¿De qué trata la exposición?
Es de ilustración, dibujo y pintura surrealista. Me dedico a ilustrar, no tanto en cómic como más bien de una forma artística. Se trata de mi primera exposición individual. He estudiado Bellas Artes y a lo que me he dedicado anteriormente es a ayudar a la gente de mi promoción a realizar sus muestras. Por motivos personales no intenté nunca hacer ninguna para mi propia obra. Bueno, en realidad sí he participado en un par de colectivas, una en Toledo y otra en Madrid.
¿Siempre se enfoca a la ilustración?
Sí, mis cuadros tienen un toque ilustrativo que recuerda a la pintura japonesa y a las ilustraciones del siglo XIX de la época romántica. Japón siempre me ha llamado la atención por su sutileza, con mucho contenido, pero matizado. Japón tiene una cultura muy contenida de la que siempre se pueden extraer matices y siempre se refleja algo. Intento que mis ilustraciones incluyan normalmente los temas japoneses. Mis dibujos parecen congelar momentos en el tiempo que narran una historia o intentan expresar algún sentimiento o alguna situación. Me gusta expresar lo que deseo en el instante en que hago el dibujo y utilizo elementos de ilustración para ello, pero con un contenido surrealista y onírico. En cuanto al siglo XIX, uno de mis referentes se llama Harry Clarke que ilustraba los cuentos de Edgar Allan Poe. En esa época había muchos ilustradores que tenían una corriente muy definida de dibujo. En ellos me baso.
¿Cómo era esa corriente definida de dibujo?
En blanco y negro, muy esquemática, pero con partes muy detalladas, a veces con algún toque de color que generalmente era plano. Por medio del dibujo y de las líneas se les daba el volumen a las pinturas. Las ilustraciones del siglo XIX se basan también en la estampas japonesas. Todo, al final, viene del mismo lado.
¿Ha expuesto estos cuadros en otros lugares además del número 33 de la calles Venegas?
Sí, algunos sí. Pienso hacer más exposiciones. Esto es sólo el comienzo. Tengo proyectos en mente y voy a realizar una muestra más grande.
¿Cuáles son sus técnicas pictóricas?
Utilizo lápiz, grafito, tinta china y acrílico. Puedo mezclarlo todo en el mismo cuadro. Empleo la cantidad de materiales que me hacen falta en cada ocasión.
¿Incluye también la escultura en su arte?
Hago dibujo, pintura y temas fotográficos. En la escuela de arte estuve también estudiando escultura, pero siempre termino enfocándome en cuadros. No obstante, no descarto algún día mezclar ambas cosas.
Aparte de Harry Clarke, ¿qué otros referentes tiene?
Hay varios ilustradores japoneses que me interesan, entre ellos, sobre todo, uno que se llama Takato Yamamoto. Me gusta consumir visualmente imágenes y los dibujos japoneses me llaman mucho la atención aunque aún no he viajado a ese país, pero iré algún día.
¿Es usted nieta del escultor Luis Montull? ¿Cómo ha influido en su arte?
Sí, es el que hizo las esculturas de la rotonda de la Plaza de España (anteriormente, Plaza de la Victoria). Mi abuelo me ha dado clases en su taller. Que él sea artista ha representado una gran fuente de inspiración para mí desde pequeña. Recuerdo que iba a su casa y miraba y tocaba todas las obras que realizaba. Me llamaban mucho la atención. Mi vocación puede venir también de mi primo, el pintor Adán López Alemán, que hace retratos.
¿Tiene intención de ilustrar algún libro?
He ilustrado un libro del escritor canario José Manuel Espiño titulado Un centenar de lagartos. Me encantaría seguir ilustrando más libros. Me interesa también escribir así que algún día lo haré e incluiré mis propias ilustraciones en mis ejemplares.
