influido de forma decisiva a los autores de las Islas. Así lo reconocen cinco de los escritores canarios más importantes de los últimos años que destacan, como curiosidad, el hecho de que, en la época del realismo español, en Canarias la mayoría de los novelistas estaban experimentando con las vanguardias y el surrealismo. Eso no fue óbice para que, sin embargo, los entrevistados se deshagan en elogios hacia el talento del autor de El Jarama.

Sabas Martín.- Escritor

"Lo que más queda es su actitud de mosca cojonera contra el poder y sus mecanismos", señala desde el principio el poeta, narrador y ensayista tinerfeño Sabas Martín sobre la obra de Sánchez Ferlosio. "Es el prototipo del intelectual, equiparable a José Luis Sampedro, que se muestra crítico con la realidad", añade. Pero el escritor destaca el talento del autor madrileño fundamentalmente "en el análisis que hace del sistema de sometimiento del lenguaje". Sin embargo, Martín sostiene que como novelista no tuvo una especial incidencia en las Islas "ya que el realismo social no ha funcionado demasiado en Canarias". El motivo radica en que "cuando surgió su narrativa había gente que se decantaba más por Industrias y andanzas de Alfanhuí, esa especie de novela mágica y recreación de la picaresca, que por El Jarama, que resultaba un poco espeso". Y su última novela, El testimonio de Yarfoz, "fue un esfuerzo baldío". Sabas Martín lo explica por el hecho de que "la sensibilidad insular no estaba por la línea del realismo social. Nosotros todavía estábamos con el surrealismo y las vanguardias cuando en el resto de España transitaba en el realismo social a ultranza". Pero además sostiene que "a mí me interesa más el Sánchez Ferlosio articulista, de esas reflexiones extensísimas que publicaba en El País donde desmontaba las estructuras de dominio del poder a través del lenguaje". El escritor también destaca sus ensayos literarios que ocupó la mayor parte de su producción desde 1974 hasta finales de la pasada década, como La homilía del ratón, Esas Yndias equivocadas y malditas, o su último ensayo, God and gun, que "fue una premonición de lo que pasa ahora y donde reflexionaba del fanatismo, las guerras y las religiones".

Miguel Á. Sosa Machín.- Escritor

El escritor Miguel Ángel Sosa Machín destaca que Sánchez Ferlosio fue "un autor "de raigambre" y que sus escritos eran "casi filosóficos". En su opinión el autor de El Jarama "tiene un punto como Juan Rulfo, de pocas novelas pero esenciales", destacando el estilo audaz que empleó en Alfanhuí. El autor de El lugar donde muere la noche añade que "toca temas claves del sentimiento de la guerra civil española y la pérdida". Por tanto su producción "es especial y clave, y todo lo tocaba de una manera distinta a la literatura social de la época". Para Sosa "él despega con todo eso y logra entrar profundamente en el corazón de la memoria".

Alberto Vázquez-Figueroa.- Escritor

Alberto Vázquez-Figueroa es el escritor canario que se muestra más apasionado a la hora de destacar el valor de la literatura de Sánchez Ferlosio. Para el autor de Tuareg, el escritor realista "fue el maestro de los actuales escritores españoles", destacando los valores de El Jarama, que describe como "novela inolvidable". El tinerfeño recuerda que "cuando todos empezábamos, leerle era imprescindible" y sus obras "resultaban muy distintas por sus características". Pero, en su opinión, Sánchez Ferlosio ha sido "un referente, que es una palabra que se utiliza mucho cuando uno recuerda a algún autor, pero aquí es la más apropiada". Y sentencia que "si no has leído a Sánchez Ferlosio no sabes lo que es escribir, porque su literatura es algo con lo que se aprende". El autor de Cienfuegos añade que "los críticos y analistas lo tenían muy olvidado y no le hacían el caso que se merecía". Y luego había cuestiones en las que no estaba muy de acuerdo, "pero los escritores deben estar por encima de las ideologías". Vázquez-Figueroa subraya que "en España no se comprende que ocurrió durante el siglo pasado sin su literatura", y recuerda que no era un asiduo en los medios, "porque realmente era un hombre para leerlo".

Luis León Barreto.- Escritor

"Fue el representante de una corriente de novela realista en los años cincuenta en una línea en la que estaban Carmen Laforet, Ignacio Aldecoa, Juan Goytisolo y Luis Martín Santos", señala desde el principio Luis León Barreto. "Y ese realismo social era un reflejo de las carencias de la España de la época, mucho antes de que llegara el boom latinoamericano que lo transformó todo". En ese sentido, El Jarama es, en opinión del escritor grancanario, "una novela emblemática que tuvo mucho éxito, pero a la que luego una etapa muy larga de silencio", lo que produce que su Alfanhuí, que es un remedo de la novela picaresca en la línea de El lazarillo de Tormes, siga teniendo muchísimo éxito. "Es una especie de francotirador, un hombre que tenía una gran dignidad creativa", subraya. El autor de Las espiritistas de Telde aclara que El Jarama, al igual que Nada de Carmen Laforet, Tiempo de silencio de Luis Martín Santos, gran parte de Miguel Delibes e Igancia Aldecoa, o Las Afueras de Goytisolo "son documentos de una época en la cual España tenías unas grandes carencias sociales o políticas, pero son testamentos que se han convertido en inmortales".

José Luis Correa.- Escritor

José Luis Correa recuerda El Jarama como "una de las obras que más nos impactaron" y que era una de las de obligatoria lectura durante su época de estudiante de secundaria, a pesar de su complejidad. El escritor señala que la novela negra criminal actual no deja de ser una novela social influida por ese realismo del escritor de la posguerra. "Todos estos escritores como Cela, Sánchez Ferlosio o Luis Martín Santos utilizaban la novela social, de un momento muy crítico en una década como los cincuenta que "representa una posguerra después del vacío porque los años 40 fue de un parón total". El autor de Muerte de un violinista recuerda que "su impronta personal radica en lo que significó su voz". Correa destaca los logros de su literatura en pleno franquismo porque "no es igual escribir en los años 50, en la posguerra y en la peor época de la dictadura pura, que hacerlo en 2019 con la libertad". Pero añade que "ahora que se está revisando la historia, hay que mirarlo con perspectiva", ya que "la censura actual nos lo hacemos nosotros mismos".

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