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Entrevista | Enrique Carrasco

"El boca a boca y la viralidad obligan a 'Juego de Tronos' a cargar más las tintas"

"Es de las narraciones audiovisuales que más han dado que hablar tras la llegada del lenguaje universal digital", explica el profesor de Grado en Comunicación Publicitaria en la Universidad Europea de Canarias

Enrique Carrasco, profesor de Grado de Comunicación Publicitaria en la Universidad Internacional de Canarias.

¿Qué cree que dejará de legado el fenómeno Juego de Tronos tras esta temporada final?

RDejará seguramente muy buen sabor de boca a aquellos que nos hemos interesado por sus personajes, por sus tramas. Y nos defraudará, creo entender, si osa proseguir por otros caminos o se reinventa después de un tiempo. Mi sensación es que lo aportado está muy bien, y si se anuncia el desenlace ya está, punto y final. Como legado pasará al interesante recuerdo de haberse convertido en una de las narraciones audiovisuales que más ha dado que hablar en las redes sociales desde que se implanta el lenguaje universal de la digitalización, y uno de los productos más rentables de la historia de la televisión.

¿A qué se debe el éxito de la serie, que además fue creciendo desde las primeras temporadas hasta la actualidad?

Creo que Juego de Tronos posee recursos temáticos concretos que han influido para catapultar la serie al éxito y obtener engagement. En su argumento se disputa el poder, y el poder no se logra sin derramamiento de sangre, sudor, y lágrimas, eso sí, también con la ayuda providencial, casi divina, de los dragones. En medio de todo se producen sorpresivas historias de amor que se suceden entre rituales, accidentes provocados, celos y planes extravagantes urdidos por mentes maquiavélicas. Estos ingredientes gustan aquí y en Pekín; por eso la historia ha enganchado a audiencias heterogéneas de distintos países. El crecimiento de adeptos a medida que han ido transcurriendo las temporadas se debe en buena parte al auge del marketing alimentado por las legiones de fans en el entorno digital, un "ruido" en las redes que no cesa de modo que casi cualquier cosa relacionada con Juego de Tronos se "viraliza" enseguida. De cualquier forma, el fenómeno del "serieadicto", aquel espectador "enganchado" a las series y a todo tipo de producto vinculado bien sea "merchandising", bien sea información de cualquier tipo, es un fenómeno de los últimos 15 o 20 años, coincidiendo con el primer desarrollo fuerte de la comunicación a través de los canales online. En estos últimos años, otras series como Breaking Bad, Lost, House of Cards, o True Detective, han cosechado éxitos totalmente sorprendentes en todo el mundo.

¿Cuánto hay de cálculo en todo lo que rodea esta superproducción?

Al finalizar la séptima temporada, El Mundo TV emitió un pequeño reportaje online en el que se daban cifras de auténtico vértigo: 48 Emmys (la serie televisiva más premiada de la historia), un alcance de 170 países a través de la plataforma HBO, 32 millones de espectadores por capítulo, 100 millones de ejemplares de libros vendidos en todo el mundo, 1000 millones de descargas ilegales...Evidentemente, esto último no es problema para la serie ya que su principal fuente de financiación es la suma de las cuotas de sus suscriptores. Por otra parte, es esta misma cadena la que tiene los derechos porque produce, realiza y emite los capítulos, y controla a qué países y en qué condiciones comercializa su producto. HBO es recelosa de airear lo que gana realmente, pero debe ser mucho si nos enteramos de noticias como las que publica el portal produccionaudiovisual.com, que cuenta que Peter Dinklage, Lena Headey, Kit Harington, Emilia Clarke y Nikolaj Coster-Waldau cobrarían 500.000 dólares por episodio.

La serie de HBO es quizá el mayor ejemplo que encontramos de la retroalimentación que las redes suponen para el éxito de un producto. De hecho, suena hasta ridículo ahora que se haya tratado de vender, y muchos fans se lo hayan creído, como ataques o hackeos la filtración de episodios cuando había cierto desapego del público o como sucede ahora, los guiones o el elenco de cada episodio. ¿Nos hemos acabado creyendo la ficción?

Internet puede convertirse en un saco sin fondo si analizamos el medio desde el enfoque de la veracidad de información. Nos debemos de tomar más en serio las fuentes contrastadas, sin duda, y esta idea debería ser aplicable a usuarios digitales de cualquier edad. Los bulos y las fake news ensucian a menudo las buenas intenciones de otros comunicadores que tratan de hacer correctamente su trabajo. Los rumores de filtraciones, hackeos y demás siempre estarán ahí, pero luego sería conveniente hacer un estudio sociológico y psicológico de quién está detrás y de quién es seguidor, hablando más claro, que no estaría de más averiguar qué mente enferma sería capaz de pagar por ver adelantos de episodios, "espóilers" del guión o, a posteriori, escenas descartadas, aceptando ofertas de mercenarios sin escrúpulos que venden de todo en la red, sin esperar a consumir estos contenidos extra en ediciones posteriores en DVD/Blu-Ray o en entregas especiales de la propia cadena.

Usted dirige el trabajo de Fin de Grado de una alumna que se ha decantado por el mensaje y la comunicación de Juego de Tronos en la sociedad actual. ¿Qué conclusiones saca de ese trabajo?

La alumna Carla Crespo Vergara está haciendo un brillante estudio sobre las implicaciones que tiene la serie como vehículo 'transmediático' en la comunicación publicitaria, aunque también toca las influencias que el guión ha tenido a partir de libros, otras películas e incluso tradiciones orales que se remontan a la Edad Media. Carla plantea la impregnación del fenómeno entre los millones de seguidores y explica la estrategia multicanal de la serie, y cómo cientos de marcas que operan en distintos sectores han copiado la estética y la ambientación de Juego de Tronos. Creo que su trabajo llega en un momento crucial, con el desenlace de la trama en esta última temporada.

¿Cómo se plantean quienes desean sacar un producto global el desarrollo de determinadas acciones, como las colaboraciones con marcas, las apariciones estelares en programas de audiencia mundial?

Efectivamente, hemos visto cómo importantes marcas internacionales, grandes firmas comerciales, productos o servicios, bebidas para adultos como Johnny Walker (con la campaña actual White Walker-The Winter is here), refrescos como Pepsi, multinacionales de galletas como Oreo, programas que organizan la gestión de las redes sociales como Hootsuite, juegos de mesa mundialmente conocidos como Risk o Monopoly, y un largo etcétera, dicen "Quiero Juego de Tronos, ¿Puedo?", y no al revés...aún hoy es frecuente que muchas producciones audiovisuales, de antemano, pidan financiación a las marcas a través del recurso del emplazamiento de producto (product placement). La influencia llega incluso a la escena geopolítica y resulta curioso e incluso contradictorio que un país como Rusia adopte parte de la estética del opening de Juego de Tronos para diseñar la cabecera promocional del último Mundial de Fútbol de la FIFA 2018.

Pero volviendo al tema de antes, las redes bien empleadas proporcionan un impacto casi similar pero con un coste infinitamente menor. ¿Entonces qué interesa de verdad: invertir en publicidad o en herramientas para generar impacto?

Gracias al empuje del boca a boca y de la viralidad de las redes sociales se deben cargar más las tintas en generar impacto, ¿cómo?, quizá invirtiendo en talento, en buenos guiones, que es lo más difícil, y echarle muchas horas al marketing, planificar estrategias para mantener expectante al usuario que espera meses entre temporada y temporada. Se produce una calculada habilidad entre los productores, guionistas y editores de la serie, quienes saben cuándo y cómo comunicar, y con qué dosificación; de ahí las imágenes parciales o filtradas, los tráileres, los diseños, las informaciones sobre avances de guión que se van soltando a cuentagotas.

Lo cierto es que todo esto dibuja también un panorama novedoso en materia publicitaria. ¿Ha supuesto algún cambio?

Ganarse a la gente y provocar que el consumidor se convierta en prosumidor, es decir que produzca, comente y alimente la propia campaña es un regalo para cualquier producción audiovisual. En los últimos años se ha producido una transformación brutal en cuanto a costes e inversión publicitaria. Los costes de diseño de producción (incluyendo escenarios, cachés de estrellas, desplazamientos, vestuario, etc.) de Juego de Tronos son infinitamente superiores a los gastos en publicidad, porque buena parte de la misma la hacen sus propios seguidores.

¿Cómo se logra despertar el mismo interés entre los espectadores de 170 países, cada uno de ellos con sus culturas, sus mitos, su desarrollo y hasta una mayor o menos acceso a internet y las redes, y que casi todos coincidan en buenos, malos, pretendientes preferidos al Trono?

Juego de Tronos toca algunos resortes que en su momento exploraron otros grandes cineastas, como George Lucas, que en la saga de Star Wars combinó sabiamente "aparatología" con fantasía, ciencia ficción con maniqueísmo mitológico, religión con magia, y ese cóctel funcionó en todo el planeta. La serie combina con inteligencia la posición o rol de cada personaje, dándole mucha importancia a los caracteres obtusos, ambiguos, e incluso enalteciendo la maldad y la crueldad. Otro de los elementos que mejor ha funcionado es la inspiración en otras sagas exitosas, esta vez de origen cinematográfico, como El Padrino (1972), en la que los clanes y las grandes familias de mafiosos se disputaban el control de las calles en los años 40 del siglo XX. Juego de Tronos tiene algunas herramientas estéticas muy innovadoras que rompen con lo anterior, como el Gran Muro, el poder absoluto en manos de las mujeres, el papel del dragón que pasa de ser una criatura destructora a un a animal amigo de ciertos humanos, e incluso que mueran protagonistas antes de tiempo. Esto último lo hizo Hitchcock y rompió las reglas. También se ha hecho aquí, rompiendo los moldes.

Dicen que las escenas explicitas de sexo en Juego de Tronos se han reducido al extremo por no restar audiencia entre el público asiático y sus dirigentes, muy pudorosos en materia sexual. ¿Puede ser eso posible o es otro fake que alimenta las redes?

Al emitirse en un canal de pago, donde la imagen se difunde sin pasar por otro filtro técnico añadido, las posibilidades de intervención en una edición posterior que vete o corte escenas son prácticamente inexistentes. En Estados Unidos, la concepción de las escenas de sexo es de antemano menos explícita en comparación con las narrativas europeas, aunque es evidente que para no incomodar a una mayoría de futuros espectadores de distintos países puede haberse producido un cambio. Lo que sí es cierto es que, a partir de la sexta temporada, y a raíz de numerosas críticas que acusaban a la serie de asociar en exceso violencia y sexo, el tono se suavizó desde ese momento.

¿Reflejan los roles de los personajes retratados en la serie los distintos caracteres de quienes son potencialmente sus espectadores 'tipo'? Lo digo por si eso genera algún tipo de empatía calculada: Jon Snow es el bastardo que triunfa; Daenerys Targaryen está buscando justicia; Arya Stark se ha convertido en lo que soñó y Cersei Lannister, por sólo citar algunos, ha demostrado que prefiere ser una mujer solitaria, que se toma su copa de vino mientas se deleita con sus maléficos planes a estar aguantando impertinentes a su lado?

Totalmente de acuerdo. Los arquetipos de la literatura y del teatro clásico están, el huérfano, el héroe, el mago, el bufón, el malvado, ...

¿Qué cree que sucederá a nivel impacto en las próximas seis semanas?

Pues el friki de la serie se enganchará y seguirá en tiempo real todo lo que se diga en las redes. Y se seguirá hablando por mucho tiempo...

¿Comete un error HBO dejando escapar con el final de la serie su gallina de los huevos de oro -al menos la gallina que los hace muy ricos hoy en día-?

Encontrará nuevas gallinas de huevos de oro, eso seguro.

¿Y después del Invierno??

El verano, pero estoy convencido que en otoño tenemos alguna nueva sorpresa en HBO.

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