Como viene siendo habitual en estos últimos años; en la sala Sinfónica del Auditorio Alfredo Kraus, el pasado lunes 15 se celebró el primer concierto de Semana Santa, del International Bach Festival; realmente éste es el cuarto concierto, pues con anterioridad se celebraron otros recitales del IBF; como el celebrado el pasado 20 de febrero en Mapfre y los del fin de semana anterior: el sábado Concierto con la Familia en la Sala de Cámara del Auditorio y el recital matutino de órgano con David Schlaffke que dejó encantado al público, pues hacía varios años que no disfrutábamos de un concierto de órgano tan redondo, tanto por la técnica del intérprete como por el repertorio elegido.
El concierto del lunes corresponde al nominado Bach Concertante y pudimos escuchar varias obras, aunque sólo una era del Cantor de Santo Tomás.
Las dos primeras piezas fueron dos arias de la ópera de Händel, Rodelinda, interpretadas por el tenor grancanario Manuel Gómez Ruiz, acompañado por el quinteto IBF, compuesto por Preslav Ganev como primer violín, Pablo Guijarro como segundo, José Alvarado a la viola, Juan Pablo Alemán con el violonchelo y Juan Márquez con el contrabajo, auxiliados en las labores del continuo por Raquel García. Buena interpretación con muy buena dicción, afinados y con mucha musicalidad.Si el año pasado sorprendió el virtuosismo y la técnica de la flautista Lucie Horsch, en esta ocasión se superó totalmente con el Concierto para flauta de pico en fa de Giovanni Battista Sammartini, magistralmente interpretado, ajustando los matices y haciendo un alarde de su técnica en los picados del tercer movimiento. Actuación memorable.
La primera parte concluyó con otras dos arias de Händel de la ópera Tamerlano, destacando el largo recitativo y la dramática expresión de la segunda aria. Gómez Ruiz sigue demostrando los progresos de sus estancias en Alemania.
La segunda parte se inició con la única obra de J.S. Bach, la Obertura en estilo francés BWV 831 arreglada por Kersten McCall para el quinteto del IBF, correcta ejecución de los músicos, destacando el motivo fugado donde se pudo escuchar cada una de las voces con sus tempi muy ajustados.
Con la siguiente obra vino la gran sorpresa del festival de este año, con la aparición del violinista Kersong Leong que bordó la interpretación del Concierto para violín en mi RV 273 de Vivaldi con una brillante ejecución desplegando una depurada técnica y muy compenetrado con los músicos acompañantes. Para finalizar, interpretaron el Concierto doble para dos flautas en mi de Telemann con Julie Moulin con la flauta travesera y Lucie Horsch en la flauta de pico. Destacando ambas flautistas apoyadas por el quinteto del IBF que cerraron un magnífico concierto. Sólo un pero en este concierto: en la primera parte una familia de un matrimonio extranjero y sus tres hijos, que no debían llegar a los tres años de edad, importunaron al respetable público durante a ejecución del concierto con sus lloros y voces. No debería estar autorizada la asistencia a niños de tan corta edad a estos eventos musicales, debido a que su comportamiento es impredecible.
Deseamos que continúen los buenos conciertos con que se prodiga el International Bach Festival, al que auguramos un éxito por adelantado.
