El libro Las aventuras de Goyo: el misterio de la momia nº 8 muestra el interior del Museo Canario con un lenguaje y una estética sencillas y pensadas para los más jóvenes. La obra, que fue escrita por el bibliotecario del centro Luis Regueira junto a su hijo Mario Regueira de nueve años, y que cuenta con las ilustraciones en acuarela de la pintora Mercedes Ley Florit, fue presentada ayer con motivo del Día del Libro.

El propio Regueira recordó que la obra surge de una colaboración entre la sociedad científica del espacio museístico con la Fundación Disa dentro del proyecto Guía por un día y está protagonizada por un niño que representa a Gregorio Chil y Naranjo, "un generoso mecenas que cedió todos sus bienes para que este centro pueda ser una realidad". Todo esto coincide con que el próximo día 2 de mayo se cumplen sus 140 años de historia.

Regueira hizo estas declaraciones en un acto en el que estuvo acompañado, además de los otros dos autores, por el presidente del Museo Canario, Diego López Díaz; la directora de la Fundación Disa, Sara Mateos, y la educadora del Museo, María del Carmen Gil, entre otros. También acudieron los alumnos de bachillerato del Instituto Pérez Galdós que realizaron al final una adaptación teatral del cuento.

Canarios

El autor añadió que, junto a su hijo, se propuso escribir "una historia que sirviera como excusa para visitar el museo, conocer las partes más importantes, las piezas más significativas y la forma de vida de los antiguos canarios".

Regueira subrayó que "para acercarme a los niños y los jóvenes tenía que dirigirme a ellos con su propio lenguaje y sin faltarles el respeto" y encontró en su hijo el "punto de vista infantil" que le hacía falta a la historia.

María del Carmen Gil aseguró que hasta 400 jóvenes han recibido formación específica sobre el museo y los aborígenes canarios y estos, a su vez, han sido los encargados de transmitir lo aprendido a los estudiantes de Primaria. "En el proyecto Guía por un día, que ha culminado con la publicación de este libro, han participado 1.500 alumnos de Secundaria y Bachillerato de 14 centros escolares de Canarias", recordó. Luis Regueira reconoció que "me di cuenta que el proyecto era demasiado grande para mí ya que quería una historia que sirviera como excusa para conocer las partes del museo y la forma de vida de los canarios". El autor añadió que "sabía que tenía que aparecer el doctor Chil, pero mi hijo se quejaba de que los libros dirigidos a personas de su edad estaban escritos para niños más pequeños y yo no quería que eso se repitiera otra vez. Y como yo no tenía ese punto de vista infantil le pedí ayuda a mi hijo".

Mario Regueira, por su parte, aclaró que "siempre me atrajo la idea de escribir un libro y en poco tiempo ya estuvimos sentados delante del ordenador de casa" y recitó el primer capítulo a los estudiantes. Finalmente, Mercedes Ley subrayó que "todos los dibujos están hechos a mano, no por ordenador, y el objetivo fue darle mucho color a un libro que tenía que se atractivo a los niños". Todos recordaron a la antigua directora del Museo Canario, Angélica Castellano, como la verdadera impulsora del proyecto.