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Tenerife se olvida de sus tenores

Las figuras de orden mundial, Celso Albelo y Jorge de León, protestan por el ninguneo sufrido en su tierra, donde ni ellos ni otros tantos cantantes figuran en la programación de ópera insular

El tenor tinerfeño de prestigio mundial Jorge de León. sabrina ceballos

Los tenores tinerfeños de primer orden mundial, Celso Albelo y Jorge de León, se sienten olvidados en su tierra, en concreto, en la programación de la Ópera de Tenerife donde no participan desde hace años y con los que no cuentan para las próximas temporadas. Reclaman poder actuar en la Isla. A ellos se suman Airam Hernández y Francisco Corujo. Otros tantos cantantes nos se han manifestado en esta ocasión, pero también han sido ninguneados. Este problema, sin embargo, no existe en Las Palmas.

Albelo explica que "somos cuatro tenores internacionales, dos de los cuales hemos pasado por la Escala de Milán, por Viena, por el Metropolitan y de los otros dos, uno canta ahora en Dallas y otro es protagonista en el Teatro de la Zarzuela. Hay una serie de gestiones artísticas del Auditorio con las que no estamos de acuerdo, por lo que queremos plasmar nuestro malestar. Nosotros somos embajadores culturales de Canarias allí donde viajamos, pero vemos que luego en nuestra tierra y, particularmente en Tenerife, se nos olvida. Por ejemplo, Jorge acaba de venir del Metropolitan de ser dirigido por Plácido Domingo. Parece, sin embargo, mentira que lleve ocho años sin cantar en Tenerife. Entre nosotros somos muy buenos amigos y nos gusta apoyarnos. Debería existir una paridad entre los cantantes canarios y los de fuera que participan en la ópera de la tierra".

No se trata de que estos tenores carezcan de trabajo más que sobrado sino de que desean cantar, lógicamente, también en su tierra a la que sienten muy adentro, donde su público les añora y otros cantantes los toman como referencia y desean verlos actuar. "Yo tengo firmados contratos hasta 2023. Trabajo no me falta, pero recibo muchos mensajes de personas de Tenerife que se ven reflejadas en nosotros, somos la cabeza visible de sus sueños y lo que observan es que si a nosotros, que cantamos en los principales teatros del mundo, no nos llaman en nuestra isla, ellos lo van a tener muy complicado. Por ejemplo, hay una escuela de ópera donde no está inscrito ningún canario. Nos gusta demostrar a los jóvenes que comienzan como nosotros en su momento que con trabajo, disciplina, y sacrificio, si amas realmente la profesión, puedes tener mucho éxito".

Sentimiento profundo

Albelo no comprende que con todo el talento de cantantes que existe en Canarias luego no se pueda desarrollar en la ópera local. Además, tanto él como de León, Hernández y Corujo residen en Tenerife. "Es un sentimento profundo el que queremos exponer. Hay ciertos límites que no se deberían rebasar y se está haciendo".

Por otra parte, el tenor aclara que tampoco influye la cuestión económica para que no los contraten en Tenerife. "Cantamos cuando es necesario muy por debajo de nuestro caché porque consideramos que es nuestro deber". Además cuentan con agendas apretadas y aún así las adaptan "porque es una obligación para nosotros. Ahora estoy en Lieja, en Bélgica, haciendo una nueva producción de Anna Bolena con Olga Peretyatko que va a emitir el canal Mezzo. Luego iré al Palau de les Arts a hacer Rigoletto con Leo Nucci. Después viajaré a Londres a grabar un disco de la ópera Il Paria de Donizetti. Más adelante volaré a Japón y posteriormente a cantar Guillermo Tell".

"Me parece un poco raro que no cuenten en nuestro Auditorio con ninguno de nosotros cuatro. No prescinden de uno o dos, sino de todos. Me produce indignación", enfatiza Albelo. "El famoso barítono Leo Nucci que figura en la programación tinerfeña para cantar Rigoletto pensaba que yo participaría con él del mismo modo que lo voy a hacer en Valencia. Me hubiera gustado servir de anfitrión, pero no me han llamado. Me provoca una gran pena que los tenores canarios no podamos transmitir lo que supone para nosotros la música en nuestro lugar de residencia".

El Cabildo de Tenerife ya ha contactado con los cuatro tenores, pero no les ha ofrecido una solución ni figuran en la programación de los próximos años. "Si esto no se resuelve cada uno tendrá que tirar por su camino".

Albelo afirma que pese a este triste acontecimiento, seguirá haciendo propaganda del Archipiélago allí por donde vaya. "La cultura está muy por encima de ciertos personajes. Aunque nosotros ahora nos encontremos en una época dorada, deseo que en el futuro haya muchos Celsos, Jorges o Davinias Rodríguez".

Cambio en la gestión

A todo esto el reputado tenor, también tinerfeño, Jorge de León, añade que el olvido en la Ópera local se debe al cambio en la gestión. "Una vez que se fue Giancarlo del Mónaco en 2011, cuando hice la última ópera, entró una nueva directiva y hasta la fecha no he tenido oportunidad de volver a cantar allí. No es tan importante la denuncia que hacemos nosotros como la demanda de la gente que nos pregunta por qué no actuamos en nuestra tierra. A mí me apetece cantar en mi isla porque allí están mi familia, mis amigos y las personas que me apoyaron en su momento cuando realicé mi carrera en el conservatorio. Tengo que demostrar a los míos lo que he estado haciendo fuera porque resido y tributo en Tenerife. Además, no tiene sentido que se deban desplazar mi familia, amigos o seguidores a otro lugar para poder verme. Otro aspecto sin sentido es que la Ópera de Tenerife ha creado una programación para ayudar a los cantantes canarios. Sin embargo, se trae a terceros a actuar aquí mientras que no se llama a los locales".

De León agrega que "me siento embajador de la cultura de mi tierra a donde quiera que voy, por lo que también me gustaría cantar en casa. Aunque he mantenido conversaciones con el Presidente del Cabildo, luego no me incluyen en la programación. Son sus gestores, su equipo técnico, quienes me deberían venir a buscar. Que en ocho años no tenga la oportunidad de participar, sobre todo cuando aparecen óperas de mi repertorio, caballos de batalla para mí como Tosca, Aída o Carmen, que canto por todo el mundo, es algo que no entiendo. Estoy decepcionado. No sólo me afecta mi situación sino también la de compañeros que están esperando su oportunidad en Tenerife y no surge".

Para el cantante, igual que para Albelo el problema no es económico. "Sé que las posibilidades en Canarias no son las de un teatro como el Metropolitan o la Scala de Milán. Es cierto que aquí no se puede vivir de la ópera porque con sólo dos festivales, uno en Gran Canaria y otro en Tenerife, más alguna otra cosa, es muy complicado".

El tenor considera que forma parte de un legado vocal canario. "Nazco desde el coro de la Ópera de Tenerife cuando se formó en 1991. Aprendí como todos a cantar, a estar con grandes cantantes y admirar a los ídolos, incluidos los canarios como María Orán y Alfredo Kraus. En la última grabación que este realizó de la ópera Marina de Arrieta, Celso, otros tenores isleños y yo figuramos entre los primeros de la misma. Han de contar en casa con nosotros y ese es mi deseo". Explica asimismo que "nunca se ha dado en ningún lugar del mundo que dos tenores de la misma ciudad, como Celso y yo, estén actuando por todo el mundo. Estamos yendo al Metropolitan, a la Scala o a Viena. Yo canto Tosca ahora en Berlín. Abro la temporada del Liceo de Barcelona con Turandot, pero también participarán en ella Celso y Airam. Contamos en estos momentos con grandes voces en el Archipiélago y la canariedad supone muy buena referencia en el exterior". De León rompe de todas formas una lanza a favor de la Ópera de Tenerife al decir que "va por buen camino, con buen talante, pero falta la presencia insular, las oportunidades, que no se entienden cuando se cuenta con conservatorio profesional".

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