La principal representante del cante joven publica su primer disco tras obtener premios en los principales concursos flamencos. Bulerías, seguirillas, tangos, malagueñas, alegrías y fandangos sirven para recuperar el género en su pura esencia en una época en la que los jóvenes acceden a esta música desde propuestas descafeinadas. Piezas como Santiago y Santa Ana o Ya no siento dolor supone entrar por el espíritu de Remedios Amaya o La Niña de La Puebla. Aún así, el disco incluye títulos como Luz en los balcones que pueden atraer a los que sólo conozcan flamenco por Rosalía o Niña Pastori.