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El Museo Canario investiga los rituales funerarios más irregulares de sus fondos

Los restos óseos de animales u otros humanos, las huellas de violencia, la evidencia de parásitos o las maderas empleadas en las sepulturas centran las líneas del proyecto

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El Museo Canario presenta un nuevo proyecto de investigación

Los ritos y ceremonias en torno a la muerte encierran numerosas claves sobre los sistemas de creencias, costumbres y construcciones identitarias que conforman la memoria de los vivos. Y bajo esta premisa, El Museo Canario acomete un ambicioso proyecto de investigación interdisciplinar que estudia, a partir de los fondos históricos del museo, las manifestaciones funerarias más irregulares desarrolladas en la isla de Gran Canaria entre el periodo aborigen hasta mediados del siglo XIX, con el objetivo de ahondar en el conocimiento sobre estas sociedades.

En este sentido, la investigación centra el foco de análisis en aquellas expresiones mortuorias que se alejan del "sistema normativo sepulcral" y que, en los contextos funerarios de las sociedades aborígenes, se materializan, sobre todo, en distintas evidencias de muertes por violencia letal o parasitaria; momias amortajadas con restos óseos de animales -sobre todo, perros- o de otros seres humanos; así como en características espaciales o matéricas poco comunes en la preparación de los difuntos y las sepulturas.

Bajo el título Cuerpos, objetos y espacios. Muertes convergentes, muertes divergentes y un horizonte de trabajo de tres años , este proyecto de investigación integra una docena de trabajos seleccionados por las fundaciones CajaCanarias y Bancaria La Caixa en la sexta edición de su Convocatoria de Ayudas a Proyectos de Investigación 2018. El equipo se compone de una nómina multidisciplinar de siete expertos especializados en las distintas áreas de estudio del proyecto, capitaneada por Teresa Delgado Darias, conservadora de El Museo Canario.

"Vamos a preguntar a los restos óseos y dentales de estas poblaciones sobre detalles de enfermedades, dietas, huellas de violencia y cómo fueron prepararadas estas personas antes de ser depositados en su sepultura", expuso Delgado ayer, en la presentación del proyecto. "Pero también vamos a indagar aquellos objetos que aparecen dentro de los depósitos funerarios y las características de esos espacios, porque son elementos clave en la construcción de la memoria social y colectiva".

Perros

Una de las líneas principales de esta investigación gravita sobre el significado de los restos de fauna doméstica en los depósitos funerarios, que ha comenzado a documentar la arqueóloga Verónica Alberto Barroso a partir de la identificación de restos óseos de perros incorporados a las mortajas de algunas momias.

"El papel de los perros ha recibido escasa atención en la isla de Gran Canaria y el resto del Archipiélago, pero van a dar muchas sorpresas", anunció la arqueóloga. "Los perros han jugado una inmensa variedad de roles, como guardianes o ayudantes en labores de pastoreo, pero también pueden haber ejercido un papel simbólico asociado al mundo de la muerte en prácticas mágico-religiosas", concluyó Barroso, quien señaló como ejemplo un cráneo de perro con un traumatismo contuso en el lateral izquierdo, procedente del barranco de Guayadeque, que podría corresponderse con un ritual de sacrificio.

Además, los fondos de estudio incluyen un conjunto de momias amortajadas con una serie de huesos correspondiente a otras personas, que "podría interpretarse como elementos que entablan un lazo con los antepasados" y cuyo estudio corre a cargo del arqueólogo Javier Velasco, inspector de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria. También inscrito en el marco prehispánico se investigará la aparición de restos perinatales, esto es, niños y niñas recién nacidos, en el interior de yacimientos o enclaves domésticos.

Por su parte, el arqueólogo Néstor López diseccionará la naturaleza de pequeños insectos recuperados en un tablón funerario y vinculados, de forma directa o indirecta, a cadáveres en proceso de descomposición, "lo que nos puede dar una información fascinante sobre cómo era preparado el cadaver o dónde había sido depositado", expuso.

Y en última instancia, la arqueobotánica Paloma Vidal analizará una valiosa colección de objetos de maderas recuperados en contextos funerarios. "El estudio de estos restos es relevante no sólo para entender el uso de las maderas, sino porque nos acercamos a su proceso de trabajo, lo cual implica un gran conocimiento de los recursos por parte de los aborígenes que, a su vez, nos permite conocer aspectos más sociales como las decisiones culturales para seleccionar unas maderas y no otras", expuso.

Además, como telón de fondo, se realizarán pruebas de carbono 14 que permitan ordenar y situar cada hallazgo de forma cronológica. "Sólo desde esa perspectiva diacrónica podremos explicar todas las dinámicas sociales, políticas y económicas de estos grupos humanos e indagar en los cambios que estas sociedades experimentaron a lo largo del tiempo en Gran Canaria", avanzó Delgado.

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