Lleva treinta años en los escenarios y está en plena forma. ¿Cuál es el secreto que tiene usted guardado?
El secreto para mí está en trabajar y en disfrutar con lo que haces. Esa es la mejor medicina para el alma, sobre todo en relación con la música que creo que te hace vivir la vida de otra manera, es decir que cuando te dedicas a esto, te rodeas de gente de tu círculo, que ve las cosas como tú y que te ayuda a crear. Yo no me dedico a la música sólo para cantar sino que compongo mis propias canciones, eso te hace estar observando todo lo que te rodea para después llevarlo a tus creaciones. A mí me gusta componer de todo, canciones muy vitales, como en este caso de Vale +, y también historias que veo en la calle de gente anónima.
Hoy en día todo está cambiando a velocidad de crucero. ¿Qué cambios observa en la música popular?
Creo que los cambios son necesarios, pero siempre con respeto, sobre todo en la música popular. Incluir fusiones y nuevos sonidos en las músicas es necesario porque vamos viviendo una evolución, pero siempre tiene que ser con el respeto a la raíz de lo que estás haciendo. Creo que vamos a buen ritmo, no pienso que haya nadie aquí en Canarias que haga versiones que no debe.
La canción melódica, los boleros, los temas canarios y los latinoamericanos de su repertorio y de sus discos, ¿mantienen todo su atractivo para los públicos?
Pienso que siguen siendo canciones que gustan. Muchas veces comento con mi entorno que hay estilos que no mueren y que con el tiempo vuelven a su sitio, es decir, que hay modas, sobre todo en el tema de los boleros, que hace unos años estaban en auge, volvieron a decaer y han retornado. Creo que son estilos musicales que nunca van a desaparecer y por suerte, aunque siempre critiquemos que a la gente joven sólo les guste el reguetón, pienso que hay muchos a los que les interesa la música de este estilo.
Tiene fama de emitir una voz grande, enérgica y potente. ¿Alguna vez se sintió tentada por la ópera?
Sí, estudié canto, hice algunos cursos en el conservatorio de Santa Cruz de Tenerife y me presentaba para cantar a final de curso. Me tentó la ópera, pero no me consiguió convencer al final. Prefiero la música popular que hago porque me parece más cercana, quizá por desconocimiento de otros estilos.
Las canciones de las que usted o su padre son autores, suelen contener reflexiones de valor humano. ¿Por dónde van esas letras?
Por los valores, por llegar de alguna manera a la gente. Por ejemplo, las canciones que compone mi padre giran en torno a historias muy personales de gente cercana y anónima, y no sólo se refieren a cuestiones de amor. Por ejemplo, en mi caso, tengo una canción compuesta por mí dedicada a las prostitutas, no porque lo haya vivido de cerca, sino que como buena observadora cuando compuse el tema caminando un día por el Puerto de la Cruz me fijé en una chica que se sentó en una terraza y empecé a imaginar que era una prostituta de lujo que de día se tomaba un café tranquilamente y por las noches trabajaba. Así que llegué a mi casa y escribí la canción.
La gira que ha iniciado en abril y terminará en agosto tiene un emblema: Vale + . Explíqueme ese valor.
Se trata del valor que dice la letra. Cuando compuse Vale + pensé en cosas muy simples: "Vale más una mirada, vale más un despertar sabiendo que sigues vivo y que puedes continuar". Después hay más aspectos en la letra que siguen definiendo ese concepto de que vale más la pena seguir luchando por lo que uno quiere, que vale más la pena levantarse todos los días y confirmar algo muy sencillo: que seguimos vivos y tenemos la capacidad de seguir luchando. No la creé pensando en alguien que sufre por algo en concreto, aunque mucha gente me ha llamado porque se siente identificada al tener mil problemas, como enfermedades, problemas económicos o porque han perdido a un ser querido. A veces pienso que ya no me pertenece porque tanta gente se siente identificada con que hay que seguir luchando aun cuando parece que las cosas no están bien y que tienes ganas de desaparecer como dice el tema.
Ocho islas, ocho mundos. ¿En cuál de ellas siente mejor comprendidos los mensajes que emite?
En Tenerife, quizá porque soy de allí y porque cuento con muchas actuaciones en mi isla. No entiendo por qué hay esa disección de los artistas de mi tierra actuando más en ella y los de Las Palmas más aquí. Me cuesta mucho venir a Gran Canaria a actuar y por eso me siento mejor comprendida en Tenerife.
"Encajar las caídas y seguir", dice uno de sus temas. ¿Responde eso a la experiencia personal vivida por usted?
Sí, por supuesto, es autobiográfico. Soy una persona que, como todo el mundo, he caído en determinados momentos de mi vida y he tenido que salir adelante. Me ha ocurrido a nivel personal porque al tener ya unos años es normal haber vivido momentos malos y haber visto que hacia abajo ya no hay nada más, que sólo toca subir. También a nivel profesional me ha costado horrores sacar todos mis proyectos adelante. No sé si es un peaje añadido por ser mujer o por otra razón.
¿Qué le aportan las redes sociales en comparación con los escenarios?
Se trata de cosas distintas. Las redes sociales son algo positivo. A mí me han cogido de sorpresa. Por lo visto he salido en muchos sitios, pero no conscientemente porque soy más de "pan de leña", de sentarme a comer con la gente, de acudir a los periódicos a una entrevista o a la radio, pero es necesario que existan las redes sociales para que haya mayor comunicación aunque no de mejor calidad. Yo prefiero siempre la cercanía. El escenario sí que supone la aproximación a la gente, la prueba de fuego, el lugar donde eres tú misma, donde me dirijo al público como si estuviera en mi casa. Yo no soy una artista y luego una persona. Cuando salgo de ahí, soy un ser humano normal y corriente con la suerte de poder dedicarme a la música y de crear mensajes para los espectadores.
Cuénteme del combo que la acompaña en sus conciertos?
Es una banda fantástica que forma parte de mi espectáculo de Puerto de la Cruz llamado Canarias cuatro elementos que llevo dirigiendo hace dos años. Son músicos míos de muchos años atrás que están trabajando para todos mis proyectos. Los tengo constantemente después de trabajar, ensayando lo de Vale +. Se han implicado en todo, en la elección de algunos temas y en los arreglos musicales. Formamos un buen equipo y somos amigos.
