La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Chirino trabajó hasta el último minuto, su obra era más importante que la vida"

El filósofo Francisco Jarauta reconstruye el itinerario del escultor y lamenta que "todavía no ha tenido un reconocimiento internacional como se merece"

El filósofo zaragozano Francisco Jarauta, ayer en la sede de la Fundación Chirino, en el Castillo de la Luz. josé carlos guerra

El escultor Martín Chirino (Las Palmas de Gran Canaria, 1925-Madrid, 2019) se debía a su obra y no dejó de crear, planificar y organizar todo lo relativo a su persona y producción que estaba por llegar, mientras la salud se lo permitió. "Es algo heróico", apuntaba ayer en el Castillo de La Luz, sede de la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino, el filósofo Francisco Jarauta (Zaragoza, 1946), que se sumó al homenaje al artista fallecido en marzo pasado a los 94 años, con la conferencia El viaje de la vida y el arte: recordando a Martín Chirino. "Trabajó hasta el último minuto, era una persona que se situaba frente a su obra, y lo ha dicho de forma directa, que su obra era más importante que su vida", razonaba ayer Jarauta. Su exposición póstuma en Barcelona, Mover el horizonte, es la confirmación de su voluntad.

El catedrático de Filosofía de la Universidad de Murcia conoció a Chirino en 1982, y la Fundación que lleva el nombre del escultor le trajo a la Isla para completar los actos de homenaje al artista, que ha tenido además de su charla, la presentación el miércoles del libro La memoria esculpida. Conversaciones con Antonio Puente (Galaxia Gutenberg, 2019), biografía del escultor en diálogo con el escritor y periodista.

"Creo que todavía Martín nos resulta tan cercano, por eso lo creemos y lo admiramos tanto, y todavía no ha tenido un reconocimiento internacional como se merece, es un problema de gestión del arte español del siglo XX, de situarlo en su lugar", lamentaba ayer Jarauta. En su opinión, "no debería haber un museo de arte contemporáneo en Europa que no tuviera una representación suya, y eso es un trabajo de las instituciones, de la Fundación y de sus políticas".

No obstante, reconoce el filósofo que la obra de Chirino si tiene una notable presencia internacional fruto también de la itinerancia y del viaje de la vida al que hacía referencia el título de su charla. "Está su obra por el mundo y hay un reconocimiento que se ha hecho explícito con motivo de su fallecimiento, eso no lo duda nadie, ha sido siempre ese largo de figuras aquí y allá", subraya Jarauta. "Una retrospectiva suya, que pasara por un museo alemán, por ejemplo, podría ser una fórmula de fortalecer su legado".

Lejos de trazar una biografía artistica de Chirino, y enumerar los hitos y reconocimientos que mereció el creador grancanario que se incorporó al grupo El Paso en 1958, junto a Millares, Saura, Canogar, Feito y Rivera, que estuvo al frente del Círculo de Bellas Artes en Madrid, y que desde 1989 hasta 2002 fue director del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), esta idea del "viaje de la vida y el arte" la trabajó Francisco Jarauta como "una especie de telón de fondo en el que diferentes escenarios y contextos, relaciones, encuentros, descubrimientos se van acumulando, y donde aparecen sus interlocutores, que en algún momento han tenido un peso muy importante en la vida de Martín Chirino".

Destaca Jarauta en su alocución "uno de los momentos que él [Chirino] lo dice de manera admirativa, al ver la obra de Julio González". El filósofo abunda en el hecho de que "en primer lugar, hay una opción" para el artista en aquel entonces", que es la decisión de "trabajar sobre hierro, y eso no es gratuito". A este respecto, el catedrático de Filosofía explica que "la obra de Julio González ya fascinaba a Picasso, pero Picasso no sabía soldar, hacía verdaderos estropicios, pero Julio que era hijo de herrero, y aparece una fascinación en Chirino que es el maravilloso homenaje a Julio González, y así otro y otro".

La tradición del hierro

El propio Martín Chirino recordaba el impacto que le produjo la obra de Julio González, y cómo sería determinante en su diálogo con el hierro en su discurso La fábula del herrero, que pronunció en octubre de 2014 en Madrid con motivo de su nombramiento como Académico de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando: "Hagamos un alto en mi trayectoria de trabajo, París principios de los cincuenta, donde por primera vez conozco la obra de Julio González, que me impactó con violencia y me enfrentó a la tradición española del hierro forjado".

En Chirino reside una cuestión de suma importancia, que es, a juicio de Jarauta, "una parte mágica en el pensamiento de Chirino que se debe relacionar con las viejas tradiciones guanches".

A ello se une su fijación por el continente africano, un mundo que según el filósofo "ha entrado en escena por puertas muy diferentes". Habla Jarauta de Picasso en 1906 o 1907 y de obras como Las señoritas de Avignon "donde el arte africano es formidable", para retomar el hilo con Chirino y un Archipiélago en el que "estamos dando un poco la espalda a África, y no podemos evitar que África esté tan cercana".

La conexión africana con Chirino, "esos afrocanes, esas cabezas y esas máscaras, llegan en un momento determinado cuando Martín Chirino ya ha hecho otros viajes, ha construído otras opciones, su verdadero mundo mágico pasa por su fragua, y construye desde ahí formas que algunas tienen seriación, el viento se convierte en su gran fijación, y que logró resolver de una manera que solo él ha abordado esta problemática", sentencia Francisco Jarauta. Es más, asegura el catedrático que "el Afrocán constituye un espacio autónomo dentro de el desarrollo de su obra , y quizás yendo un poco más allá de sus propias propuestas, las que representarían a Martín Chirino de forma más explícita".

¿Y qué lugar ocupa Chirino en el discurso del arte contemporáneo? Sostiene Jarauta que el artista grancanario "pertenece a una generación en la que el hombre es muy fuerte dentro de lo que ha sido la escultura española, donde están los Oteiza, Chillida y donde está él, que han sido los tres grandes escultores, cada uno con voz y registros propios que los identifican". No obstante, pone el acento en que "Chirino ha creado una relación con la materia, el hierro, al que ha imprimido un tiempo, un desarrollo, un desplazamiento cada vez más poderoso".

Compartir el artículo

stats