El guitarrista Yul Ballesteros reviste de jazz la música popular de Canarias en Islazz. Un disco editado por Jeito Producciones y concebido como “un archipiélago sonoro que está en mi cabeza, basado en sonidos de la Islas” cuyo resultado es un repertorio de ocho temas con el título de cada una de las Islas. Paisajes sonoros diferenciados en los que Ballesteros ha buscado plasmar a través de las músicas el paisaje y sus gentes que la habitan.

Se trata de un homenaje al Archipiélago con ocho piezas que recuerdan y lucen el nombre de cada una de las islas, desde La Palma hasta La Graciosa, y que están inspiradas en los paisajes e idiosincrasia isleña a ojos de Ballesteros. quien, junto a otros intérpretes canarios como Carlos Oramas, Germán López o Chano Gil, volverá a llevar a escena este proyecto, este sábado a las 21.00 horas en el Auditorio José Antonio Ramos del Parque Doramas de la capital grancanaria, en el marco del ciclo Musicando organizado por el Ayuntamiento en una magnífica ocasión para revivir la experiencia.

Islazz se grabó en directo en el Teatro Cuyás en marzo de 2019 por Andrés Vázquez y Blas Acosta, mezclado y masterizado en los estudios Arte del Valle en Cercedilla, Madrid, por Andrés Vázquez. Islazz es el quinto trabajo en solitario de Yul Ballesteros tras Solo (2017), Nine Tales fron the Inner Space (2015), Minor Things (2010) y 121 Park Drive (2008).

"Hace dos años recibí la llamada de Gonzalo Ubani, director artístico del Teatro Cuyás, para encargarme un estreno. Se trataba de un concierto dentro del ciclo Jazz Otoño en la Sala Insular de Teatro (SIT). Me dijo: “Dale un par de vueltas y proponme algo”. Tuve que dar alguna vuelta más hasta dar con la idea definitiva. Y nació Islazz un homenaje al archipiélago canario, fuente inagotable de inspiración para tantos artistas y lugar de nacimiento de infinidad de sueños”, señala Ballesteros en los créditos del disco.

“El proyecto crea un archipiélago sonoro que está en mi cabeza, basado en sonidos de las Islas”, explica Ballesteros sobre el disco Islazz “que decidimos grabar en vídeo en directo y en formato muy íntimo para plasmar la idea de cercanía, la amabilidad y la forma de tratar a la gente que tenemos los canarios”. De hecho, en las imágenes el público aparece sentado en sofás sobre el escenario con auriculares y los músicos alrededor, a menos de un metro, “creando una calidez y un ambiente muy especial” rememoró. Una iniciativa a la que Ballesteros dio forma en un tiempo récord de dos meses y medio, a petición del propio programador cultural del Teatro Cuyás, Gonzalo Ubani, y que tras la presentación de este primer resultado puede tener mucho recorrido por delante. Por ejemplo, añadiendo a las canciones imágenes de paisajes de las Islas “pero de momento queríamos plasmar la fuerza del directo y la cercanía, porque el disco se escucha muy bien y muy claro, pero no se ven esos colores que se ven en el vídeo”.

En este sentido, el músico grancanario reconoció que lo más complicado de la composición es tener las ideas y las sensaciones sonoras, por eso “empecé a componer las piezas de Islazz desde el momento en que empecé a visitar, conocer y disfrutar de las Islas”. Por lo que, subrayó Ballesteros, “lo que hice en este tiempo fue aunar esas ideas cada una en un tema y mezclarlas de la forma más interesante posible” para transmitir al público las diferentes sensaciones musicales de Canarias y el sentimiento que genera el pueblo canario. “He intentado plasmar que las Islas son pequeños continentes, cada una diferente, con su aura y con un montón de lugares preciosos que inspiran a nivel visual, emocional y, sobre todo, la gente que vive en ellas y con la que conectas”, prosiguió.

Además, Yul Ballesteros ha impregnado este proyecto de su propia idea de música canaria, a partir de los temas que ha escuchado, aprendido e influenciado las composiciones tradicionales de las Islas, fusionándola con las influencias que ha aprendido durante su formación y estancia en el extranjero en contacto con otras culturas. De forma que, explicó, “no es un disco en el que suena claramente una folía, pero sí se perciben los sonidos de los palos de la música canaria y el color y sonido que tienen las Islas para mí como compositor”. Con algunas armonías muy marcadas, por ejemplo, la percusión del tema El Hierro a modo de tajaraste que recuerda directamente a esta isla. Si bien defiende que “las Islas realmente suenan a todo” y, por eso, otra de las cosas importantes que ha querido plasmar en este proyecto es que “yo soy canario y hago música en Canarias y desde Canarias, por lo que considero que el tipo de música que hago también es música canaria”.

Sobre esta consideración, Ballesteros defendió que Islazz “es una forma de entender que la música canaria no es solamente folclore, que es maravilloso y es de donde venimos y por tanto debemos mantenerlo” sino que, añadió, “esto que estamos haciendo hoy en día podría ser folclore en el futuro porque el folclore lo decide el pueblo”. “Esto es una forma de fusionar la música que he vivido aquí en Canarias con lo que he aprendido fuera”, por lo que, concluyó, “quién sabe si en el futuro, dentro de cien años, se considera folclore” como tantas otras composiciones que el pueblo canario ha adaptado y asumido como propias, pero cuya procedencia es de muchos otros lugares diversos.